El principal ganador de la reforma de pensiones será el gobierno, que va a contar con recursos para pagarles a todos los actuales cotizantes pensiones mínimas vitalicias de no menos de $207. Las pensiones seguirán siendo miserables, solo que ligeramente más altas, y tampoco hay esperanzas de que la cobertura aumente. Casi todos los expertos concuerdan que de no aprobarse esta reforma, El Salvador viviría una crisis en el pago de pensiones en el año 2024. Aprobada, el problema no desaparece, pero se mueve hasta 2035.