Tatiana de la Ossa es la directora de teatro que más ha destacado en las tablas salvadoreñas en las últimas décadas, un mérito encomiable en una posición profesional protagonizada por hombres. Es una artista emprendedora que explica cómo el teatro puede ser autosostenible comercialmente sin comprometer la calidad artística. Lideró hasta febrero de este año el proyecto Esarte, en Suchitoto, una idea que la hizo entrar en controversia con los líderes tradicionales del pueblo y también con algunos colegas.
“El teatro salvadoreño tiene fiebre”
Tatiana de la Ossa es la directora de teatro que más ha destacado en las tablas salvadoreñas en las últimas décadas, un mérito encomiable en una posición profesional protagonizada por hombres. Es una artista emprendedora que explica cómo el teatro puede ser autosostenible comercialmente sin comprometer la calidad artística. Lideró hasta febrero de este año el proyecto Esarte, en Suchitoto, una idea que la hizo entrar en controversia con los líderes tradicionales del pueblo y también con algunos colegas.
Por Sergio Arauz y Élmer L. Menjívar