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'Monseñor Urrutia es un mentiroso: este no es el primer caso de pederastia'

A raíz de la denuncia y la confirmación del caso por abuso de menores contra monseñor Jesús Delgado, la versión del Arzobispado de San Salvador en la que se asegura que este es el primer caso que conoce la Arquidiócesis es falsa. El Faro rescata esta entrevista, publicada en 2003, en el que el protagonista de esta historia es William Hernández, quien procesó en un tribunal eclesiástico y en los tribunales comunes a un sacerdote que abusó de él cuando era un menor de edad.


Viernes, 27 de noviembre de 2015
Sergio Arauz

Hace 12 años, William Hernández confesó una historia de cómo fue abusado por el sacerdote Luis Recinos López. Hace 12 años, William Hernández confesó a El Faro que él fue abusado por un sacerdote cuando era un niño. Hoy que sale a la luz otro caso por abuso de menores en el seno de la Iglesia salvadoreña, El Faro buscó de nuevo a Hernández para actualizar su caso.

De entrada, este activista LGTBI desmiente a Monseñor Rafael Urrutia, quien este jueves 26 presidió la conferencia de prensa del Arzobispado de San Salvador, en la que se dio cuentas del caso denunciado por la secretaria de Inclusión Social, Vanda Pignato. En esa conferencia, el Arzobispado reconoció el caso por abuso sexual de menores cometido por uno de los más altos líderes de la iglesia católica: monseñor Jesús Delgado, vicario general del arzobispado. 

Sin embargo, monseñor Rafael Urrutia, quien presidió la conferencia, dijo algo que no es cierto: él dijo que el caso de monseñor Delgado era el primer caso de abusos contra menores que conoce la Arquidiócesis de San Salvador. William dice que eso es mentira.  'Yo estuve en un Tribunal Eclesial montado por la Iglesia,  el juez era monseñor Urioste', dice Hernández.

A Recinos López, el sacerdote denunciado por Hernández, la Iglesia lo desterró de su parroquia en el municipio de Apopa. 

-La Iglesia dijo que el caso de monseñor Delgado es el primero que conoce la arquidiócesis de San Salvador. ¿Cuánta afirmación hay en esa frase? -le pregunta El Faro a Hernández.

-Monseñor Urrutia es un mentiroso: el de monseñor Delgado no es el primer caso de pederastia.

-¿Usted pudo denunciar su caso ante las autoridades de la Iglesia?- le preguntó El Faro a William Hernández.

-En aquel momento, la Iglesia decía que queríamos aprovecharnos de lo ocurrido en Estados Unidos. Yo fui al Tribunal porque Monseñor Urioste me consiguió audiencia con el arzobispo Fernando Saenz Lacalle. Urioste estaba en contra. El obispo Lacalle me dijo que era mentira y que por eso  no se podía hacer cargo.

En 2010, El Faro confirmó con Urioste su participación en el juicio eclesiástico inerno contra el sacerdote Recinos López.

William explica que el Tribunal Eclesiástico no le dio ninguna constancia de nada, pero la Iglesia se encargó de todo. 'Puso dos abogados para acusado, dos para víctima, la Iglesia pone todos, son expertos en derecho canónico', dice este activista. El Tribunal separó de la iglesia por un año a padre López Recinos.

-¿Y qué pasó con él?-le pregunta El Faro.

-Entiendo que lo restituyeron, pero no le seguí la pista- dice William Hernández. 

En las cortes salvadoreñas, el caso también siguió su cauce. 'Él fue condenado a pagar 25 mil dólares. El mismo juzgado lo sentenció, pero yo no hice un trámite.  Está condenado civilmente, pero sobreseído penalmente, quiero aclarar. Yo tenía que iniciar otro juicio, un civil, pero no lo hice', contó William Hernández vía teléfonica, este jueves 26 de noviembre. 

 

Wiliam Hernández, director ejecutivo en Asociación Salvadoreña de Derechos Humanos Entre Amigos
Wiliam Hernández, director ejecutivo en Asociación Salvadoreña de Derechos Humanos Entre Amigos

En 2003, la plática con este activista comenzó así: 

Cuarenta y cinco minutos después de lo programado, nuestro invitado  llega a Punto Literario con rostro de disculpa. 'Es que vengo de clases', se excusa. Después de platicar de sus dos hijas y sus clases en el Instituto Nacional Damián Villacorta, en el que, en un programa a distancia, cursa Octavo Grado. Wiliam Hernández relata la historia del sacerdote que abusó de él cuando era niño. 'Que me haya gustado o no, y que sea gay no tiene nada que ver. Eso no  importa, el punto es que este tipo sigue viviendo con niños y todavía lo defienden', dice. 

¿Adónde está estudiando?
En el Damián. En educación a distancia y una vez por semana. Pienso ser abogado.

¿Pero por qué hasta ahora? 
Tenía una gran cantidad de pretextos guardados, se me acababa uno y sacaba otro. Y también el reto de que tengo dos hijas que están por salir de bachilleres y que ya me llevan casi seis años de ventaja. El punto es que hasta aquí pude ayudarles en el acompañamiento de sus tareas, pero de aquí para allá, en la universidad, ya no. Quiérase o no, en tercer ciclo, el bachillerato es como el diario vivir. A veces le digo al profesor: '¿no nos podemos saltar este módulo?'. Trabajo para un organismo, soy director, soy coordinador de un movimiento de 14 organizaciones. Ahora estamos trabajando en un proyecto millonario en San Salvador sacando los índices de mortalidad y natalidad...

¿Y por qué dejó de estudiar?
Porque nacieron mis hijas. Tengo dos hijas gemelas. Y comencé a  trabajar. La diferencia de Entre Amigos con otras organizaciones gay es que el movimiento surge de la necesidad de la gente. El trabajo es más autodidacta. No respondemos ante la globalización del mundo gay sobre el derecho de la pareja, al matrimonio, a la adopción... que bueno, son temas que deben de discutirse pero que no son prioridad en este momento.

¿Con qué organizaciones trabaja?
PREVENSIDA, que está compuesto por 14 organizaciones que están ahí, pero que no puedo mencionar porque son grupos que trabajan con la iglesia católica y que han recibido presión del Obispo para desvincularse de la red. Estas organizaciones surgen de la sociedad católica y para ser fundadas necesitan autorización del Arzobispado. Son grupos católicos, pero no son tan radicales y discuten el tema del condón y de las múltiples parejas de una forma más abierta. Pero parece que tuvieron algunos problemas por el dichoso manual de sexualidad. Este grupo se llamaba 'Arquidiocesanos contra el sida', y ahora lo llaman 'Grupo contra el sida'. Ya no pueden expresar ninguna conexión con la iglesia públicamente aunque siguen coordinados por una monja.

¿Son religiosos entonces?
Religiosos que hacen un muy buen trabajo. Siguen dentro de la estructura eclesial. Claro, siempre estuvo la monja, ella es una mujer estadounidense con una visión totalmente diferente. No es por que es estadounidense, sino por su trabajo en el campo. Ella misma ha sido obligada a modificar sus actos. De una fe tradicional y cómoda a una fe más revolucionaria, a lo que antes conocíamos como la pastoral misionera o los grupos eclesiales de base.

 

Usted habla de una petición expresa de Saenz Lacalle para que las organizaciones abandonaran PREVENSIDA.
Sí, pero son dos grupos católicos que estaban en la red inicialmente y  que tuvieron problemas cuando salió el Manual (de sexualidad), que fue revisado y autorizado por un comité extenso dentro del cual estaba el Grupo contra el sida. Entonces el obispo dijo que cómo habían permitido que el manual de sexualidad hablará abiertamente de homosexualidad, de masturbación, como prácticas normales de la sexualidad. Ese fue el problema básicamente. Ellos siempre pertenecieron a PREVENSIDA.

¿Ha tenido algún roce con la Iglesia, un roce directo?
Fijate que no, porque los tenemos agarrados por las manos. No se si ustedes se han dado cuenta de que hay un caso de pedofilia de un sacerdote en El Salvador... Pues el caso es nuestro. Nosotros llevamos el caso con la fiscalía de Mejicanos. El cura tiene ocho abogados. El muchacho nuestro tiene solo un abogado. Sabemos que por ese cura la Iglesia no se atreve a replantear o condenar nuestras discusiones.

(El protagonista de esta plática nos revela, después de un capuchino helado y una hora de charla, que es él el muchacho de la historia que pelea con un solo abogado contra ocho del sacerdote acusado. Con una tímida autorización para que El Faro ponga nombres y apellidos, William Hernández pide justicia).

Un cura abusó de mí y sigue viviendo con niños.

Más que una respuesta, William confesó.
El muchacho de la demanda que tiene un abogado soy yo. Luis Recinos López se llama el cura. No sé dónde está ni dónde vive. Sabemos que es protegido del arzobispo.

¿Y sus papás saben?
No. Bueno no sé. Lo que no entiendo es como todavía la iglesia y algunos lo defienden.

¿Ha iniciado el proceso legal del que estaba hablando?
No quisiéramos meter las manos al fuego... pero te voy a contar lo que pasó. Hace como 22 días se metieron a robar a la oficina nuevamente. Con esta, ya son seis veces. Hay un montón de materiales que pueden ser fácilmente robados y vendidos, pero que no se llevaron. Entran, se roban fotografías, vídeos, documentos y nos rompen toda la casa. Quiebran vidrios y hacen una serie de destrucciones que uno se pregunta si son robos o cateos.

Nosotros tenemos claro que son cateos. No son robos, pero la figura del cateo desapareció desde los acuerdos de paz. Se metieron a todas las 
oficinas, a todas las áreas. Mi área no la rompieron, pero entraron y se llevaron única y exclusivamente el fólder de las citas que la fiscalía 
hace al muchacho. No me tocaron ningún papel, no movieron nada. Faltaba únicamente el fólder, que tenía cuatro citas, el nombre original del 
compañero y las citas ya con el seudónimo que se está utilizando ya en el proceso.

Eso de los seis robos ¿es un caso de un movimiento homofóbico o...?
(El sudor y la agitación con la que llegó han desaparecido de su rostro. Con la misma confianza con la que empezó a contarnos un poco de su historia y la de su organización, continúa...)

Nosotros tuvimos problemas directamente con el batallón presidencial. Desconocemos en realidad cuál es la vinculación que el gobierno tenga con esto. Creemos que son personas dentro de las estructuras de gobierno interesadas en informarse. El punto es que si ustedes llegaran a lasoficinas y pidieran cualquier tipo de información, incluso financiera, se les podría proporcionar, a cualquier persona. Muchas ONG consideran su información financiera como algo muy secreto, pero nosotros no. Manejamos un presupuesto donado por una organización, tenemos tres o cuatro proyectos más pequeñitos, de 5 ó 10 mil dólares, que por más que hagás el intento no podés ahorrar nada. Por lo tanto el manejo de los fondos es completamente transparente.

No tenemos política bajo la mesa, como dicen esos que nosotros los llamamos los 'Grinch' de la sexualidad. La señora de Cardenal... El Grinch se robó al navidad y ella se robó el placer de la sexualidad. 

Ella dice que nosotros tenemos una agenda oculta, que Entre Amigos debe ser investigado por la Interpol y por las oficinas del gobierno porque 
no puede ser que exista en el mundo una organización gay que no promueva el derecho a las parejas del mismo sexo, la adopción de los niños y el aborto. Nosotros no promovemos esas tres políticas.

¿Y sus hijas?
Mis hijas son mis hijas, procreadas. En este proceso de ir y venir sobre la orientación sexual, muchos gay pasan por el impasse de no saber qué son.

¿Y fue traumático?
No tan traumático como para otras personas.

¿Cómo hace con sus hijas? ¿Qué les dice?
Toda mi familia lo sabe. Con ellas llevo una relación completamente abierta, libre de prejuicios en todo aspecto. Y eso ha garantizado que... Yo no podría decir la orientación sexual, pero sí he ganado el respeto de mi familia.

¿Conviven, usted, su compañero y sus hijas?
Yo vivo con mi compañero. Mi mamá, mis hijas y el resto de mi familia viven en la misma zona. Solo caminás cinco minutos y llegás a una casa, llegás a la otra y en cuestión de una hora visitás a toda la familia. No hay ningún problema. Incluso tenía un cuñado que era homofóbico y ahora es completamente diferente. Creo yo que las personas son homofóbicas porque no tienen información. Mi cuñado es una persona completamente tradicional, machista... pero con la información que le hemos dado, no te digo que comprenda, que acepte, pero respeta.

¿Qué tanto le ha costado en otros ámbitos que la gente le respete? Por 
ejemplo, ahora que está estudiando.
Esa es una muy buena pregunta. Cuando decidí entrar a estudiar, decidí entrar de incógnito para ver si todavía tenía vida privada. Entonces entré a estudiar con una de mis guardaespaldas. Tengo seguridad por parte de la Policía. Motivé a otros compañeros de la organización, pero solo entramos tres. La otra compañera ya abandonó el estudio. Solo quedamos la guardaespaldas y yo. Pero hasta ahí nos mantuvimos en el closet, como dicen.

Nadie dice nada en la escuela. Yo tengo 31 años y creo que la mayoría de muchachos no llega ni a los 18. Los temas de discusión que podemos tener en común y que no sean de mi trabajo, en el que llevo 9 años, son pocos. Ellos hablan de fútbol, y yo lo odio. Y si Dios existe me dio un gran castigo, porque mis hijas son futbolistas. Hablan sobre la novia, sobre el fútbol, de lo difícil que es la clase de sociales... y sociales es un 
tema que trabajo.

¿La sirve de distracción?
Lo que quería era descansar un poco de hablar permanente sobre mi trabajo, no sobre mi sexualidad, yo me siento muy tranquilo con eso. Considero que mi trabajo es decirlo. Ahora me toca vivir en la escuela lo que no me gusta vivir. Las bromas machista, incluso un de mis profesores es cortado con machete, cuenta chistes sobre las mujeres... el es cristiano y yo le digo que mejor me cuente chistes de Jesucristo, pero no eso no. Como es posible que haga chistes de alguien que ve y tiene a la par y no de alguien que a saber si existió.

¿Usted cree en Dios?
Sí, y creo que Dios me da ese derecho de cuestionarle a los demás su conducta hipócrita ante ciertas costumbres y prácticas.

Pero no comulga con las ideas del Vaticano…
Yo no sé quién le dio la factura de Dios al Vaticano, no sé quien les dijo que ellos eran los únicos que podían hablar de Dios. Al igual que a Toby, no sé quien le dio la sabiduría, lo que sé es que tiene costumbres machistas y sexistas, y tiene tres matrimonios destruidos, tres demandas por violencia intrafamiliar. Hay curas pedófilos que han violado niños, otros que han matado gente, laicos que hacen lo mismo, y por eso te digo que mi relación con Dios es diferente, porque tengo la capacidad de poder cuestionarlo a él, e igual él a mí.

¿Y qué valores le ha inculcado usted a sus hijas?
Yo les digo que ellas tiene que ser muy concientes de la toma de sus decisiones, específicamente en el tema tan controversial que es sobre su cuerpo. Ellas tienen total responsabilidad sobre su cuerpo. Hemos hablado del aborto, estoy claro y conciente, no acepto el aborto como una opción, pero la respeto. En eso ellas tienen que decidir. Más que todo en esta cultura que nos ha enseñado a ser machistas, homofóbicos, violentos. Los hombres que golpean a las mujeres también sufren, viven en un eterno conflicto, lacerándose ellos mismo. Los valores que he generado en mi familia y especialmente en mis hijas es que respeten las normas sociales, es de respetar.

Pero ¿de qué valores habla?
De la solidaridad, el respeto, el amor. Ellas deben ser solidarias, no pueden criticar y juzgar a las personas.

Ellas juegan un papel fundamental en su vida…
Definitivamente, por ellas en los últimos días hemos estado hablando con mi compañero el punto de retirarnos del activismo.

¿Cree que ser usted figura pública las puede afectar en una sociedad 
machista y homofóbica?
Antes de estar estudiando en el colegio donde están, estudiaron en una escuela pública y yo era uno de la escuela de padres y responsable de la junta directiva de la escuela. El director sabía que era gay, y bueno, yo salgo en la televisión diciendo que soy gay. He hablado sobre el tema de la homosexualidad en los grados de mis hijas y mis sobrinos. Mis hijas han jugado un papel muy importante en la educación de padres, no en que lo acepten, sino en abrir la discusión. Mucha gente gay tiene que vivir oculta porque sus parientes no entienden eso. Y yo no les he nseñado eso a mis hijas. Yo les he explicado que es difícil ser un padre dentro de un closet. Es difícil ser un gay que no tiene el respeto de su hermano heterosexual al que no puede decirle a quién ama o le gusta.

¿Tuvo choques usted con sus hermanos y sus papás?
Nadie se atrevió. Tengo el nombre de un dictador, de Vladimir Lenin que mi papá me puso. Él participó en los comandos urbanos y yo le digo “¿por qué no me contaste? me hubiera sentido orgulloso de vos”. Pero siempre ha habido una relación de respeto con todos. Mi mamá se congrega en la iglesia de Toby, que es el enemigo número uno de la gente gay, y yo le digo a mi mamá que ojalá nunca tenga que elegir entre Dios y yo, porque sé que yo voy a ganar, ella jamás me dará la espalda a mí, pero ella va a sufrir porque va a perder a su Dios. Ella no habla del tema porque no le han preguntado, es evangélica tradicional, pero es del grupo de padres y madres de nuestra organización.

¿Cuáles son los principales conflictos que enfrenta las personas que 
llegan a Entre Amigos? 

En la mayoría de casos es el problema de identidad. Si hacemos un recuento, la mayoría de los que llegan entran diciendo que son heterosexuales y salen gay. La gente cuando recibe la información se da cuenta. Bueno hay una cita bíblica que usa una Universidad que dice, la verdad los hará libres, entonces, eso es lo que hacemos nosotros.

Usted que no está dentro del closet, ¿qué le dice a la gente que sí está 
adentro?
Llegó un momento, yo tenia 18 y vivía con otro hombre. Entonces hicimos un trato con la madre de mis hijas, ellas iban a pasar el 24 de diciembre con ella y el 31 conmigo, entonces a mi compañero eso le era bastante raro, porque no había construido su identidad. Él se fue a pasar ese día con su tía y yo me quedé en el trabajo esperando que me fueran a dejar a mis hijas. Jamás las llegaron a dejar. Pase el 31 solo y sabés lo que culturalmente significa un 31 de diciembre. Entonces me puse a pensar, soy un hombre o soy una mujer, tengo un cuerpo físico de hombre pero una sexualidad definida para mujeres. Soy un hombre, pero me gusta que me traten como mujer, no tenía mucha información pero llegué a la conclusión: yo soy un hombre, punto, amo a hombres, punto.

Pero tenía una relación con una mujer…
Ahí empieza la complicación con las viñetas. Cuando sos izquierdista no vas dejar de ser izquierdista aunque estés en el COENA. Lo que le pasó a la pobre Jacir de Lovo, que un día en su campaña le dijeron que había tocado la guitarra con las FPL en la Universidad Nacional aunque la 
mujer ya no lo haga. Ese es el problema con las viñetas, yo me definí como gay cuando no era gay, tengo prácticas bisexuales, entonces soy 
bisexual porque políticamente tenemos que usar una viñeta, pero bueno, soy una persona como cualquier otra donde mi sexualidad no tiene 
límites. Puedo hacerlo con hombres o con mujeres, pero eso no me define a mí. Yo le digo a mi compañero que tengo sexo con hombres porque no cobran. 

Pero hay hombres que sí cobran....
(La carcajada le nace y en breve vuelve a su talante serio. Entre breves bromas y serios comentarios el activista defiende su postura y la de sus protegidos)
No, claro, pero no son los hombres que a mí me gustan. Eso es un trabajo, el que tenga la necesidad de hacerlo que lo haga. Yo no podría definir la práctica de comercializar el cuerpo como un problema, es un problema social que no es responsabilidad de los que lo ejecutan.

Y las prostitutas...
Ser una prostituta y un trabajador sexual son dos cosas diferentes. La prostituta es alguien que no vende su cuerpo porque quiere, sino que hay alguien que le está obligando a hacerlo.

Pero a algunos hombres se les está obligando a vender su cuerpo.
Es contradictorio, porque a la mayoría de muchachos que están en las calles los han echado de sus casas.

¿Y hay estudios sobre eso?
No. Hay dos estudios recientes sobre el tema del SIDA. Este año pretendemos hacer un estudio sobre seguridad social. Porque dentro de la gente que trabaja en las calles, los problemas más frecuentes son los maltratos del CAM, la PNC y los clientes. Los muchachos que están en sus casas tienen problemas con sus padres y madres. Hay un caso de un muchacho que le estamos tramitando asilo en Estados Unidos porque su mamá lo encadenaba después de darse cuenta que era gay. Es una persona de la Escalón, no estamos hablando de Soyapango ni de zonas marginales.  Lo encadenaban y así con cadenas lo subían al carro y lo llevaban a donde estaban los trabajadores sexuales. El papá llamaba a los trabajadores sexuales para preguntarles cuánto y ellos le decían. En ese momento el señor le comenzaba a pegar a su hijo le ponía una pistola en la cabeza y le decía “¿eso querés de tu vida?”. La gente asocia que ser gay es ser trabajador sexual, asocia que ser gay es ser travestido, y son situaciones totalmente diferentes. No tiene que ver una cosa con la otra.

Los clientes de estás personas...

Son gente de closet. Los clientes son empleados de Hacienda, de seguridad pública, de ANDA, CAESS. Hay mucha gente que vive en el closet su orientación sexual, en muchos casos son profesionales. Después de catorce años de estudiar y tenés un puesto que te garantiza estabilidad personal, pero el hecho de que sos gay te dice que no te merecés ese diploma que tenés colgado en la pared. La gente profesional no establece su orientación sexual como un orgullo, sino como algo que tenés que abordarlo debajo de la mesa. Es triste. No es importante decir que soy gay o no, sino que tengo una particularidad, tener la confianza de decirle a mi mamá o mí papá y familia. Pero por qué a nosotros se nos quiere hacer pagar una estructura cuando así se nos ha construido. Sos hombre, punto. Y les dan un discurso ridículo a las mujeres, y cuando las mujeres quieren decidir sobre su cuerpo ya no son mujeres de bien. Nuestro movimiento surge para desmitificar el proceso de la identidad sexual.

¿Y cómo llega a Entre Amigos?
Soy uno de los cuatro fundadores y uno de los dos vivos.

Dentro del triste recuerdo que disfraza con un relato despreocupado, William hace espacio a su inesperado humor.

Ah, Cómo...
Los otros son medio tontos... No. Uno de ellos murió en el año 2000. Un trabajador sexual nicaragüense. El otro compañero murió ametrallado, por problemas de su trabajo. Tuvo relaciones sexuales con un muchacho que lo llegó a contratar y el papá se dio cuenta y los llegó a balacear a los dos. Solo que al hijo le disparo a las piernas y al compañero al tórax. Nunca se supo quién fue, el papá está libre. El hijo está vivo. Ocurrió en la Roosevelt. Y así tenemos 24 asesinatos sin esclarecer.

Tenemos un Belisario Artiga que no sirve más que para recoger papeles que tira el gobierno. El otro falleció con el virus del HIV. Entre Amigos, que nace en 1994, fue construido por diferentes poblaciones y necesidades. Ya existía cuando yo llegué, eran 80 personas. El punto es que después de los acuerdos de paz, en el periodo de la Sombra Negra, casualmente se metieron a robar en FUNDASIDA, en donde estábamos, y se llevaron específicamente el archivo donde estaban los nombres de las 80 personas y las empezaron a llamar por teléfono, identificándose como la Sombra Negra y amenizándolos que los iban a matar. Y comenzábamos solo nosotros. Planteamos a FUNDASIDA la posibilidad de independizarnos. Eso fue un problema porque ellos recibían mucho dinero por el tema de homosexualidad. Pasamos 6 meses estudiando, todos. Tuvimos el apoyo de dos sicólogos y un trabajador social austriaco.

¿Y cómo van definiendo la población que quieren beneficiar?
Eso es irónico porque hubo un periodo en que empiezan a asesinar a trabajadores sexuales y algunos profesionales. Ahí es donde nos damos cuenta que uno de los primeros profesionales, que es el caso de David Ruiz, un psicólogo del Instituto de Protección al Menor, era gay y él trabajó con nosotros seis meses. Entonces así comenzamos a ponernos viñetas: vos soy gay, yo bisexual, vos transexual, aquella lesbiana. Al principio a los transexuales no los queríamos mucho.

Tenían prejuicios...
Como te digo, todos teníamos prejuicios. Si los heterosexuales tienen prejuicios, nosotros los tenemos redoblados, es un proceso bastante social, porque los que asumen su orientación no tiene educación, porque casi siempre los que asumimos nuestra orientación no tenemos educación técnica.

Y cuando empezaron ya tenían dinero.
No. Aunque FUNDASIDA tenía dinero, pero nosotros nunca nos dimos cuenta.  Después nos empezaron a dar para que nos reuniéramos.

Pero necesitaban el dinero…
Sí, nuestro primer presupuesto fue de 23 mil dólares, cuando todavía teníamos colón. Yo tenía 21 o 22 años y jamás en mi puerca vida había visto tanto dinero. Hicimos un proyecto y empezamos echarlo a andar. 

Aunque tuvimos bastantes problemas para encontrar casa. Visitamos 40 o 50 gentes para que nos alquilaran casa, es más, eso fue poco. No nos querían alquilar hasta que encontramos a una mujer profesional que ni le importó.

Ya se cambiaron…
Sí, pero ahora ya no nos cuesta encontrar casa, porque tenemos dinero.  Somos importantes porque tenemos dinero, no porque consideren que  nuestros derechos lo sean. Ahora nos ven desde el punto de vista comercial. Ahora, irónicamente estamos casi enfrente de Opus Dei.



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