Internacionales /

La torpeza de Occidente revitaliza la figura de Evo Morales, el presidente indígena

Víctima colateral del caso Snowden, Evo Morales, el primer jefe de Estado de origen aimara de Bolivia, sigue contando con un fuerte apoyo popular después de siete años en el poder teniendo como estandarte al nacionalismo indígena. Tras el incidente que le obligó a aterrizar en Viena porque varios países europeos le negaron el espacio aéreo, en su país fue recibido como un héroe nacional.

Sábado, 6 de julio de 2013
AFP / El Faro

Un hombre sentado junto a una mujer indígena sostiene un póster de Evo Morales en la ciudad de Cochabamba, donde el presidente boliviano fue homenajeado. tras su accidentado viaje a Europa. Foto Jorge Bernal (AFP)." /></div> <figcaption class=
Un hombre sentado junto a una mujer indígena sostiene un póster de Evo Morales en la ciudad de Cochabamba, donde el presidente boliviano fue homenajeado. tras su accidentado viaje a Europa. Foto Jorge Bernal (AFP).

La Paz, BOLIVIA. En contraste con la imagen de un hombre medio perdido vagando en mangas de camisa por un aeropuerto europeo el martes 2 de julio, donde permaneció retenido en contra su voluntad, el presidente Evo Morales regresó como un héroe a La Paz, donde se le recibió de forma triunfal tras 13 horas de forzosa escala y 17 horas de vuelo, en respuesta a la humillación que sintió el país.

Con pétalos en el cabello y collar de flores sobre una chaqueta negra, un Morales de aspecto cansado denunció desde la gélida pista del aeropuerto de El Alto, a más de 4,000 metros de altitud, la provocación y el desprecio hacia su cargo, su país y “todo un continente”.

Ese mismo día, cinco horas más tarde, cinco presidentes, sus aliados de la izquierda radical en la región, viajarían hacia Bolivia para manifestarle su indignación y solidaridad.

La historia personal de Evo Morales, pastor de llamas en el altiplano andino en su infancia y luego trompetista antes de devenir en cocalero y sindicalista, muestra hasta qué punto el presidente boliviano supo salir adelante en medio de la adversidad.

Según un 60% de los pobladores de origen indígena de Bolivia, uno de los países más pobres de América Latina, Evo es ante todo “uno de ellos”.

Nacido hace 53 años en un hogar pobre y sin electricidad ni agua, en Isallavi (sur de Bolivia), Morales, cuya lengua materna es el aimara, nunca terminó la escuela y vive su presidencia como una revancha histórica.

En su biografía, Morales cuenta cómo creció con siete hermanos, cuatro de los cuales murieron en la infancia, “en una choza de barro con techo de paja de una pieza de tres por cuatro metros. Era la habitación, cocina, comedor, todo junto”. Morales resume su credo con estas palabras: “Lo más importante para mí es trabajar, la escuela, la familia, no robar, no ser perezoso ni mentiroso”.

“El lado ideológico”, dijo, “viene de la lucha sindical. Es otra escuela, el estudio de los aspectos sociales, culturales, políticos, se trata de mi sindicalismo”.

El presidente indígena

Morales ganó dos veces (2005 y 2009) las elecciones presidenciales en primera vuelta y buscará un tercer mandato en 2014. Tímido y con un español no siempre perfecto, el presidente boliviano ha demostrado que sabe resistir y hacer frente a las presiones internacionales, en especial a la de Estados Unidos.

Sus partidarios elogian su modestia, su calidez. Sus amigos alaban su dedicación al trabajo y al diálogo. En la otra orilla, sus rivales denuncian su incapacidad para el consenso.

Morales es de gustos sencillos, como ver televisión, comer entre amigos y jugar fútbol a la menor ocasión que se le presente en su tiempo libre.

Su vicepresidente, Alvaro García, lo describe como “un campesino, un hombre honesto que defiende la soberanía del país”.

“Yo no soy un criminal, soy el presidente”, protestó Morales durante una conferencia de prensa en el aeropuerto de Viena, describiendo su parada obligada “casi como un secuestro” después que cuatro países europeos le negaron acceso a su espacio aéreo ante la sospecha de la presencia en su avión del analista de seguridad estadounidense Edward Snowden.

Bolivia es, con 10 millones de habitantes, el eterno pariente pobre de América Latina.

El país altiplánico ha perdido todos sus conflictos armados, lo que le costó además perder su territorio en la costa del océano Pacífico que le fue arrebatado por Chile luego de la guerra a fines del siglo XIX, una herida que permanece aún abierta.

La colonización y la dominación española fueron de “una violencia inaudita”, indica, a condición de no ser citado por su nombre, un profesor universitario europeo especialista en Bolivia.

“La escala forzosa de Morales en Austria ha sido vivida en Bolivia como una humillación inconcebible” y suscita “una reacción de rechazo muy fuerte” hacia Europa, agrega el profesor.

“Políticamente”, estima el analista boliviano Carlos Cordero, “el incidente diplomático está siendo transformado por el Gobierno en un éxito político para el presidente Morales porque se han generado muestras de solidaridad en Bolivia y el mundo”.

Según Cordero, “da la impresión que va a alimentar un poco más el orgullo del presidente Morales, porque varios dignatarios de la Unasur se han movido como un solo hombre y él se ha puesto a la vanguardia de lo que es el liderazgo latinoamericano, exigiendo explicaciones y disculpas”.

© Agence France-Presse

logo-undefined
CAMINEMOS JUNTOS, OTROS 25 AÑOS
Si te parece valioso el trabajo de El Faro, apóyanos para seguir. Únete a nuestra comunidad de lectores y lectoras que con su membresía mensual, trimestral o anual garantizan nuestra sostenibilidad y hacen posible que nuestro equipo de periodistas continúen haciendo periodismo transparente, confiable y ético.
Apóyanos desde $3.75/mes. Cancela cuando quieras.

Edificio Centro Colón, 5to Piso, Oficina 5-7, San José, Costa Rica.
El Faro es apoyado por:
logo_footer
logo_footer
logo_footer
logo_footer
logo_footer
FUNDACIÓN PERIÓDICA (San José, Costa Rica). Todos los Derechos Reservados. Copyright© 1998 - 2023. Fundado el 25 de abril de 1998.