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Hija de Beatriz nace por cesárea y termina litigio sobre interrupción del embarazo

La mujer que gestaba una bebé inviable que ponía en peligro su vida fue intervenida este lunes en el Hospital Nacional de Maternidad, de San Salvador. La bebé nació por cesárea y murió cinco horas más tarde. El Ministerio de Salud había programado interrumpir la gestación este martes, después de sendas resoluciones de la Sala de lo Constitucional y de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Lunes, 3 de junio de 2013
Gabriel Labrador

La joven de 22 años conocida como Beatriz fue intervenida a las 2 de la tarde de este lunes para que diera a luz a una bebé de 27 semanas de gestación, con lo cual terminó la disputa legal que llegó a su clímax el jueves pasado cuando la Corte Interamericana de Derechos Humanos ordenó al Estado salvadoreño permitir la intervención médica a Beatriz para garantizar su derecho a la vida.

La información la dieron médicos del Hospital Nacional de Maternidad Dr. Raúl Argüello Escolán, que afirmaron que la bebé nació por cesárea y que falleció a las cinco horas de nacida.

La niña, confirmó el Ministerio de Salud, nació solamente con cerebelo y falleció pese a que fue colocada en incubadora y a que recibió las sustancias que normalmente se le dan a todos los bebés prematuros, que son aquellos que nacen antes de las 37 semanas.

Beatriz está afectada por un lupus eritematoso, lo que la mantuvo en estado crítico durante toda la gestación, pero dado que la legislación salvadoreña prohíbe todo tipo de aborto, incluso en casos en que la vida de la madre está en riesgo, el país vivió desde marzo pasado un debate público sobre la despenalización de algunas formas de la interrupción del embarazo.

Después de la cirugía, Beatriz fue enviada a cuidados intensivos, donde se encontraba aún en horas de la noche.

Beatriz presentó contracciones desde la noche del domingo, explicó la ministra María Isabel Rodríguez. Por la mañana de este lunes se le hicieron evaluaciones y se determinó que había que intervenirla lo más pronto posible puesto que por las contracciones podía sufrir rompimiento del útero. La ministra añadió que se había planeado interrumpir el embarazo de Beatriz cuando comenzara la semana 27, es decir, este martes.

Desde mediados de marzo los médicos determinaron que el feto padecía anencefalia, es decir, que no se le habían formado de manera completa ni el cráneo ni el cerebro. “El diagnóstico que se había hecho del feto se confirmó”, señaló Rodríguez, en alusión a que el bebé no tenía mayores probabilidades de vida.

“Con todos los cuidados que recibió -explicó-, si el niño habría venido bien, estaría vivo”. La bebé fue colocada en incubadora y recibió sustancias necesarias para mantenerla con vida, agregó la funcionaria.

El jueves de la semana pasada, la Corte Interamericana de Derechos Humanos emitió medidas provisionales contra el Estado salvadoreño para que el Hospital de Maternidad interviniera “de inmediato y sin interferencias”, como rezaba la resolución, a la joven de 22 años y le practicara una cesárea. La Corte, con sede en San José, Costa Rica, se pronunció así debido a que un amparo solicitado por Beatriz el 11 de abril ante la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia salvadoreña había sido denegado. La Corte Interamericana se pronunció horas después de que lo hiciera la Sala de lo Constitucional.

La Sala de lo Constitucional consideró que la vida de la madre pesaba igual que la del bebé en su vientre, y que por lo tanto correspondía a los médicos decidir el momento de intervenir a Beatriz. Esta resolución constitucional fue interpretada por el Ministerio de Salud como que solo podrían intervenir a la joven una vez ella entrara en un estado crítico en el que no quedara otra alternativa que practicarle la cesárea para evitar que muriera.

Mientras tanto, las medidas provisionales emitidas por la Corte Interamericana ordenaron al Estado salvadoreño que privilegiara la vida de la madre por sobre la del feto que, según concluyeron, se había demostrado que no sobreviviría fuera del útero. La Corte ordenó al Estado que permitiera que Beatriz escogiera los médicos de su preferencia y que estos procedieran sin interferencias de ninguna índole. La Corte, además, dijo que los médicos que interrumpieran el embarazo no serían perseguidos penalmente.

Hace un mes, Beatriz habló brevemente con El Faro y dijo que quería vivir, y que si su nuevo hijo -ya tiene uno de un año de edad- viniera bien, se arriesgaría a tenerlo. 'Que quiero vivir.... si yo quiero vivir, por mi otro hijo que tengo. Yo pienso que como este niño lastimosamente viene malo, y se va a morir, entonces deberían de sacarlo... porque mi vida corre riesgo', dijo.

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