El papa Francisco criticó a los 'sistemas penitenciarios que no buscan curar las llagas, sanar las heridas, generar nuevas oportunidades', y tildó ese estilo de 'penoso', durante una visita este domingo la prisión de Curran -Fromhold en las afueras de Filadelfia(Estados Unidos). 'Este momento en su vida solo puede tener una finalidad: tender la mano para volver al camino, tender la mano que ayude a la reinserción social', aseguró, señalando que esto 'levanta la moral de toda la comunidad'.
El mensaje del máximo líder de la iglesia católica cobra más importancia porque lo dijo en un país que aplica la pena de muerte, en un momento en que la opinión pública en muchos países de Latinoamérica, como El Salvador, clama por más represión y medidas más fuertes contra los criminales. De hecho, el gobierno salvadoreño tiene previsto que el número de asesinatos siga al alza, como parte de la estrategia de seguridad que implementa.
El jueves en Washington, en un inédito discurso ante el pleno de las dos cámaras del Congreso, el papa Francisco reiteró con fuerza su oposición a la pena de muerte en el mundo. La gran mayoría de los legisladores estadounidenses está a favor de la pena capital, que rige en 31 de los 50 estados del país. Pero, como 10 de esos estados han renunciado en la práctica a condenar a los convictos con el máximo castigo, quedan en realidad 21 que la aplican. En El Salvador, Guillermo Gallegos -uno de los dos presidentes que la Asamblea Legislativa tendrá entre 2015-2018- mociona la pena de muerte como una solución al grave problema de violencia que enfrenta el país.
'Sean forjadores de oportunidades, sean forjadores de camino, de nuevos senderos. Todos tenemos algo de lo que ser limpiados, purificados. Que esa conciencia nos despierte a la solidaridad', dijo el papa a los detenidos, después de estrechar la mano de un centenar de ellos. El argentino de 78 años cumplió así con una actividad que a menudo forma parte de sus viajes pastorales, en el día final de su gira por Estados Unidos.
'He venido como pastor pero sobre todo como hermano a compartir su situación y hacerla también mía', dijo en su discurso. Francisco intercambió algunas palabras con varios de los reos y recibió de regalo una hermosa silla fabricada por los propios detenidos. La visita del papa a la prisión tuvo lugar poco después de una reunión que sostuvo con un grupo de víctimas de actos pedófilos cometidos por sacerdotes, educadores y miembros de sus familias, en la que prometió que 'todos los responsables rendirán cuentas'.
El papa llegó a Filadelfia el sábado procedente de Nueva York y cerraba este domingo su gira de seis días por Estados Unidos con una misa multitudinaria en el festival de familias católicas.