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El Gobierno envía 5,000 soldados y policías a Michoacán para combatir el narco

El Gobierno mexicano desplegó miles de soldados y policías en el convulso estado de Michoacán, en la costa Pacífica, donde en 2006 empezó la cruenta lucha del anterior presidente, Felipe Calderón, contra los cárteles, y se comprometió a mantener el dispositivo “hasta que regrese la paz”.

Miércoles, 22 de mayo de 2013
Leticia Pineda (AFP) / El Faro

Coalcomán, Michoacán, MÉXICO. El megaoperativo que, según fuentes federales, involucra a unos 4,000 militares y 1,000 policías, se acabó de desplegar el lunes y su objetivo es “devolver la paz” al golpeado y empobrecido estado de Michoacán, aseguraron los integrantes del gabinete de seguridad del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.

El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, declaró que se trata de una estrategia integral que marca “una gran diferencia” respecto a la que lanzó Calderón, basada en el combate frontal a los grupos criminales.

Existe “un mando único, una estrecha coordinación entre todas las fuerzas de seguridad federal, estatal y municipal y un sistema de inteligencia (...) Esperamos que los resultados sean muy diferentes”, afirmó Osorio Chong tras la reunión celebrada en Morelia, la capital de Michoacán.

El operativo estará coordinado por el secretario de Defensa, general Salvador Cienfuegos, quien explicó que sus elementos están garantizando la circulación de personas y mercancías en la conflictiva Tierra Caliente, una subregión de Michoacán donde son comunes los retenes clandestinos de comandos armados y las extorsiones contra empresas y pobladores. Hay que liberar a la población “de ese cáncer que son las organizaciones criminales, que se han fortalecido en el área”, afirmó Cienfuegos.

En un recorrido por Tierra Caliente se observaban el martes numerosos retenes del Ejército mexicano, pero también de las autodefensas, los grupos armados que han surgido desde principios de año en Michoacán y otros estados, y que dicen asumir la misión de defender a sus comunidades de la criminalidad.

En sus retenes, algunos de los integrantes de las autodefensas portan camisetas azules con la leyenda Policía Comunitaria, otros tienen tapado el rostro, y la mayoría van armados con escopetas o pistolas, constató la agencia AFP.

Autodefensas contra Caballeros Templarios

Michoacán es un estado rural del oeste de México, habitado por 4.3 millones de personas, en el que desde hace décadas operan organizaciones narcotraficantes que cultivan marihuana y amapola y producen drogas sintéticas para su traslado a Estados Unidos.

En los últimos meses, además, esta región ha vivido bajo un mandato interino en el gobierno estatal, ya que el gobernador Fausto Vallejo se encuentra de permiso por problemas de salud.

Ante el desbordamiento de las autoridades empezaron a forjarse los grupos de autodefensa, que ya han sostenido enfrentamientos contra el cártel local Los Caballeros Templarios. A su vez, los narcotraficantes respondieron con un sitio de algunas comunidades para cortar su abastecimiento de alimentos y mantener así su dominio territorial.

“Ahora mismo estamos tranquilos porque ya están aquí las fuerzas castrenses, pero eso no garantiza nada, porque los operativos vienen pero también se van”, comentó a la AFP Rafael García, alcalde de Coalcomán, un pueblo de Tierra Caliente.

Michoacán fue la primera región donde el expresidente Calderón (2006-2012) desplegó a las fuerzas militares contra los poderosos cárteles de la droga, una lucha que marcó toda su presidencia.

Los operativos se extendieron después por buena parte del país y generaron una ola de violencia en la que más de 70,000 personas fueron asesinadas durante el mandato de Calderón, oriundo de Michoacán. “Sin duda este refuerzo de la seguridad puede leerse como un fracaso” de la estrategia del gobierno anterior, señala Javier Oliva, investigador en seguridad nacional de la pública Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

La entrega de las armas

En Coalcomán también se conformó un grupo de autodefensa cuando la semana pasada más de 200 vecinos del lugar dedicados a la agricultura, ganadería o comercio, decidieron unirse para enfrentar las extorsiones de Los Caballeros Templarios, explica García.

El alcalde asegura que la autodefensa tiene su apoyo y el de la mayoría de los 9,500 habitantes del pueblo, y avanza que no están dispuestos a entregar sus armas a menos que haya una respuesta eficaz y duradera de las autoridades contra la criminalidad.

“Ahora mismo el grupo está en negociaciones con el Ejército para ver cómo nos van a garantizar la seguridad (...) Llevamos más de 12 años sufriendo extorsiones, secuestros, abusos a nuestras mujeres. El pueblo pide que los responsables sean detenidos y apresados tras las rejas”, afirma García.

Los Caballeros Templarios, formados en los últimos años a partir de la caída de los líderes de otro cártel local denominado La Familia Michoacana, acusan a las autodefensas de recibir armas y operar para la organización narcotraficante Jalisco Nueva Generación, que se cree que está asociada con el gran capo Joaquín Chapo Guzmán.

Hay autodefensas que están “haciendo el esfuerzo por proteger a sus comunidades y otros que no es así, y están financiados por otros grupos”, recalcó el secretario Cienfuegos, que emplazó a la población a entregar las armas o registrarlas legalmente.

© Agence France-Presse

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