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Muere 'Baby Doc', el exdictador haitiano que nunca enfrentó la justicia

El exdictador acusado de malversar los fondos del país más pobre de América Latina murió este sábado sin haber enfrentado un juicio por los actos arbitrarios cometidos en sus 15 años en el poder. Apenas en febrero de este año, organizaciones defensoras de derechos humanos habían logrado que se abrieran distintas investigaciones judiciales en su contra por una serie de delitos contra la humanidad imprescriptibles.


Sábado, 4 de octubre de 2014
Clarens Renois (AFP) / El Faro

Jean-Claude Duvalier regresó a Haití en 2011, luego de permanecer 25 años exiliado en Francia. Foto: Héctor Retamal (AFP).
Jean-Claude Duvalier regresó a Haití en 2011, luego de permanecer 25 años exiliado en Francia. Foto: Héctor Retamal (AFP).

Puerto Príncipe, HAITÍ. El exdictador de Haití Jean-Claude Duvalier, conocido como 'Baby Doc', quien gobernó su país entre 1971 y 1986 con mano dura antes de exiliarse en Francia, murió este sábado en Puerto Príncipe a sus 63 años, sin que haya sido juzgado por crímenes contra la humanidad de los que estaba acusado.

'La familia nos llamó esta mañana para que enviáramos un helicóptero ambulancia después de su malestar cardíaco. No tuvimos tiempo de transportarlo, intentamos brindar ayuda en el lugar y constatamos su deceso', informó a la AFP la ministra de Salud, Florence Guillaume Duperval. En una primera reacción, el presidente de Haití, Michel Martelly, dijo estar 'triste', por la muerte de Duvalier y expresó sus condolencias 'a su familia, a sus seres cercanos y a sus partidarios en todo el país'.

Jean-Claude Duvalier, cuyos abogados siempre subrayaron su frágil salud, vivía retirado de la vida pública en un lujoso barrio de Puerto Príncipe desde su sorpresivo regreso al país en 2011.

A sus 19 años, 'Baby Doc' heredó en 1971 el poder de su padre, el dictador François Duvalier (llamado 'Papa Doc'). Entonces se autoproclamó 'presidente vitalicio' antes de ser derrocado en 1986 durante una revuelta popular defendida por la comunidad internacional. Al igual que su padre, Duvalier gobernó su país con mano de hierro, silenció a la oposición y arrestó a disidentes apoyado en la milicia paramilitar denominada 'Tonton Macoute', leal a la familia Duvalier. El exdictador volvió a Haití en 2011 después de haber pasado 25 años en el exilio en Francia. Entonces fue recibido por numerosos partidarios nostálgicos de su régimen y aseguró que regresaba a la nación para 'ayudar al pueblo haitiano'.

No fue enjuiciado

Después de su retorno se presentaron muchas denuncias en su contra por arrestos ilegales, torturas, encarcelamientos y el exilio forzado de sus adversarios, así como de la malversación de fondos durante sus 15 años al mando del país más pobre de América Latina. Ningún proceso se llevó a cabo para juzgarlo.

En enero de 2012, un juez de instrucción lo citó ante un tribunal penal por malversación de fondos, pero nunca encaró juicios por crímenes de lesa humanidad, que se estimó habían prescrito. Esta decisión provocó la indignación de las organizaciones defensoras de los derechos humanos y de las víctimas que habían planteado las denuncias. En febrero pasado, estas obtuvieron su primera victoria, al lograr que la justicia haitiana iniciara nuevas investigaciones.

Un juez estimó que 'los actos denunciados contra Duvalier constituían crímenes contra la humanidad y eran, por naturaleza, imprescriptibles'. El magistrado estimó que existían 'serios indicios de la participación indirecta y la resposabilidad penal' de Duvalier. La justicia designó un nuevo juez de instrucción para reacopilar nueva información de los demandantes e interrogar a exfuncionarios del régimen, una iniciativa que podía involucrar al exdictador.

Después de varias negativas a comparecer ante la justicia, Duvalier se presentó por primera vez ante el tribunal de Apelaciones de Puerto Príncipe en febrero de 2013. Recibido entre los aplausos de sus simpatizantes, Duvalier acudió a la audiencia asegurando que había hecho 'lo máximo para asegurar una vida decente a (sus) compatriotas' durante sus años en el poder.

'En la época, el gobierno administraba la miseria, pero las empreass públicas funcionaban bien (...) y los haitianos enviaban a sus niños a la escuela. Yo no puedo decir que la vida era de color rosa, pero la gente vivía decentemente', argumentó entonces.

'A mi regreso, encontré un país desmoronado por la corrupción (...). Es a mí a quien toca preguntar: ¿Qué han hecho con mi país?', exclamó.

© Agence France-Presse

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