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El gobierno de Cataluña promete empezar la secesión, tras ganar elecciones

Una participación récord del 77.5% de los electores dio a los sectores independentistas la mayoría absoluta del parlamento catalán. Aunque el secesionismo no logró la mayoría de votos y desde Madrid se afirma que el 52.2% que acumularon los sectores anti-independencia es un espaldarazo a la unidad, se anuncia un proceso unilateral de ruptura.


Lunes, 28 de septiembre de 2015
AFP

Un hombre vestido como superhéroe, portando una estelada -bandera independentista de Cataluna- y una máscara, celebra después de conocer los resultados preliminares de las elecciones regionales, en Barcelona. Los separatistas obtuvieron la mayoría absoluta en el parlamento de la región y se aprestan a empezar la secesión de España. Foto AFP / Jorge Guerrero
Un hombre vestido como superhéroe, portando una estelada -bandera independentista de Cataluna- y una máscara, celebra después de conocer los resultados preliminares de las elecciones regionales, en Barcelona. Los separatistas obtuvieron la mayoría absoluta en el parlamento de la región y se aprestan a empezar la secesión de España. Foto AFP / Jorge Guerrero

Los parlamentarios catalanes que apuestan por la independencia de su región de España obtuvieron una mayoría absoluta de escaños en las elecciones al parlamento regional de este domingo y prometieron seguir adelantes con su plan: declarar la separación de España en 2017. Con casi 98% de votos escrutados, la coalición Junts pel Sí, del presidente regional saliente Artur Mas, obtuvo 62 escaños. Sumados al partido independentista de izquierda radical CUP, que obtuvo 10 escaños, alcanzarían 72 de los 135 diputados de la cámara regional.

El gobierno conservador español de Mariano Rajoy sistemáticamente denegó por más de dos años un referéndum sobre la independencia de Cataluña, como los celebrados en Quebec (Canadá) o Escocia. Por eso, Mas apostó finalmente por convocar estas elecciones anticipadas. Oficialmente su función era renovar el parlamento y el gobierno regionales pero, en esta ocasión, los independentistas prometieron emprender un proceso para llevar a la constitución de una república independiente en esta región de 7.5 millones de habitantes, con una fecha límite de dos años.

Las elecciones registraron una participación del 77.5%, un récord en los comicios de esta región, que se adjudicaron tanto un bando como el otro. Sin embargo, los independentistas no obtuvieron la mayoría de votos necesarios para ganar un referéndum: juntos sumaron un 47.8% de sufragios. 'La mayoría de los catalanes hemos optado por la convivencia y por la unión', afirmó  Inés Arrimadas, la candidata del centroderechista Ciudadanos, que se estableció como la segunda fuerza política con 25 diputados. Arrimadas que pidió la dimisión de Mas y convocar nuevas elecciones. El voto antiindependentista restante quedó disgregado entre el Partido Socialista (16), el conservador Partido Popular (PP) de Rajoy (11) y la lista creada entorno al antiliberal Podemos (11).

Lo que está en juego con la independencia de Cataluña es el 25% de las exportaciones de España, 19% de su PIB, 16% de su población, su principal puerta a Europa y su principal destino turístico. La hoja de ruta ideada por la coalición Junts pel Sí prevé empezar su andadura hacia la independencia con una declaración de inicio del proceso independentista una vez constituido el parlamento regional. Su intención es abrir entonces negociaciones con Madrid y Bruselas para buscar una salida a la secesión.

Rajoy y su gobierno repiten sin cesar que no aceptarán ningún tipo de negociación para dividir el país. En diciembre, España celebrará unas elecciones legislativas que podrían alterar notablemente el mapa político. El gobierno central español está a punto de aprobar una propuesta de reforma urgente del Tribunal Constitucional que permitiría inhabilitar a Mas por cualquier acto ilegal.

El contraataque de los independentistas, contemplado en su hoja de ruta, sería declarar la independencia unilateral. Y Mas advirtió recientemente que Cataluña podría dejar de pagar su parte de la deuda española, que asciende a casi un 100% de su PIB. 'Si las cosas se complicaran tanto, aunque no tienen por qué complicarse, el problema lo tendría fundamentalmente el conjunto de España', advirtió en una entrevista reciente con la AFP.

Después de conocer los resultados, Mas dijo: 'hemos ganado. Tenemos un mandato democrático (...) y esto nos da una enorme legitimidad para seguir adelante con este proyecto', añadió, cuando celebraba la victoria frente a 2,000 personas que ondeaban banderas independentistas en el centro de Barcelona. Sus aliados de la CUP, reaccionaron con una postura menos triunfalista y más radical. Antonio Baños, líder de CUP, exigió poner en marcha un plan de emergencia social y no escoger como presidente al liberal Mas. En su fiesta de celebración, llamaron a la desobediencia. 'A partir de mañana la legislación española puede y debe ser desobedecida por los catalanes. Hoy nace la república', dijo Baños.

La lectura de los resultados del otro lado del debate es muy distinta. 'La mayoría de los catalanes rechazó la independencia', afirmó en Madrid el portavoz del PP, Pablo Casado. 'Vamos a seguir garantizando la legalidad, vamos a defender la unidad de España', agregó. La incertidumbre sobre las consecuencias inmediatas de la independencia también genera grandes contrastes.  'Estoy emocionado y nervioso, hace mucho tiempo que se habla de cómo solucionar este tema y hoy al menos sabremos cuántos hay en cada lado', afirmaba Toni Valls, arquitecto de 28 años, tras votar a Junts pel Sí en un barrio acomodado de Barcelona. Jonatan Sánchez, de 32 años, pintor en una gran empresa de construcción, votó que no en Badalona, suburbio obrero de la capital. 'Mi trabajo podría verse afectado, mi compañía está en Barcelona pero trabaja mucho en el resto de España y el extranjero', explica.

 Arnau Font, estudiante de publicidad, de 18 años,  viajó expresamente desde Girona, 100 km al norte. 'Esto es muy motivador, esperanzador, porque demuestra claramente que el pueblo de Cataluña quiere la independencia', afirma algo más tranquilo. 'Quiero que nos separemos de España porque desde que tengo uso de razón veo que todo lo que recibimos son ataques, amenazas, como estas últimas sobre la salida del euro o la partida de los bancos', dijo. 'Esto es muy emocionante', declaró a la AFP Agustí Raga, jubilado de 73 años. 'Estamos muy contentos de vivir un momento histórico', agregaba su esposa, Cristina Elgstrom, de 49 años. 

Y, en este contexto, el presidente del País Vasco español, Iñigo Urkullu, reclamó también el domingo 'una consulta legal y pactada' sobre el estatuto de la 'nación' vasca.

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