El Faro Académico /

El cacao como moneda utópica

El uso del cacao como moneda era parte integral de un mundo pipil lleno de abundancia y ajeno a la avaricia. Al menos así lo describía una de las primeras menciones del cacao en Europa.


Lunes, 17 de agosto de 2015
Selección e introducción por Kathryn Sampeck*

El tratado de Francisco Hernández, del que se extrajo el siguiente documento, es una de las primeras menciones del cacao en Europa. Sus lujosas ilustraciones demuestran el interés científico en las propiedades de la planta, mientras que el texto debate el estado moral de las personas que utilizan el cacao como dinero. El texto describe cómo los indígenas que utilizaban el dinero de cacao no estaban dominados por la avaricia, o por la necesidad. En ambos casos la minuciosidad de la descripción es un esfuerzo para alcanzar el potencial humano a través del conocimiento. Las riquezas de las Américas, específicamente en este caso, las riquezas pipiles, conllevaban la posibilidad de un mundo mejor.

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Hernández, Francisco. 1651. Nova plantarum, animalium et mineralium mexicanorum historia...Sumptibus Blasij Deuersini, & Zanobij Masotti Bibliopolarum . Typis Vitalis Mascardi: Roma, p.79. Colección de la biblioteca John Carter Brown de la Universidad de Brown.
Hernández, Francisco. 1651. Nova plantarum, animalium et mineralium mexicanorum historia...Sumptibus Blasij Deuersini, & Zanobij Masotti Bibliopolarum . Typis Vitalis Mascardi: Roma, p.79. Colección de la biblioteca John Carter Brown de la Universidad de Brown.

[…Cacaua Quahuil, grandes cosas se descubren en la consideración deste arbol tocantes à la suerte y miseria humana, por que nos representa que en el antiguo orbe de aquellos tiempos, no se compraban con dineros aquellas cosas de que los hombres tenían necesidad para pasar la vida porque no corrían la moneda de oro ni plata, entonces vivían los hombres trocando una cosa por otra, avisandose los unos á los otros en lo que cada uno tenía, y guardaba hasta que al fín se abrieron los metales con cuño, y se labró; a moneda en que se ven cien mil figuras de cosas esculpidas en pero en a que este nuevo mundo nunca habían entrado muestras de avaricia, ni había la y mención levantado, cabeza hasta que nuestros Españoles lo conquistaron, ni tenían los indios hasta este tiempo en tanta autoridad el oro ni la plata, de que entre ellos habia grandisima abundancia, por que la suma de todas sus haziendas y riquezas consistían en plumas de aves hermosisimas, y en ciertos vincos de tierra para su sementra que se produce a cada paso sin cuidado de nadie estimaban ni tenían en precio esta gente las cadenas joyas y collares ni braçaletes si no los que acaso haziande rosas y flores sin estimar tampoco las piedras preciosas andaban desnudos, vivían vida alegre sin cuidado ninguno de lo venidero no los desvelaba ni traya solicitos la codicia de amontar grandes tesoros, ni de acrecentar estados ni hazienda, vivían sin cuidado del día de mañana, muy a su gusto dandole al buen tiempo en suerte y fortuna humilde, pero mas quieta y dichosa, gozando sin contraste de los bienes temporales de naturaleza, usando de la semilla del cacao en lugar de moneda, del qual alcanzaban cuanto les era necessario para pasar la vida, la qual costumbre hasta el día de hoy en muchos lugares se conserva, …”]

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De CACAUA QVAHVITL, seu arbore CACARI Cacauifera. Cap. XLVI.

At in Cacaua Quahuil, magna deteguntur humanae sortis volumina. in verteri siquidem Orbe, perq. prisca illa tempora, quae vitae hominum erant necessaria, atque adeo apud alios cum deessent quaerenda, non rependebantur aere. nondum aureus argenteusuè nummus circumferebatur, aut pecundum, Regumue, aut Principum simulacra metallis cernebantur insculpta. rerum viuebatur permutatione, vt olim factum cecinit Homerus, & fructuum quos recondebant facta aliis copia, mutuum ferebatus auxilium. tandem aera percussa atque signata sunt, & mille rerum effigies numismatis impressae conspiciebantur. at in nouum hunc mundum nunquam auaritiae signa penetrauerant, aut caput erexerat ambitio, donec nostri, velis ventouè deuecti, impetum fecere. non vsque adeo splendebant illis argentum atque aurum quibus praecipu`e abundabant; auium pulcherrimarum plumae, lintea quaedam gossippina, & gemmae, quae ea fert affiatim sua sponte tellus, erat diuitiarum, & copiarum summa. nondum Armillae, torques, aut brachialia, nisi fortassis concinnata è floribus, plebi innotuerant, aut Margaritae erant illis in pretio. nudi penè incedebant, vitam degebant hilarem. neque vastos congerendi thesauros, aut rei familiaris augendae, veluti de fitiro parum sollicitos, cura euigilabat. in diem viuebatur, indulgebatur genio, humili sorte, sed tranquilla & felici, & potisimis naturae bonis magna cim iucunditate potiebantur. Semen Cacauatl erat illis pro nummo, & eo praecipua vitae praemio, cum opus erat, comparabantur. duratq. in hodiernum vsque diem non non paucis in locis hic mos.

 

*Kathryn Sampeck es profesora asistente en el Departamento de Sociología y Antropología de la Universidad de Illinois. El Texto se encuentra en Hernández, Francisco. 1651. Nova plantarum, animalium et mineralium mexicanorum historia...Sumptibus Blasij Deuersini, & Zanobij Masotti Bibliopolarum. Typis Vitalis Mascardi: Roma, p.79. Colección de la biblioteca John Carter Brown de la Universidad de Brown. Editor responsable de esta entrega: Erik Ching.

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