Fuerza Solidaria, el partido más joven que competirá en las elecciones de febrero y marzo de 2024, sigue nutriéndose de las filas de la Gran Alianza Por la Unidad Nacional (Gana), partido con el que el presidente Nayib Bukele ganó las elecciones en 2019 y que se alió con Nuevas Ideas para instalar una aplanadora en la Asamblea Legislativa con una súper mayoría de 63 votos. José Andrés Rovira Canales, expresidente de Gana, ahora es presidente honorario de Fuerza Solidaria, según confirmaron a El Faro Rovira y el presidente del partido Rigoberto Soto.
En las elecciones de 2024, Bukele no parece tener ningún contrincante de peso, de acuerdo a las encuestas. Los partidos opositores que disienten del bukelismo y critican su autoritarismo han denunciado que están compitiendo en condiciones desiguales de recursos y con un árbitro electoral decantado a favorecer al partido de Gobierno. La competencia más ardua, probablemente, ocurra entre los que busquen ser los aliados del mismo presidente, y eso explica por qué muchos de los reconocidos liderazgos de Gana han decidido ayudar a formar Fuerza Solidaria y hacerlo crecer. Gana y Fuerza Solidaria están disputándose el puesto del próximo aliado más fuerte del bukelismo a partir de 2024. Si los aliados de Bukele desplazan en votos a Arena y FMLN, la conformación del próximo Tribunal Supremo Electoral estaría alineada por completo al oficialismo.
Gana por ahora es la tercera fuerza política, después de Nuevas Ideas y de Arena. Desde 2019, se convirtió en aliado del nuevo Gobierno, y ahora que la transición se avecina parece que Bukele ha decidido cambiar de compañero. Gana decidió no competir en las presidenciales y se enfocará en los comicios legislativos y municipales, para los que ha propuesto candidatos en los 14 departamentos y en los 44 municipios que conforman el nuevo mapa que entrará en vigor a partir de 2024. Por otro lado, Fuerza Solidaria buscará diputados solo en nueve departamentos y presentará candidatos para 38 de los 44 municipios en disputa, según confirmó Soto el jueves 23 durante la inscripción de candidaturas para concejos municipales.
Fuerza Solidaria nació legalmente en abril de este año, pero su novatez contrasta con la experiencia política de varios de sus miembros y dirigentes que estuvieron por años en partidos de derecha, como el propio presidente Rigoberto Soto o Rovira, el nuevo presidente honorario.
Fuerza Solidaria es un partido que nació bajo muchas dudas. Estuvo a punto de quedarse fuera del proceso electoral pero a última hora obtuvo el favor del cuestionado Tribunal Supremo Electoral y este le dio vida oficial en abril pasado a pesar de incumplimientos en el procedimiento. La Constitución, el Código Electoral y la Ley de Partidos Políticos establecen plazos para inscribir un partido y Fuerza Solidaria no los cumplió. Aun así, los magistrados del TSE decidieron darle un mes de gracia bajo el argumento de que no alteraba el calendario electoral.
Ahora Andrés Rovira, de 76 años, es el presidente honorario de este instituto político. Rigoberto Soto dice que se trata de un reconocimiento. “Quisimos rendirle un homenaje”, dijo y, en seguida, agregó que “don Andrés siempre ha estado muy cercano a las causas nobles y a los que decidimos convocar a un nuevo partido”. Soto dijo que él, personalmente, invita “muy seguido” a Rovira a que asista a reuniones del partido.
Rovira, sin embargo, tiene otra versión de las cosas. Consultado a través de una llamada telefónica el sábado 25 por la tarde dijo: “Sí, soy presidente honorario, pero no he asistido a ninguna reunión. No manejo ni recursos ni decisiones ni nada por el estilo”. Rovira aceptó que participó en la creación de Fuerza Solidaria pero en la entrevista con El Faro se mostró reacio a brindar detalles.
—¿Usted ayudó a fundar Fuerza Solidaria, don Andrés?
—Sí, claro.
—¿Cómo tomó esa decisión?
—Mirá, si querés nos vemos en la iglesia y me confieso con vos ahí.
—Se lo preguntaba porque es un partido político y eso es de interés de la prensa.
— Sí, pero yo te explico que no he asistido a ninguna reunión y no tengo ningún poder de decisión.
A Rovira se le mencionó que había aparecido en imágenes y videos de cuando la fórmula presidencial de Fuerza Solidaria llegó a inscribirse al TSE a finales de octubre. Incluso se reunió con los magistrados del TSE en esa ocasión. El presidente honorario, sin embargo, lo negó rotundamente. “No estuve ahí”, dijo.
Rovira es un experimentado político. Fue miembro de la cúpula del partido de derechas Arena, en 1999, como director de comunicaciones, y luego, durante el último gobierno de dicho partido, entre 2004 y 2009, fue presidente del Fondo de Inversión Social para el Desarrollo Local (FISDL). En ese período, específicamente en 2007, Rovira fue beneficiado con la entrega personalizada de fondos provenientes de la llamada 'partida secreta' de Casa Presidencial por los cuales nadie pagaba impuestos y que se hacían en efectivo. Rovira aparece como firmante de un recibo por 10,000 dólares.
A finales de 2009, Rovira se convirtió en el presidente de Gana. En enero de 2010, se conoció además que Rovira no solo sería el presidente de Gana sino que también acababa de recibir 1.3 millones de dólares de parte de una empresa del expresidente Antonio Saca (2004-2009) como parte de la venta de la corporación ABC (dueña de 7 frecuencias radiales).
En aquellos años, casi nadie se atrevía a denunciar con nombre y apellido que los diputados que abandonaron el partido Arena y formaron Gana eran parte del experimento democrático con el que el exmandatario Saca quería mantenerse vigente en la escena partidaria. El lunes 15 de octubre de 2012, el entonces vicepresidente de Arena, Jorge Velado (ya fallecido), dijo que Rovira era una de las cuatro personas que habían estado intentado “comprar” la voluntad de diputados de Arena para pasarse a Gana. También señaló al diputado Gallegos; al exdiputado Miguel Ahues; al expresidente Antonio Saca y a su primo, Herbert Saca.
Ahora, con procesos judiciales de por medio, se sabe que Saca y el expresidente Mauricio Funes (2009-2014) confabularon para crear Gana y así ayudarle al FMLN a gobernar en la Asamblea Legislativa. Tan cercanos eran Saca y Funes que Rovira llegó a ser mencionado como probable funcionario del gabinete del primer gobierno del FMLN, aunque eso nunca llegó a concretarse.
En junio de 2011, como parte de su pacto, el FMLN y Gana se repartieron la Corte de Cuentas de la República, institución encargada de la fiscalización de fondos públicos, a manera de que uno de los tres magistrados fuese Rovira. En enero de 2013, la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia sentenció que ese nombramiento había sido ilegal debido a que la Asamblea Legislativa no demostró que había designado a los mejores funcionarios. Al momento de su nombramiento, Rovira aparecía ligado a 29 procesos aunque en la mayoría de esos casos había sido absuelto o eran expedientes que se habían archivado. Solo dos juicios de cuentas permanecían activos y Rovira admitió en 2012 que pagó las multas ya cuando estaba al frente de la institución que lo multó.
Rovira fue presidente de Gana durante 10 años, hasta noviembre de 2019, nada mal para un administrador de empresas a quien ningún otro miembro en el partido conocía de antes. “Él nunca colaboró con nosotros. No jugó ningún papel porque no perteneció a Gana, somos nosotros los que le ofrecemos a él la posibilidad de dirigir Gana (…). Fue una tertulia donde él decidió apoyarnos. Es una persona que espontáneamente decide sumarse al proyecto”, decía el exdiputado Miguel Ahues en aquellos años. Su desconexión con los fundadores de Gana solo abonaron a la tesis de que Rovira había sido colocado en el puesto por alguien más.
El poder delegado a Rovira, de hecho, parecía relativo. Detrás suyo siempre hubo alguien con más poder. “Herbert Saca (primo del exgobernante) es el verdadero presidente de Gana. Aquí en la Asamblea Legislativa todo el mundo lo dice, que cuando quieren hablar algo directamente le hablan a Herbert Saca, no a Andrés Rovira”, explicaba a El Faro el entonces diputado del PCN Antonio Almendáriz.
Con Rovira en Fuerza Solidaria, hay quienes ven las manos de Herbert Saca manejando los hilos del nuevo partido. Guillermo Gallegos, el último gran dirigente que tiene actualmente el partido Gana, ha dicho abiertamente que Herbert Saca es el responsable de haber creado a Fuerza Solidaria. El Faro le preguntó a Rovira si Saca estaba también entre los fundadores: “No tengo comentarios”, dijo, y ante la repregunta, repitió la respuesta. Soto es más categórico: 'Herbert Saca no es fundador, no está en el concejo directivo, no es afiliado, nada”. Este periódico le preguntó si Saca era financista: “Nada que ver”, respondió.
La ruptura Gana- Fuerza Solidaria
El 18 de enero de 2022, Gallegos ya hablaba de una ruptura con Herbert Saca. “Herbert no es bienvenido en Gana”, dijo y también lo acusó directamente de intentar comprar con dádivas a alcaldes de Gana para luego incorporarlos a Fuerza Solidaria. En una entrevista del 2 de febrero de 2022, Gallegos también señaló a Rigoberto Soto y a un exalcalde de Gana, Colombo Carballo, de Lolotique, San Miguel, de operar en nombre de Herbert Saca. “Carballo se comunicó con otros miembros de Gana de San Miguel y les manifestaba que quien estaba detrás de esto era Herbert Saca y que les estaba ofreciendo ayuda económica y proyectos”, dijo Gallegos. El 23 de febrero de 2023, el nombre de Carballo apareció en la lista de miles de firmantes que respaldaron la creación de Fuerza Solidaria. La lista fue publicada en dos periódicos de circulación nacional.
Además, Fuerza Solidaria ha juramentado como directores departamentales a exdiputados de Gana, como Jesús Grande, en La Paz, y en la dirigencia también hay exlegisladores de Gana como Juan Pablo Herrera, que es director de comunicaciones, y Abilio Orestes, vicepresidente de campaña.
Soto acepta que han incorporado a sus filas a antiguos miembros o candidatos de Arena y Gana, partidos de derecha, pero rechaza que la intención sea drenar a esos partidos. “Nunca buscamos estructuras (militantes) ni de Gana ni de otros partidos, simplemente son liderazgos que se han ido sumando, en todo el país”, dijo Soto.
Soto explica así las razones por las que en enero de 2022 anunció la creación de un nuevo partido. “El bipartidismo que gobernó el país provocó que si eras de derecha tenías que ser de Arena y si eras de izquierda tenías que ser del Frente. Pero la nueva realidad política lo llama uno a decir que con ideologías no le resolvemos los problemas a la gente”.
Muy aparte de las ideologías, la historia parece estarse repitiendo: con la llegada de un nuevo Gobierno, el poder se reacomoda y se redistribuye, es apetecido por todos y eso provoca el surgimiento de nuevos aliados. Así como en 2009, el arribo del nuevo Gobierno del FMLN propició una ruptura en Arena para crear los aliados de turno, así ocurrió con la llegada de Bukele, que parece estar gestando a otro partido de las propias entrañas de Gana.
Al ganar Bukele, Gana se despidió del FMLN, su viejo aliado, y comenzó a sufrir disputas internas. La ruptura comenzó a ser evidente apenas un mes después de iniciado el gobierno de Bukele, en julio de 2019, en medio de las discusiones para designar al presidente del Tribunal Supremo Electoral que por ley les correspondía. Mientras Rovira anunciaba unos nombres a nombre del partido, Gallegos y otros diputados del partido los rechazaron por no haber sido consultados.
La división aumentó a mediados de agosto cuando Rovira dijo que, por padecimientos de salud, prefería apartarse de la presidencia del partido y comenzó a impulsar a su sucesor Rigoberto Soto, un diputado por el departamento de Usulután. Gallegos denunció aquello como otra violación a un acuerdo que supuestamente existía. “El primer paso lo dieron Herbert y Rigo Soto y lanzan una candidatura sin consultarnos”, dijo Gallegos, en una entrevista en el extinto programa 8 en punto del canal 33. Gallegos entonces se autopostuló para presidente en un intento de detener a Rigoberto Soto y a Rovira y, hasta cierto punto, lo logró. En noviembre de 2019, el partido nombró a un tercero como su nuevo líder: el exdiputado y viceministro de transporte Nelson Guardado.
Por aquellos días, Gallegos había estado anunciando que de quedar electo como presidente de Gana él promovería a Andrés Rovira como presidente honorario del partido. “Para él solo tengo aprecio y agradecimiento”, decía Gallegos. Pero aquel nombramiento nunca pudo ser, y cuatro años después, es Rigoberto Soto y Fuerza Solidaria los que lo nombraron presidente honorario.
