Unos 35 diputados guatemaltecos de diferentes partidos presentaron un proyecto para abolir la pena de muerte en el país, castigo que se encuentra suspendido por vacíos legales, informó este jueves 23 de junio el diputado opositor Ronald Arango, presidente de la comisión de Derechos Humanos del Parlamento.
'Hay estudios que se han realizado y que demuestran que la pena de muerte no es un disuasivo contra la violencia', dijo Arango a periodistas.
El congresista explicó que la Constitución de 1985 faculta al Congreso a derogar la sentencia de muerte.
La aplicación de la pena de muerte en Guatemala está suspendida desde el año 2000 por un vacío legal surgido cuando el expresidente Alfonso Portillo (2000-2004) pidió al Congreso derogar la posibilidad de conceder indulto presidencial.
Sin embargo, el legislativo no ha determinado a quién le corresponde el último recurso al que tienen derecho los condenados a muerte.
La propuesta abolicionista surge días después de que otra comisión emitiera una opinión favorable para discutir en el pleno un proyecto de ley que busca reactivar la pena de muerte para enfrentar los altos índices de violencia, atribuidos principalmente a las pandillas y el narcotráfico.
En marzo pasado, la máxima instancia judicial de Guatemala, la Corte de Constitucionalidad (CC), derogó la pena de muerte por el delito de asesinato, pero la mantuvo para casos de parricidio, ejecución extrajudicial, violación calificada, secuestro, tortura, desaparición forzada y magnicidio.
Ese mismo mes, 73 de los 158 legisladores consultados por el periódico Prensa Libre dijeron estar a favor de apoyar normativas que mantengan en vigencia la pena de muerte. Una reforma penal para abolir la pena de muerte requeriría una mayoría en un congreso que se decanta a favor de mantenerla vigente y en uso.
En el mundo, Amnistía Internacional reporta que para 2016, 102 países han abolido la pena de muerte. En Latinoamérica, solo Cuba y Guatemala tienen en sus legislaciones esta figura. En El Salvador, de los 84 diputados en el congreso, solo hay uno que promueve, de manera insistente, que para acabar con la violencia hay que implementarla vía reforma penal. Se trata del diputado Guillermo Gallegos, jefe de fracción del partido Gana. La instauración de la pena de muerte fueron sus cartas de presentación para las comicios legislativos de 2012 y 2015. Gallegos se convertirá en noviembre próximo en el presidente de la Asamblea Legislativa gracias a un pacto con el FMLN (partido oficialista).