El Ágora / Cultura y sociedad

Los premios Oscar ¿a quién le importan en El Salvador?

¿Son los premios Oscar la mejor conexión que los salvadoreños podemos tener con el séptimo arte? El Faro platicó con algunos artistas y profesionales salvadoreños dedicados al cine o a disciplinas afines, también con representantes de las principales distribuidoras autorizadas y cadenas de cine para conseguir una toma más amplia de la cultura cinematográfica ligada a esta gala que llega a 88 ediciones.


Sábado, 27 de febrero de 2016
Alejandro Córdova y Élmer L. Menjívar

Foto de conjunto de los 121 nominados a las 24 categorías del Oscar 2016 tomada en el tradicional almuerzo en su honor que se llevó a cabo el 8 de febrero en el Beverly Hilton. / Imagen por cortesía para la prensa de sitiol oficial oscar.go.com
Foto de conjunto de los 121 nominados a las 24 categorías del Oscar 2016 tomada en el tradicional almuerzo en su honor que se llevó a cabo el 8 de febrero en el Beverly Hilton. / Imagen por cortesía para la prensa de sitiol oficial oscar.go.com

A unos días de la ceremonia de los premios Oscar, al menos seis de las ocho nominadas a mejor película han pasado por las salas de cine salvadoreñas, y también varias de las que incluyen actuaciones nominadas y otras categorías. Algunas, como Carol estuvieron pocos días, pero otras, como The Revenant llegarán a las cinco semanas. Esta ha sido una circunstancia especial, puesto que en otro años la mayoría de películas empiezan a desfilar por las carteleras comerciales después de la ceremonia. Aunque, según un reportaje que El Faro publicó en 2014, desde ese año, por casualidad o estrategia, al menos  el 60% de las nominadas a mejor película se exhiben antes de la premiación el último domingo de febrero.

Las salas de cine también han mostrado este año más entusiasmo que el acostumbrado. Tanto Cinemark como Cinépolis han lanzado quinielas en sus web para alguna de las categorías más importantes de los Oscar. Por primera vez, las cadenas de cine han motivado a nivel regional a su propia audiencia a contagiarse de la fiebre de los premios de la Academia. Esto no podrían hacerlo si el público no hubiera tenido la posibilidad de ver las películas antes.

El Faro platicó con representantes de las principales distribuidoras para indagar si los Oscar sirven para despertar el interés del público salvadoreño sobre películas que no son protagonizadas por superhéroes de Marvel y DC Comic, ni cuentan historias simples con final feliz, ni muestran acción efectista protagonizada por los guapos y las guapas del momento.

Pamela Palma, representante en El Salvador de la distribuidora regional Mundo-Cine, aclara que las distribuidoras compran las películas antes de las nominaciones. “Nosotros corremos ese riesgo y si obtienen alguna nominación, lo aprovechamos y la movemos más. No solo los Oscar, también los Golden Globe y otros. La gente lo valora más”, dice Palma y asegura que cada vez hay más apertura en las cadenas de cine para exhibir películas de todo tipo y reconoce que antes era más difícil, pero dice que “los cines han visto que las películas de arte tienen su nicho en el país”, y a esto ha contribuído la “publicidad de boca en boca”, las redes sociales y una respuesta positiva del público a estímulos alternativos como los festivales de Cine Francés, Ambulante, Ícaro y otros similares.

Mundo-Cine es la distribuidora con más contenido independiente del mercado regional. El 70% de sus películas son cine-arte. En sus manos estuvo ofrecer Carol, con seis nominaciones, y Brooklyn, con tres. “Nosotros le vendemos a los cines regionales la oferta de películas que tenemos. Les decimos ‘estas películas tenemos, ¿cuáles quieren vender?’”. Las cadenas de cine llegan a un acuerdo para exhibir una película durante una semana. La permanencia de la misma está sujeta únicamente a un factor: la taquilla.

¿Acaso una película nominada tiene más oportunidades de sobrevivir a la taquilla que una no nominada? Para José Roque, representante de Rola Entertainment El Salvador, quienes distribuyen las producciones de Warner Bros, una película nominada sí tiene más ventajas que el resto. Mad Max: Fury Road tiene nueve nominaciones al Oscar, lo cual les ha permitido, incluso, valorar la posibilidad de un reestreno en el país posterior a la ceremonia, puesto que fue estrenada durante el último trimestre del 2015. Rola Entertainment también es la responsable de traer Creed, que cuenta con una de las nominaciones favorita para ganar: Sylvester Stallone como Rocky.

El representante de la distribuidora de 20th Century Fox, encargada de traer The Revenant, con 11 nominaciones (que lleva su quinta semana en los cines salvadoreños con un gran éxito de taquilla), aseguró que los estrenos de su productora suelen ser simultáneos a las fechas en Estados Unidos. Sin embargo, The Revenant fue estrenada la segunda de diciembre en Estados Unidos y en El Salvador no fue sino hasta en enero, un mes después. Otra producción de 20th Century Fox, The Martian, con siete nominaciones, fue estrenada en el país a finales del año pasado. El representante de esta distribuidora dice que la información sobre los criterios y decisiones para elegir qué ofrecer al público son confidenciales.

Pero para que una película llegue finalmente a estar frente a los ojos del público salvadoreño, con premios o sin ellos, debe de pasar por la censura del Estado. El proceso, según el sitio oficial del Ministerio de Gobernación, es solicitar la autorización de cintas cinematográficas a la Dirección de Espectáculos Públicos, Radio y Televisión. Las distribuidoras proponen una fecha para evaluar el contenido de las películas y Gobernación accede. Se reúnen para ver la cinta y la Dirección redacta luego un documento con el nivel de censura, donde dicen el rango de edad sugerido para la película.

Palma explicó que “ya no se puede [como antes] editar ni cortar partes de la película, para eso existe el sistema de edades. Si el dictamen final dice que es para mayores de 18 años, yo intento negociar con ellos, porque yo también la he visto y mientras más segmenten, menos público tengo”. También aclara que ninguna otra institución interfiere en ninguna parte del proceso de autorización, ni iglesias, ni partidos políticos, ni otro tipo de organización.

Calidad, taquilla y política en blanco y negro

Hollywood representa la industria de cine más grande del planeta y la ceremonia de los Oscar se ha convertido en la fiesta del cine más importante de todas. Todos los años, desde 1929, la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas –conocida como la Academia e integrada por aproximadamente 6000 miembros votantes (por invitación y por nominación)– lanza una lista de nominaciones donde reconoce, en diferentes categorías técnicas, la excelencia de las películas y los artistas que participan en diferentes facetas. Los votantes se dividen en 17 grandes categorías, y cada quien vota por las de su especialidad. Solo por mejor película puede votar toda la planilla. Las películas deben haber sido estrenadas en Estados Unidos, obligatoriamente en Los Angeles, entre el 1 de enero y el 31 de diciembre del año anterior a la gala de los premios, con excepción de las películas de habla no inglesa, que desde 1957 tienen su propia categoría en la que caben solo cinco películas del resto del mundo.

André Guttfreund valora que Hollywood compromete cada vez más la calidad por encima de los intereses comerciales: “Hollywood se ha abierto al mundo del cine independiente en los últimos veinte años”, dice el único salvadoreño ganador de un Oscar, en 1976, por mejor cortometraje de ficción. Guttfreund remite a la influencia comercial que tuvo desde sus inicios el Festival de Cine de Sundance, en Utah, Estados Unidos, donde se demostró que habían excelentes películas de bajo presupuesto y que la gente quería verlas. “Los grandes estudios cinematográficos volvieron su mirada al cine de arte y comenzaron a crear pequeñas productoras para financiar películas de bajo presupuesto que, más tarde, se lanzaría como películas independientes que poco a poco han colmado las nominaciones”, dice el cineasta, miembro votante de la Academia, que también aconseja que “no nos limitemos a los Oscar”, al referirse a la búsqueda de la calidad.

Además de la calidad, hay otra invitada a esta gala: la política. Ya no sorprenden las discusiones políticas por las decisiones de la Academia, tanto para las nominaciones como para la elección de un ganador. En diversas ocasiones los premios han servido para reflexionar sobre temas de la actualidad política y social de los Estados Unidos y del mundo, incluso para ventilar situaciones polémicas de la industria misma, como la falta de equidad salarial para hombres y mujeres, o el abordaje de temas como la diversidad sexual y racial.

Este 2016, por ejemplo, ha sido motivo de protestas que las veinte nominaciones a actuación recayeron solo en personas blancas. En enero, un grupo de celebridades afroamericanos, entre quienes figura Will Smith y Spike Lee, convocaron en redes sociales a una especie de boicot y pidieron a los actores y actrices afroamericanos no asistir a la ceremonia este 2016 como una protesta a los criterios de la Academia.

Una de las reacciones de la Academia ante el #OscarSoWhite fue publicar una serie de afiches y vallas publicitarias con los afroamericanos que han recibido el Oscar en la historia del premio. Aquí Lupita Nyong
Una de las reacciones de la Academia ante el #OscarSoWhite fue publicar una serie de afiches y vallas publicitarias con los afroamericanos que han recibido el Oscar en la historia del premio. Aquí Lupita Nyong'o, el presentador de este año, Chris Rock, y Jamie Foxx. / Imagen por cortesía para la prensa de sitiol oficial oscar.go.com

Al hacer cuentas históricas, solamente 14 Oscar se le han entregado a 12 actuaciones negras, que se dividen así: en cinco ocasiones ha sido negro el mejor actor (dos veces Denzel Washington), y mejor actriz solo una vez: Halle Berry. Luego hay siete estatuillas para actores y actrices de reparto y se suma un Oscar Honorífico a Sidney Poitier por toda su carrera, quien ya tenía uno por la mejor actuación de 1963. Y visto desde nuestra esquina, solo siete Oscar han caído en actuaciones hispanoamericanas.

El fundador de la firma de seguimiento de premios Gold Derby, Tom O'Neil, le puso otras cifras a la situación: 'La Academia es aproximadamente un 90 % blanca y 70 % masculina y vemos el triste resultado de eso en la votación', y hace alusión a un estudio de 2012 publicado por el diario Los Angeles Times sobre los votantes de la Academia. Ante esto, Cheryl Boone Isaacs, presidenta de la Academia, manifestó en un comunicado oficial que esto sentaba un precedente. “En los años 60 y 70 se trataba de reclutar miembros jóvenes para mantenerla vital y relevante (a la Academia). En 2016, lo mandatorio es la inclusión, pero en todas sus facetas: género, raza, etnicidad y orientación sexual”, afirmó, sin especificar los mecanismos para hacerlo, pero resulta previsible otra distorsión: que se empiece a votar por “bandos” y no por criterios artísticos, o incluso llegar a los absurdos de crear categorías para cada comunidad: mejores actuaciones negras, mejores actuaciones LGBTI, o según sea el grupo de presión.

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