Unos 200 familiares de pandilleros presos marcharon este miércoles en calles de San Salvador para exigir al gobierno que se reanuden las visitas en las prisiones que resguardan a miembros de esas bandas delictivas.
Desde el 29 de marzo, el gobierno mantiene el estado de emergencia en las seis cárceles que albergan a miembros de pandillas, lo que suspende las visitas de forma absoluta y mantiene a los internos dentro de sus celdas las 24 horas del día.
El movimiento de familiares de pandilleros presos escribió una carta pública al titular de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, David Morales, en la que denuncian que las medidas extraordinarias adoptadas por el gobierno y el cierre del Centro Penal de Cojutepeque han llevado el hacinamiento carcelario a situaciones límites.
El 16 de junio se clausuró la cárcel de Cojutepeque, que albergaba a pandilleros de la facción Sureños del Barrio 18. Eso obligó a distribuir a 1,282 internos de ese centro en dos prisiones, Quezaltepeque e Izalco, llevando el hacinamiento carcelario al 259 %: 34,856 personas viven en recintos con espacio para 9,709.
Los manifestantes aseguran en su comunicado que la cárcel de Quezaltepeque es la más afectada por el cierre de la de Cojutepque. Mil internos fueron trasladados a ese centro. Denuncian además que las mujeres privadas de libertad deben permanecer las 24 horas del día en sus celdas con sus hijos menores de cinco años.
Los manifestantes, en su mayoría mujeres jóvenes, se congregaron en la plaza del Divino Salvador del Mundo, y desde ahí marcharon hacia Casa Presidencial. 'Exigimos se nos permita visitar a nuestros familiares, son seres humanos', 'Somos madres y queremos ver a nuestros hijos', 'Pedimos al presidente que nos escuche y atienda nuestras peticiones', fueron algunas de las exigencias plasmadas en carteles.
'Queremos que los del gobierno se pongan la mano en su conciencia y piensen que no es justo que no nos dejen visitar a nuestros familiares que están presos', dijo a la prensa Estéfani Salguero, una de las demandantes que marcharon buscando llegar a Casa Presidencial. No obstante, la Unidad de Matenimiento del Orden (UMO) colocó una valla de alambre de púas en la calle para cerrar el paso a la marcha, que no pudo llegar hasta la casa que alberga el Poder Ejecutivo.
Aunque el comunicado representa las demandas de los familiares de los internos de la Mara Salvatrucha y de las dos facciones del Barrio 18 –Sureños y Revolucionarios-, los manifestantes representaban solamente a los internos de la facción Sureños de la pandilla 18.
La Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos anunció que la próxima semana presentará un informe sobre lo que han podido observar dentro de las cárceles en el período de medidas extraordinarias.