Barcelona, CATALUÑA. La perspectiva de que esta rica región del noreste del país, uno de los motores de la economía española, proclame unilateralmente su independencia -al cabo de un proceso de 18 meses- ha generado una movilización sin precedentes ante esta elección, en la que los catalanes debían simplemente elegir a su parlamento regional.
Pero el presidente de la Generalitat (gobierno catalán), Artur Mas, que eligió en agosto convocar elecciones anticipadas, las presenta como un plebiscito sobre la independencia, a falta de autorización por parte de Madrid para organizar un referéndum como en Escocia, donde en 2014 la población se pronunció en favor de mantenerse en el Reino Unido.
Mas promete proclamar la independencia al cabo de esos 18 meses si las listas independentistas obtienen la mayoría absoluta de escaños (68 sobre 135).
Ese objetivo parece al alcance pues todos los sondeos realizados tras una gigantesca manifestación independentista en Barcelona, el pasado 11 de septiembre, auguran la victoria a los partidos independentistas. Un sondeo publicado por La Vanguardia este domingo les concede 71 a 73 escaños y 47.1% de los votos. Otro de El País les da 76 a 78 escaños y 49.6% de sufragios.
Y ello pese a que, tras minimizar esta amenaza, el gobierno conservador de Mariano Rajoy ha sacado toda su artillería pesada, consiguiendo a nivel internacional apoyos a la unidad de España.
“Estamos determinados a mantener nuestras relaciones con una España fuerte y unida”, declaró el presidente estadounidense, Barak Obama, al recibir el martes al rey de España, Felipe VI.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, aseguró el sábado que apoya la “integridad constitucional y territorial” de España.
Declaraciones similares hicieron anteriormente la canciller alemana Angela Merkel y el Primer ministro británico David Cameron, que recordó que un territorio que hace secesión de un Estado miembro de la Unión Europea dejaría automáticamente la UE.
“España puede estar unificada con Cataluña o sin ella”, respondió Artur Mas. El presidente catalán y sus aliados aseguran que jamás la UE podría prescindir de Cataluña, que con 7.5 millones de habitantes (16% de la población española) produce un 20% del PIB del país.
Riesgo para las finanzas
Incluso los medios económicos, patronales y think tanks, han abandonado en los últimos días su prudente reserva.
En una inédita posición común, grandes bancos y cajas de ahorro españolas y europeas denunciaron el viernes los riesgos que según ellos representaría para las finanzas de Cataluña una secesión, al provocar 'exclusión de la UE y del euro'.
Los dos grandes bancos catalanes, Caixabank y Sabadell, dieron a entender que en ese caso podrían incluso plantearse dejar la región.
Los últimos sondeos fueron realizados antes de esta advertencia, que no inquieta a Artur Mas: “cuanto más movilicen a estos poderes, más votos conseguirá la candidatura que más miedo les da”.
Frente a él, los partidarios de la unidad de España intentan organizarse. Rajoy vuelve este domingo a Cataluña, igual que su adversario político, Pedro Sanchez, líder del Partido socialista, segunda formación a nivel nacional pero muy debilitado en Cataluña pese a su propuesta de reforma constitucional para otorgarle más autonomía a la región.
Los conservadores intentan frenar la hemorragia de votos gracias al partido liberal Ciudadanos, fundado en Cataluña, que defiende la unidad de España pero critica la corrupción que afecta tanto al partido de Mas, el CDC, como al de Rajoy.
Los sondeos le dan a Ciudadanos el segundo lugar en Cataluña, delante de Podemos, el partido de izquierda radical que intenta centrar el debate sobre la injusticia social en un país que apenas emerge de una devastadora crisis económica.
Podemos acepta el principio de un referéndum de autodeterminación para los catalanes, pero aboga por reformar España, para que nadie tenga así la tentación de separarse.
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