El Ágora /

'Ahora que hay que votar por caras, quizás vengan más políticos'

La cirugía plástica es una rama de la medicina muy peculiar, porque suele atender gente sana, al menos físicamente. En El Salvador, Román Zaldívar es uno de los cirujanos plásticos más reconocidos. Atiende en una clínica cuyo diseño ha sido destacado en revistas internacionales de arquitectura, y eso quizá sea solo uno de los indicios de su éxito.

El Zaldívar le viene de un tatarabuelo, hermano de Rafael Zaldívar, un ex presidente de El Salvador, también médico, que gobernó dos veces el país durante la segunda mitad del siglo XIX. No presume mucho este linaje, es más, habla con poco interés de sus 'parientes lejanos'.

Estudió en la Escuela Americana de El Salvador, luego se fue a un colegio militar a terminar su highschool en Estados Unidos. Estudió medicina en la Universidad en Dallas, luego cirugía en la Universidad de Miami. Se quedó ejerciendo en Estados Unidos por varios años, y desde hace 17 años vive y trabaja en El Salvador, de los cuales estuvo cinco años en el sistema público: en el Hospital Rosales y en el Zacamil.

Es un conversador jovial. De eso uno se da cuenta luego de superar la intimidación de alguien que se presenta pareciendo que lleva 'prisa de médico' y mira con disimulada desconfianza, como queriendo asegurarse de que no está desperdiciando el tiempo que nos concedió. Sin dudas, una hora en su consultorio tendrá un costo que no se regala sin más.

Pero ya en confianza, hablamos de la cirugía plástica, mitos y realidades, del concepto de feo y bonito, de las críticas de la bioética y de las feministas, incluso ideamos una campaña para atraer políticos a su consulta y nos advierte que no se regatea con sus precios.

 


Miércoles, 20 de julio de 2011
Élmer L. Menjívar, Patricia Carías y Frederick Meza / Fotos de Frederick Meza

 

Roman Zaldívar
Roman Zaldívar

 

Pero existe un blanco más amplio, por ejemplo, gente de televisión, políticos...

Viene de todo, extranjeros, políticos, aunque políticos casi no veo. Pero viene gente que económicamente puede, pero lo que te quiero decir es que viene todo tipo de gente. Más que farándula viene la gente salvadoreña. Clase media, clase media alta, clase alta. Yo creo que la clase media ha agarrado un gran auge ahorita, más que la clase alta, la clase media alta. La clase media es la que está buscando, y si se tienen que endeudar se endeudan pero ellos se hacen la cirugía. Es por lo que te estaba diciendo de la competencia, el hecho de tratar de verse mejor, tratar de lucir mejor, competir en un trabajo y dejarse ver, estar ahí. O sea la gente que quiere subir, que viene con un gran empuje y va para arriba.

Para una mujer que quiere ponerse implantes de senos o que quiera arreglarse la nariz o un hombre que quiera ponerse algo, ¿de cuánto es el presupuesto?

Yo les digo a ellas que vengan que aquí las evalúo y les doy un presupuesto   

Le pregunto porque no sé si es diferente en cada persona. Es decir, no sé si me cobraría lo mismo a mí por hacerme la nariz que lo que le cobraría a Elmer o a Frederick.

Lo que te puedo decir es que yo tengo precios fijos, yo no soy el típico salvadoreñazo…

… No se puedre regater pues, ja, ja, ja…

Ja, ja, ja… Yo me entrené  en un sistema gringo totalmente, por 25 años. Yo tengo otra mentalidad y no ando con eso. Siento que hay un precio y en ese precio me baso y quizás de vez en cuando dependiendo del caso podemos hacer ciertas excepciones. Hay cosas de financiamiento que tenemos y un montón de situaciones que tomo en  consideración. Pero realmente el precio mío no ha cambiado, los mantengo.

¿Cuál ha sido la cirugía más cara que ha hecho?

No sé, tú, eso se me olvida a mí, ja, ja, ja… Pero si yo cobraba más en Estados Unidos de lo que cobro aquí.

Ja, ja, ja… Pero por ejemplo en el caso de una liposucción se cobra independientemente de que sea una persona que tiene mucho más que succionarle que alguien que tiene menos... ¿o cómo se maneja eso?

Es que la liposucción no se trata de qué tanto te voy a sacar, sino por las diferentes áreas que tengo que trabajar. Trabajo por áreas como piernas, entrepiernas, flancos, espalda, abdomen, brazos. Y veo cuántas áreas tengo que trabajar y si es muy poco el volumen tomo una decisión porque a veces es más difícil quitarle un poquito de grasa que quitar un gran volumen. Si tenés un gran volumen, con una cánula grande solo succionás. Y cuando tenés muy poquito ya no estás haciendo liposucción sino que estás lipoesculpiendo, estás trabajando como con un cincel para no dejar desordenado, es más difícil.

¿A la semana cuántas personas está operando?

Pues no sé, hay semanas que son muchas y semanas que no.

¿Pero un promedio?

No sé, yo trato de operar una vez al día, generalmente en las mañanas. Y si se llena la mañana de cada día, perfecto, y si no, pues sin modo.

¿Entre mujeres y hombres?

Un 80% y un 20%, respectivamente. Creo que andan entre los 25 años y los 40.

En el sentido social, la cirugía plástica tiene aplicaciones como en los casos del labio leporino. ¿No cree que hace falta gente dedicándose a eso?

Recordá que esos casos no los ves mucho a nivel privado sino que más a nivel institucional. Son casos que los atienden en los hospitales institucionales, yo he visto muy poco a nivel privado. Aunque hoy el volumen es tal, que aunque haya cirujanos que trabajan a nivel institucional, no tienen los materiales necesarios para poder ejecutar ese volumen de pacientes que hay. Y eso pasa en todas las áreas, hay unos programas de cirugía plástica a nivel mundial que vienen de otros países y que hacen cirugías de cierto tipo, como los de corazón abierto u otras cosas, pero muchas de las cosas que ellos trabajan más que conocimiento, requieren material como hilos, tubos y un montón de cosas que necesitas para hacer ese tipo de cirugía y que en los hospitales nacionales no hay.

¿Usted trabajó en el sistema público?

Sí, al principio, trabajé como cinco años.

¿En dónde?

Trabajé en el Rosales y después me quedé trabajando en el Hospital Zacamil.

¿Cree que se ha hecho escuela en cirugía plástica en el país?

Sí, aquí hay una escuela de cirugía plástica, los cirujanos que sacan aquí vienen del Hospital Rosales, creo que hay otra formación en el Seguro Social y en el Militar. Pero la sociedad te exige que si te has graduado en el país hagás al menos dos años más de estudio en el exterior. Te podés ir a otro país y regresar.

¿Y usted nunca ha dado clases, no tiene residentes aquí en la clínica?

No, cuando trabajaba en el Zacamil sí tenía, pero quizás en un futuro podría pensar en eso.

En cuanto a experiencias, ¿cuál es la más difícil que ha tenido?

Yo creo que todas son experiencias difíciles. Las que más se recuerdan son las buenas, cuando reparas algo a una persona que esperó años por esto y esta acaba sumamente agradecida contigo. Son las cosas que se te plasman más, porque problemas en el quirófano siempre ha habido. Yo he visto cosas horribles porque en Estados Unidos hice cirugías de traumas, de emergencias y he pasado por todo, así que vengo de donde asustan. He hecho hasta cirugía de combate en esos hospitales americanos donde hay 30 o 40 heridos en la noche. Pero en este nivel, los casos que más se me impregnan son los casos emocionales, gente que viene destruida o con casos congénitos que han nacido con alguna deformación congénita. Tú te metes, lo mejoras y el paciente queda súper agradecido, cosa que quizás impacta más. Porque si tú sos organizado y sistemático vas a poder controlar cualquier problema en el quirófano.

¿Es posible que después de un procedimiento uno termine no pareciéndose a uno mismo? Uno ve mucha novela mexicana donde la mala se súper opera y queda como si fuera otra persona. ¿Eso es real?

Pues no sé si eso es real. Yo he hecho ciertas cosas en personas que quieren cambiar de fisonomía y sí he cambiado muchas cosas, pero eso es un cambio no solo plástico, sino que de look total, con corte de pelo, que se quitan la barba, trabajamos mucho a nivel de pómulos, metemos implantes en la mandíbula, en la frente y empezamos a cambiar la fisonomía de la cara. No solo tratando de trabajar en el tejido de la piel sino también en el óseo, porque para cambiar la caída de la piel debes cambiar la infraestructura interna.

¿Usted se ha hecho alguna cirugía plástica?

Hasta ahorita no, pero el día que la necesite me la hago. Sin miedo.

 ¿Y ha operado a alguien de su familia?

Hasta ahorita no. Vos sabés que en casa de herrero, cuchillo de palo, je, je, je… Siempre decimos que algún día, porque cuando se tienen las cosas no se valoran. Yo les puedo decir, mirá, hacete algo, y no es que los empuje, pero son ellos los que deciden y, si ya están contentos así como están, pues no.

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