El presidente Salvador Sánchez Cerén, anunció este sábado que la factura de servicios de telefonía, Internet y televisión por cable correspondiente a noviembre incluirá una contribución de 5% con la que se pretende recaudar 100 millones de dólares anuales para proyectos contra la delincuencia.
'Quiero anunciar, luego que la Asamblea Legislativa nos apoyó, que vamos a obtener recursos de una contribución especial y recaudar dinero para enfrentar el tema de la delincuencia (...) y llevarle tranquilidad a la población', aseguró en su programa quincenal Gobernando con la Gente, que transmiten la televisión y radio estatales. 'Con esa contribución especial vamos a obtener 100 millones de dólares cada año', que serán 'para invertir en la seguridad y no se puede usar ese dinero para otra cosa', dijo Sánchez Cerén.
La contribución especial del 5% sobre el valor de la factura en estos servicios se aplicará no solo a la factura mensual por consumo que pagan los usuarios, sino también a todos los servicios que se brindan en esos rubros, como adquisición de teléfonos y accesorios para dispositivos telefónicos, o a la compra de paquetes de navegación en Internet. La contribución especial, que el gobierno niega que se trate de un nuevo impuesto a la ciudadanía, estará vigente por los próximos cinco años.
El presidente explicó, sin entrar en detalles, que parte del dinero que sea recaudado será usado para el pago de un bono anual para los poco más de 20.000 agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) y para unos 7.000 soldados que contribuyen en tareas de seguridad pública. Otra parte de lo recaudado también servirá para que alcaldías del país impulsen programas de prevención de violencia en sus municipios y para financiar becas de estudio a jóvenes pobres. Además se invertirá, dijo, en mejorar la infraestructura de puestos de la Policía y en dotar de mejor equipamiento a esa institución.
El Instituto de Medicina Legal (forense) indicó que entre enero y octubre se registraron en El Salvador 5.614 homicidios, cifra muy superior a las 3.161 muertes violentas registradas en el mismo período en 2014. Después de que el gobierno del expresidente Mauricio Funes lograra un descenso de homicidios en 2012 y 2013 mediante la negociación directa con las pandillas Mara Salvatrucha y Barrio 18 -la llamada 'tregua'-, las cifras de muertes comenzaron a subir lentamente y se han disparado durante este año, después de que el actual gobierno decidiera impulsar una estrategia de conforntación constante de la Policía en los territorios controlados por pandillas.
Según estimaciones de las autoridades, las pandillas cuentan en estos momentos en El Salvador con unos 72.000 miembros, 13.000 de los cuales están en prisión.