El Ágora / Violencia

Denuncias por violaciones en teatro salvadoreño provocan renuncia de funcionario apadrinado por el FMLN

Fernando Umaña, director de teatro y director del Centro Cívico Cultural Legislativo de la Asamblea Legislativa, renunció a su cargo el pasado domingo 3 de julio, una semana después de que fuera denunciado, junto a otros directores y gestores culturales, de cometer abusos sexuales en un reportaje publicado por La Prensa Gráfica.


Miércoles, 6 de julio de 2016
María Luz Nóchez

Una semana después de que La Prensa Gráfica publicara un reportaje en el que una actriz cuenta cómo fue violada por el director de teatro Fernando Umaña, el gestor cultural decidió renunciar a su puesto como director del Centro Cívico Cultural Legislativo (CCCL de la Asamblea Legislativa) el pasado domingo 3 de julio, un cargo al que llegó apadrinado por el partido en el gobierno, el FMLN. 

En el reportaje de la Prensa Gráfica, Fernando Umaña es uno de varios directores de teatro o gestores culturales que aparecen denunciados por una veintena de actrices -entre nacionales y extranjeras-, cuyo objetivo, dicen, es romper el silencio y que se haga justicia. Mientras al menos dos las víctimas se preparan para tomar acciones legales, el señalado insinúa que todo responde a una campaña de desprestigio en su contra.

La renuncia de Umaña llegó dos días después de que asegurara al canal TVX que seguiría en su cargo en la Asamblea Legislativa hasta que se le notificara lo contrario. El miércoles 29 de junio, El Faro pidió a Lorena Peña, presidenta del parlamento y secretaria de cultura del FMLN, una reacción ante las acusaciones que se hacían en contra de uno de sus empleados. La diputada dijo que respetaba mucho a Egly Larreynaga -la actriz que denunció la violación- y su trabajo, pero que mientras no existiera una denuncia concreta ella no podía tomar acciones. “La Prensa Gráfica no es para mí una fuente de información sólida y mientras no haya una denuncia no puedo emitir opinión”, dijo.

Cinco días más tarde, y luego de que Karla Hernández, diputada de Arena y presidenta de la comisión de la mujer y la igualdad de género, anunciara que enviaría una carta a la Junta Directiva de la Asamblea para pedir que se documentara el caso y se tomaran las medidas pertinentes, Umaña presentó su renuncia. En su escrito, el director deja claro que su decisión responde, además, a la intención de evitar descalificaciones para la gestión de Lorena Peña como presidenta de la Asamblea, a partir de las “altas probabilidades” del tema de ser incluido en discusiones a nivel político. 

Fue Peña quien hizo pública la dimisión del director del CCCL por medio de su cuenta de Twitter, en donde reiteró que no procedía despido si no existía una denuncia, y que la institución que dirige no es un juzgado ni fiscalía para procesar al ahora exfuncionario.

En su carta de renuncia, Umaña alega que, aunque es frecuente que ocurran abusos en el ámbito de las artes escénicas como los que se le atribuyen, “...lejos de explorar e investigar este problema, los motivos del referido artículo parecen más bien encaminados a desacreditar mi trabajo profesional de tantos años. Este es un periodismo parcial, sin balance y tendencioso [...] una herramienta para provocar serios daños a los ciudadanos que, como en mi caso, decidimos poner nuestra experiencia a través de nuestro trabajo como servidores públicos para generar un cambio en nuestra sociedad”. En el texto, el gestor cultural habla de vulneraciones al honor, su dignidad y presunción de inocencia, y sugiere que tomará acciones legales para defender sus derechos. No puede alegar, sin embargo, que las declaraciones de las actrices lo tomaron por sorpresa. Tanto Egly Larreynaga como la también actriz Rosa Salguero se comunicaron con él vía correo electrónico en 2012 y 2014, respectivamente, en un intento por cerrar ese capítulo. Con la primera se disculpó; a la segunda le respondió que creía que todo lo que había sucedido entre ellos había sido acordado y que él nunca se había enterado de que la había hecho sentir mal.

Fernando Umaña es un gestor cultural que se ha dedicado por más de 40 años al teatro, entre el grupo Sol de Río y el Teatro Estudio de San Salvador, y durante 15 años fue el encargado de organizar el Festival Centroamericano de Teatro “Creatividad sin fronteras”. Entre 2009 y 2010 dirigió el Teatro Nacional de San Salvador, y en 2015 asumió como director del Centro Cívico Cultural Legislativo (CCCL), ubicado en la Villa Dueñas.

El Faro entrevistó a Larreynaga y Salguero. Según dicen, al contar sus historias también buscan que se deshaga la cadena de abusos a la que están expuestas los aprendices de teatro, normalizadas por la relación de confianza que se establece entre maestros y alumnos.

Según el relato de Larreynaga, Umaña abusó de ella cuando viajaron juntos a un festival de teatro en Nicaragua. La actriz había llegado al taller del director de teatro luego de que sus primeros maestros en las tablas, Saúl Amaya, Fidel Cortez y Francisco Cabrera salieran del país: “cuando ellos se fueron, me dijeron que las manos en las que más confiaban eran las de Fernando Umaña. Él estaba haciendo teatro de la manera en que yo quería hacerlo”. Entre ambos existía una relación de confianza en la que incluso ella le había confiado el historial de abusos sexuales que había padecido desde su infancia. En el cuarto de un hotel en Nicaragua, Umaña se aprovechó de su condición de maestro para acercarse a la joven actriz y fue así cómo abusó de ella, pese a que Larreynaga insistía, en vano, diciéndole que 'no'.

Salguero coincide con Larreynaga en lo que la atrajo hacia el taller de teatro de Umaña: conocía su trabajo y le parecía “grandioso”, y por eso decidió aceptar cuando la invitó a unirse a su compañía, el Teatro Estudio de San Salvador. Entre ambos también se estableció una relación de confianza: “Fernando se acercaba mucho, parecía en buen plan, platicaba mucho conmigo, pero solo lograba sentirme nerviosa, aunque sin tener una razón específica”, relata. La actriz, que desde 2014 vive en México, cuenta a El Faro que en una salida de amigos, Umaña avanzó hasta el manoseo. Con el tiempo, Salguero y Umaña fueron pareja, pero la actriz lo acusa de tomar ventaja de su papel de maestro y de la admiración que sentía por su trabajo para acercarse emocionalmente a ella. La actriz tenía 19 años. El director era 36 años mayor que ella.

Antes de conocer a Umaña, la actriz contó a LPG cómo fue abusada por otro profesor de teatro que tuvo en el Centro Nacional de Artes (Cenar). Se trata del director Filander Funes (ya fallecido), quien insistía mucho en clases con conversaciones sexuales, hasta que la asaltó, abrazándola, apretándola y besándole el cuello. 'Yo no hallaba cómo pararlo, cómo reaccionar', dijo Salguero, citada por LPG.

La inauguración del CCCL estuvo precidida por el diputado Guillermo Mata, del FMLN, Gloria Anaya, directora del Distrito 1 de la Alcaldía Municipal de San Salvador, Francisco Olavarría, embajador de México, el diputado Norman Quijano, de Arena, y Fernando Umaña, director del CCCL. / Foto de Malu Nóchez.
La inauguración del CCCL estuvo precidida por el diputado Guillermo Mata, del FMLN, Gloria Anaya, directora del Distrito 1 de la Alcaldía Municipal de San Salvador, Francisco Olavarría, embajador de México, el diputado Norman Quijano, de Arena, y Fernando Umaña, director del CCCL. / Foto de Malu Nóchez.

“¿Por qué tienen que esperar que haya una denuncia para actuar?”, reclama Salguero, hoy que conoce de la renuncia de Umaña. Ella asegura que los antecedentes de Umaña no eran nuevos para el partido: “Sé, claramente, por vínculos de primera mano, que (Lorena) Peña, así como algunos más, ya sabían del pasado nebuloso de Fernando Umaña; ya sabían que tenía ruidos de chicas que habían sufrido violencia de género con él, y pese a eso, no les importó, porque ahí estuvo el señor, cuando le convino, dando la cara y poniéndose al lado de toda esta gente, solo para obtener un hueso”. El gestor cultural fue pieza clave en el movimiento de artistas que acompañó la campaña presidencial de Salvador Sánchez Cerén y el encargado de organizar los números artísticos en la toma de posesión de Sánchez Cerén y en el recién finalizado Foro de Sao Paulo, celebrado a finales de junio pasado en San Salvador.

Para Egly Larreynaga, “lo interesante es que haya tenido una repercusión. Para mí algo de justicia se ha hecho con que sea público, que esa persona que andaba ahí tan tranquila ahora sea señalada. Ya basta de estar calladas. La idea es que se visibilicen todos los casos”, dijo.

Según la actriz el fin último es que haya repercusiones legales. Larreynaga y un colectivo de artistas, han convocado a una reunión a la abogada Bertha María de León, una exfiscal y ahora litigante, para que las asesore. De León ganó notoriedad durante el juicio contra el expresidente Francisco Flores, acusado de desviar $10 millones donados por Taiwán a la presidencia de El Salvador para favorecer al partido Arena.

Larreynaga lamenta que aunque hubo actrices de su generación que dicidieron romper el silencio y contar sus historias en el reportaje de La Prensa Gráfica, hay una barrera de silencio más importante por superar: “Ha habido pronunciamiento de mujeres y jovencitas, pero no de los grandes nombres del teatro salvadoreño. El silencio también es cómplice, el gremio no ha hecho un pronunciamiento”, dijo.

En la mañana del 6 de julio, la Secretaría de Cultura emitió un escueto comunicado 'ante las últimas situaciones de denuncias por acoso sexual a mujeres artistas'. En el escrito, firmado por la secretaria de Cultura, Silvia Elena Regalado, la Secultura solo dice que reconoce 'el derecho inalienable de toda mujer y respalda su ejercicio'. 

A nivel institucional, a Larreynaga solo el Instituto salvadoreño para el desarrollo de la mujer (Isdemu), por medio de su directora ejecutiva, Yanira Argueta, le ha ofrecido asesoría legal y atención psicológica. Con la diputada Peña tiene programada una cita, que, según lo pautado, tiene que ver con proyectos para La Cachada, el grupo teatral de vendedoras ambulantes que dirige desde 2013.

*Fe de errata: en la versión original de este artículo se atribuía que uno de los asaltos que sufrió la actriz Rosa Salguero había sido cometido por Fernando Umaña, cuando ella estaba refiriéndose a Filander Funes, director de teatro fallecido en 2015. 

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