Nacionales / Caso Flores Taiwán

Taiwán responde que donativo de $10 millones no era para Arena

Para Taiwán, la investigación por corrupción contra el expresidente Francisco Flores ha sido incómoda como una piedra en el zapato. En enero de 2014, el gobierno salvadoreño llamó a consultas a su embajadora en Taiwán porque ese país ignoró durante dos meses una petición de información sobre las donaciones 2003-2004.  El 31 de agosto próximo, el juez del caso decidirá si existen los elementos de prueba suficientes como para que el exmandatario sea llevado ante un juzgado de Sentencia. 


Lunes, 17 de agosto de 2015
Efren Lemus

El jueves 7 de noviembre de 2013, la embajadora de El Salvador en Taiwán, Marta Chang de Tsien, envía al Ministerio de Relaciones Exteriores de Taiwán un mensaje con etiqueta de urgente: el gobierno salvadoreño necesita un informe que detalle cuánto y para qué el gobierno de Taiwán entregó millones de dólares al expresidente Francisco Flores. La Cancillería taiwanesa recibe la nota diplomática, pero no la tramita con la urgencia que le piden sus homólogos salvadoreños. Pasa un día, pasan dos días… se llega el fin de año, llega 2014 y Taiwán no responde.

Ante el silencio de Taiwán, el gobierno del presidente Mauricio Funes da un golpe de mesa. La noche del 7 de enero de 2014, después de dos meses de que los taiwaneses han ignorado la petición de información, El Salvador llama a consultas a la embajadora Chang de Tsien por “las dilaciones” de Taiwán a las reiteradas y urgentes solicitudes de información sobre los proyectos financiados con fondos taiwaneses durante los años 2003 y 2004.

La 'llamada a consultas' de un embajador es un mecanismo diplomático del que disponen los Estados para manifestar su rechazo o desacuerdo con una decisión o actuación concreta de otro Estado, con el que mantiene relaciones diplomáticas. Generalmente, la 'llamada a consultas' está enmarcada en un momento de crisis diplomática. Por ejemplo, durante el pasado gobierno, el expresidente Mauricio Funes llamó a consultas al embajador de Honduras cuando sucedió el golpe de Estado a Manuel Zelaya, en una maniobra diplomática para no reconocer al gobierno de Roberto Micheletti. En enero de 2014, con la llamada a consultas de la embajadora de Taiwán, el gobierno, por medio del entonces Canciller Jaime Miranda, manifestaba su desacuerdo con el presidente taiwanés Ma Ying-jeou, por la poca colaboración para esclarecer el desvío de los donativos.

“El Ministerio de Relaciones Exteriores, por instrucciones del Presidente de la República, Mauricio Funes, ha llamado a consultas de carácter urgente este día a la embajadora de El Salvador en la República de China (Taiwán) (...) La embajadora Chang de Tsien debe presentarse en territorio salvadoreño a la brevedad posible y permanecerá en el país hasta nuevo aviso”. Eso consignaba un comunicado oficial que la Cancillería colgó en su página web y que, de inmediato, retomaron medios locales e internacionales. El comunicado oficial también informaba de una cita al embajador de Taiwán en El Salvador, Andrea Lee, para reiterar la solicitud de información y para notificarle del llamado a consultas de la embajadora.

El día que el gobierno de Funes decidió llamar a consultas a la embajadora Chang de Tsien fue un día en que Taiwán y el expresidente Flores acapararon los titulares de los noticiarios. Ese día, el 7 de enero de 2014, Flores declaró por primera vez ante una Comisión Especial de la Asamblea Legislativa. Fue cuando dijo que había recibido varios donativos directos del gobierno de Taiwán, que los recibió a título personal, de forma privada, y que la administración de esos fondos no fue vigilada por ninguna institución estatal. Además, en algún momento de la audiencia sugirió que el dinero que recibió fue a cambio de apoyar a Taiwán en foros como el de Naciones Unidas. “El gobierno de Taiwán entregaba fondos directos a aquellos mandatarios, gobiernos, fundaciones, organizaciones políticas que estaban de acuerdo en apoyar a Taiwán en sus aspiraciones de independencia (...) Esos fondos vinieron en cheques directos de parte del Gobierno de Taiwán, eh, a mi nombre y fueron entregados para este propósito”, dijo.

Presionado por la disposición diplomática de Funes y por las revelaciones del expresidente Flores ante los diputados, Taiwán contestó en dos días la petición de información que había ignorado durante dos meses. El 7 de enero de 2014, en la correspondencia EC-103-012, la Cancillería taiwanesa respondió a la Presidencia de la República: “La falta de información de 2004, se entiende que para ser respetuosos de la Ley Electoral de El Salvador, por ser el 2004 año electoral y último año del mandatario de aquel entonces, la cooperación se ejecuta hasta diciembre de 2003, abarcan un monto de 10 millones, los cuales se entregaron y tenía como fin ayudar a solventar las necesidades y beneficiar al noble pueblo salvadoreño”.

Esta respuesta de Taiwán es un documento clave que relaciona al expresidente Flores con el uso indebido de dinero de la cooperación internacional. El Faro reveló en 2014 que fue el partido Arena el que recibió alrededor de 10 millones de dólares provenientes de Taiwán para financiar su campaña electoral de 2003-2004, cuando fue elegido presidente Antonio Saca, el sucesor de Flores. Antes del 9 de enero de 2014, lo primero que unía a Flores con el dinero de Taiwán era la denuncia pública del expresidente Funes sobre el Reporte de Operación Sospechosa (ROS) que emitió un banco de Estados Unidos; y lo segundo eran las propias declaraciones que el expresidente Flores había rendido ante la Comisión Especial de la Asamblea Legislativa.

 

En esta imagen del 25 de mayo de 2001 aparecen el entonces presidente taiwanés Chen Shui-bian (desde hace años en prisión por condena de corrupción) y el presidente salvadoreño Francisco Flores durante un encuentro de presidentes de Centroamérica en San Salvador. Flores fue acusado en 2014 por el desvío de 15 millones de dólares donados por Taiwán. / Foto de Edgar Romero (AFP PHOTO)
En esta imagen del 25 de mayo de 2001 aparecen el entonces presidente taiwanés Chen Shui-bian (desde hace años en prisión por condena de corrupción) y el presidente salvadoreño Francisco Flores durante un encuentro de presidentes de Centroamérica en San Salvador. Flores fue acusado en 2014 por el desvío de 15 millones de dólares donados por Taiwán. / Foto de Edgar Romero (AFP PHOTO)

El Faro tuvo acceso a la documentación confidencial que, entre noviembre de 2003 y marzo de 2004, la Cancillería salvadoreña envió al Ministerio de Relaciones Exteriores de Taiwán. El contenido de esos documentos demuestra que, al inicio del caso, allá por noviembre de 2013, Taiwán guardó con recelo la información sobre las donaciones entregadas al expresidente Flores. Luego, a medida que la elección presidencial de febrero de 2014 se acercaba, y con ella se intensificaba la campaña electoral, el Ejecutivo y la Asamblea Legislativa acelelaron los señalamientos contra el expresidente Flores y, al mismo tiempo, las presiones diplomáticas sobre Taiwán aumentaron. Esa presión diplomática provocó que Taiwán liberara algunos documentos claves para el proceso por corrupción contra el expresidente.

Además de especificar el monto de las donaciones, el gobierno salvadoreño pidió los documentos de los proyectos que se financiarían con los donativos. Esa información no la incluyó Taiwán en la respuesta del 7 de enero de 2014. “Debido a la lejanía en el tiempo y al hecho de haber ocurrido dos alternancias de partidos políticos en el poder, los datos relativos a la asistencia internacional y a la cooperación del período solicitado no se encuentran en posesión del Ministerio de Relaciones Exteriores, ya que fueron entregados a la entidad contralora nacional para su auditoría y conclusión del caso”.

La vuelta de tuerca pendiente

La carta que Taiwán envió a la Cancillería salvadoreña confirma que el expresidente Flores recibió 10 millones de dólares como parte de la cooperación internacional. ¿Son esos mismos 10 millones los que fueron depositados en una cuenta de Costa Rica y que luego se usaron para financiar la campaña presidencial del partido Arena? Esa es la pregunta que la Fiscalía formuló, por medio de la Cancillería, a Taiwán, pero ese país, otra vez, demoró varios días en responder… en responder que no tenía esa información.

La historia de esa otra demora es así. Una vez que la Cancillería recibió la respuesta de Taiwán, el documento pasó a la Unidad de Investigación Financiera (UIF) de la Fiscalía. El 17 de enero de 2014, los fiscales pidieron a la Cancillería ampliar la solicitud de información a Taiwán. “Se solicita poder proporcionar ampliaciones con respecto a la respuesta remitida por el gobierno de Taiwán, se adiciona a solicitud del Sr. Presidente de la República, poder brindar información en relación a los cheques emitidos para los cuatro desembolsos aprobados en octubre de 2003, los cuales suman 10 millones de dólares”.

Pasó un día, pasaron dos días… pasaron 27 días y la respuesta de Taiwán no llegó. En ese lapso, el 28 de enero de 2014, quien sí llegó a declarar por segunda vez a la Comisión Especial de la Asamblea Legislativa fue el expresidente Flores, quien se negó a ratificar su primera declaración, en la cual aseguró que recibió dinero de Taiwán y que lo entregó a los destinatarios. Ese día, cuando los legisladores de la comisión investigadora de la Asamblea le insistían en que revelara la identidad de quienes recibieron el dinero o incluso que nombrara a los funcionarios a quienes había entregado los fondos para que los hicieran llegar a los beneficiarios, Flores se limitó a responder a los diputados: 'No puedo precisarlo' o 'no voy a responder como usted quiera que responda'.

Para esa fecha faltaban cinco días para la elección presidencial que disputaban Salvador Sánchez Cerén, del FMLN, y Norman Quijano, del partido Arena.

La Comisión Especial de la Asamblea Legislativa citó por tercera vez al expresidente Flores para el 30 de enero de 2014, pero él no compareció. Ese día, la Fiscalía decidió enviar un segundo oficio a Taiwán, el 009/2014, en el que reiteraba la solicitud de ampliación sobre la relación de los cheques y los proyectos financiados por Taiwán. Pasó un día, pasaron dos días… pasaron cuatro días y Taiwán no respondió.

La Fiscalía remitió su petición a Taiwán, por tercera vez, el 3 de febrero de 2014, un día después de la elección presidencial. Ni Sánchez Cerén ni Norman Quijano obtuvieron la mitad más uno de los votos válidos para declararse ganador de las elecciones. El Tribunal Supremo Electoral ordenó que el 9 de marzo de 2014 debía realizarse la segunda vuelta.

Taiwán respondió a la solicitud de información de las autoridades salvadoreñas hasta el 13 de marzo de 2014. El Ministerio de Relaciones Exteriores taiwanés mandó a la Cancillería salvadoreña un sobre cerrado, con la etiqueta de confidencial, un reporte ampliado del Departamento de Asuntos Latinoamericanos y Caribeños, con nombre del proyecto y monto invertido. Sin embargo, el informe no relaciona el número de cheque para cada desembolso, la prueba clave que los fiscales buscaban para confirmar que el expresidente Flores desvió dinero de la cooperación internacional.

“Siendo Taiwán respetuoso y confiando en que cada proyecto que se presenta sea conforme a las leyes y reglas de auditoría de El Salvador, cada vez que el gobierno de la República de China (Taiwán) a través de su embajada ha entregado fondos al gobierno salvadoreño, con base en la buena fe que se rige entre ambos gobiernos (...) Con relación al literal C del segundo oficio, sobre los otros detalles del desembolso, se manifiesta que ya se ha solicitado al gobierno realizar los trámites respectivos para obtener dicha información, por lo que, al recibir la respuesta requerida se remitirá inmediatamente”, consigna la nota de Taiwán EC-103-078.

La Cancillería remitió el documento a la Fiscalía el mismo día que Taiwán respondió, el 13 de febrero de 2014. La respuesta de las autoridades taiwaneses repetía, en buena parte, información que remitieron en la primera correspondencia, así que los fiscales decidieron pedir otra ampliación de la información. El 21 de febrero de 2014, en el oficio 198/2014, la Fiscalía solicita una certificación del informe del Departamento de Asuntos Latinoamericanos y Caribeños, y pide copia de los cheques emitidos por The International Commercial Bank of China, con sede en Nueva York, con los cuales se financiaron los proyectos.

Pasó un día, pasaron dos días... pasó la segunda vuelta de las elecciones que ganó Sánchez Cerén y Taiwán no respondió. Fue hasta después del triunfo del FMLN, el 14 de marzo de 2014, cuando Taiwán respondió a las peticiones de los fiscales antilavado. La respuesta no fue favorable para la Fiscalía: Los taiwaneses dijeron que según el Reglamento de Asuntos Consulares de su país, al Ministerio de Relaciones Exteriores de Taiwán no le compete autenticar o certificar los documentos elaborados por los demás departamentos o direcciones del ministerio y, por lo tanto, no pueden certificar o autenticar el informe sobre los montos y proyectos que se concedieron al gobierno del expresidente Francisco Flores.

Taiwán recordó a los fiscales que ese documento fue entregado a la Cancillería salvadoreña y, por lo tanto, su petición no debían dirigirla a Taiwán sino a esa dependencia del gobierno salvadoreño.

Sobre la petición de los cheques girados por The International Commercial Bank of China, Taiwán respondió: “Con respecto a la solicitud de la copia de los cheques, consistentes en cuatro proyectos de cooperación bilateral en el período 2003-2004, que suman 10,000,000 millones de dólares, mi gobierno ya hizo la consulta al banco respectivo, el cual manifestó que según reglamento bancario de la República de China (Taiwán) y la práctica actual, generalmente el banco ocupa las copias de los cheques emitidos dentro de cinco años, y como dichos cuatro proyectos fueron hace más de 10 años antes, este banco todavía no ha podido encontrar las copias de los cheques de aquel momento”.

No conforme con la respuesta, el jefe de la Unidad de Investigación Financiera de la Fiscalía, Tobías Menjívar, envió un nuevo oficio (codificado como 262/2014), fechado 25 de marzo de 2014, en el que solicitó una reunión con el embajador de Taiwán en El Salvador. “Se solicita audiencia con el Sr. Embajador para tratar el tema relacionado al proceso de investigación del caso del Lic. Francisco Guillermo Flores Pérez”.

En este caso, la embajada no demoró su respuesta. El 27 de marzo, la embajada de Taiwán en El Salvador dio un no diplomático a la petición de reunión con los fiscales que investigan al expresidente Flores. “Al respecto, la embajada con el más firme propósito de contribuir con el esclarecimiento del proceso en mención, en varias ocasiones de correspondencias anteriores ha entregado tanto al honorable Ministerio de Relaciones Exteriores como a la Unidad de Investigación Financiera toda la información por escrito que hemos podido encontrar hasta el momento. Por cualquier consulta se sugiere mantener siempre el canal oficial de la Cancillería para una mejor comunicación entre todas las partes”.

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