Byron Lima Oliva, condenado a 20 años de prisión por el asesinato del obispo Juan Gerardi, es un reo que puede salir de la cárcel a hacerse chequeos con médicos privados en dos vehículos blindados que no son parte del Sistema Penitenciario (SP) y custodiado por agentes de esa instancia.
Durante la audiencia de primera declaración después de ser recapturado, Byron Lima reconoció que ha salido de prisión 37 veces para diversos tratamientos médicos. Sin embargo, solo en diez de esos chequeos ha sido evaluado por médicos del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif).
Los vehículos en los que fue trasladado hacia una clínica dental el viernes 15 de febrero están a nombre de César Lima Pérez. Cuando la fiscalía a cargo de la imputación le preguntó quién era esta persona, el condenado por la muerte de Gerardi reconoció que era un familiar suyo, aunque no detalló el tipo de parentesco.
Como consecuencia de este escándalo, que evidencia la corrupción al interior del SP, su máximo responsable, Luis Alberto González Pérez, fue destituido, según confirmó el sábado el ministro del Interior, Mauricio López.
López explicó que a Byron Lima le dieron permiso para salir de prisión cuatro horas, pero cuando fue detenido en su regreso a la cárcel llevaba nueve horas afuera del centro penitenciario. González había sido nombrado en el cargo en enero de 2012 por el propio ministro.
Además de González, también fue destituida la directora de turno de la cárcel de Pavoncito, Nazaria López.
En una conferencia desde Italia, Otto Pérez respaldó la destitución. “Mauricio López me dijo que no es una fuga y que Byron Lima disfrazaba la salida con una cita, pero eso es una mala práctica en el Sistema Penitenciario”, indicó. El mandatario confirmó que había rumores de casos similares al del Capitán y que la captura fue infranganti. También señaló que el suceso demuestra la fragilidad del SP.
¿Quién es Byron Medina?
El capitán Byron Lima fue condenado en 2001 a una pena de 30 años de prisión, hallado culpable de participar en el crimen del obispo Juan Gerardi. Su condena fue modificada por una Sala de Apelaciones, que calificó su participación como complicidad y no coautoría.
Su estancia en la prisión ha sido controversial: el año pasado el Ministerio Público (MP) reportó la existencia de 11 denuncias de parte de otros prisioneros contra el Capitán por distintos hechos. Desde amenazas hasta, posesión de drogas para consumo, asociaciones ilícitas, entre otros.
En 2012 su petición para redimir su pena fue rechazada. El MP le acusó de formar su expediente de buena conducta con documentos falsos. La fiscalía abrió un nuevo proceso bajo cargos de falsedad.
En la prisión de Pavoncito se erigió como líder entre los privados de libertad. Y al dirigir una cooperativa que administra una maquila –productora de zapatos, pelotas de fútbol, redes, etcétera– ganó el control interno del penal.
En 2003, el sargento Obdulio Villanueva, quien guardaba prisión junto con Byron Lima, fue decapitado. El expediente de investigaciones de dicho crimen registró testimonio de presidarios que lo acusaron de provocar abusos que desencadenaron en el motín que concluyó con la muerte violenta de seis prisioneros. En 2010, la Fiscalía Especial confiscó una agenda que, en apariencia, pertenecía al Capitán. En ella se hallaron anotaciones en las cuales se hacía referencia a nombres de personas acusadas por narcotráfico en México.
Un estratega
Dentro del penal de Pavoncito, donde hasta este fin de semana cumplía condena, Byron Lima es conocido por ejercer poder en la Dirección General, los guardias y los encargados de cada sector. Familiares de internos que han cooperado para pagar los onerosos cobros que exige, hablaron con elPeriódico y coincidieron con ello.
Según los entrevistados, una orden del Capitán bastaba para que el personal del SP realizara una requisa en el plantel. Durante el operativo, todos los reos eran encerrados en sus celdas, lo que Byron Lima aprovechaba para salir o regresar a Pavoncito, reunirse con quien deseaba y “hasta emborracharse con Luis González”, recién destituido director SP, indicó una fuente.
Esa dinámica ideada por Byron Lima también le permitió obtener licor, cocaína, marihuana y crack, así como otros objetos que pudiera comercializar. Para ingresarlos, un guardia de seguridad perimetral lanzaba los productos y estos eran recibidos por cuatro reos que los atrapan con una sábana.
La fuente menciona que los reclusos se ocupaban cada uno de diferentes temas: uno de la venta de cocaína; otro, de marihuana; licores…
Uno de los entrevistados informó que la cocaína tiene mayor demanda, ya que nueve internos designados por Byron Lima se encargan de procesarla, venderla y coordinar su distribución.
Los testimonios recibidos por elPeriódico señalan que el Capitán habría obtenido dinero con traslados de reos adinerados al sector Alaska –dentro de Pavoncito– o entre las distintas cárceles del sistema, con la condición de sacarlos del lugar a cambio de pagar hasta $50 mil dólares.
Desde que Byron Lima llegó a Pavoncito, coordinó que los agentes del SP sacaran a los reos de sus celdas para después cobrarles hasta 5 mil quetzales (unos 640 dólares) por regresar a ellas. Los entrevistados coincidieron en que esta acción ha sido ejecutada durante años en cada sector del centro de detención donde el Capitán cumple su condena.
Los entrevistados también dijeron que las golpizas son ordenadas por Byron Lima y coordinadas por reos identificados como Victor Arreola, Carlos Enrique Chun Choc, Luis Alfredo Escobar Corado, Flavio Dubón Córdoba y Julio Bonilla García, entre otros.
A juicio
El Juez de turno del Organismo Judicial decidió ligar a proceso a Byron Lima Estrada y a seis guardias del Sistema Penitenciario por el delito de encubrimiento propio, si bien estos últimos fueron beneficiados con una medida de arresto domiciliario sin vigilancia.
El juez dictó falta de mérito a Willian Estuardo Salguero Tobar y Selvin Orlando Godoy Godoy, quienes conducían los vehículos donde trasladaron a Byron Lima. Edgar Hernández Franco, jefe de traslados del Sistema Penitenciario, fue enviado a prisión preventiva debido a que el juez consideró que existía peligro de fuga. El juzgador también ordenó investigar a Luis González, exdirector del SP.
“La verdad es que no es culpa del Ministerio Público, sino mal procedimiento de la Policía Nacional Civil y del Sistema Penitenciario en lo administrativo. El juez tiene razón, dejó abierto proceso con un tiempo de 60 días. No quiero pelear, estoy cansado de ver tanta injusticia”, dijo Byron Lima luego de enterarse del fallo.
La columna vertebral de artículo es este otro, publicado en elPeriódico.
