A inicios de febrero, cuando Augusto Crespín apenas se estaba acomodando en el puesto de director nacional de Artes, al despacho del secretario de Cultura, Ramón Rivas, llegó una solicitud para que una institución educativa privada pudiera utilizar el Teatro Presidente. Esta vez, a diferencia de cuando en marzo la Presidencia ordenó a la Secultura que abriera la cartelera del teatro para una presentación de la nieta del gobernante, no se trataba de una presentación artística, sino de una graduación.
“Estimado Señor Secretario: de acuerdo a nuestra conversación de este día, le envío anexo la nota que fue remitida al Colegio La Floresta en respuesta a la solicitud de alquiler del Teatro Presidente para los días 12 y 13 de junio del año en curso”, reza el correo electrónico que recibió el despacho de Rivas el 5 de febrero a las 4:23 p.m. El correo fue impreso para remitir la orden a la Dirección Nacional de Artes y en la esquina superior derecha se lee “Procede!!! Maestro Crespín, favor coordinar y hacer posible el alquiler”, con fecha y firma de Rivas el 11 de febrero.
El remitente de este correo es Guillermo Funes Cartagena, presidente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), hermano del expresidente Mauricio Funes, quien confirmó a este periódico haber remitido la solicitud del colegio al funcionario como un favor que las autoridades de esa institución le pidieron. “A mí me pareció extraño que les hubieran dicho que no, si siempre han hecho las graduaciones ahí. Mi hijo se graduó del Colegio Lamatepec y ahí la hizo”, dijo, haciendo referencia a un colegio 'hermano' de La Floresta.
En los próximos días se sumaron dos nuevos comentarios a la marginación de esta nota, uno del puño y letra de Crespín. El 11 de febrero, el director de Artes dice: “Contactar al teatro para que dé estas fechas”. No obstante, esta fue tachada al día siguiente y sobre ella escribió: “No se puede, ya habían dado esta fechas desde 2014”.
Establecido esto, Rivas margina un correo posterior con indicaciones para el director de Artes ante la imposibilidad de otorgarles las fechas solicitadas: “Maestro Crespín, favor tomar contacto con La Floresta y ofrecerles otra fecha. Favor dirigirse a esta persona muy atentamente y explicar razones. No olvidar mi recomenda(ción) para evitar problemas”.
Hasta este punto, la Secultura había cumplido en un 50 % con su deber. La normativa del uso de los teatros nacionales establece que una vez cerrado el plazo para solicitar fechas de presentación, las instituciones pueden hacer la petición a la Dirección Nacional de Artes con al menos un mes de anticipación y, si hay espacio disponible, se les conceden las fechas. El 50 % restante se pierde al pasar por encima de las mismas disposiciones de la institución, ya que desde noviembre 2012 se prohibió la realización de graduaciones en todos los teatros nacionales. La prohibición se giró en una nota desde la Dirección Nacional de Artes y se reiteró en 2013, 2014 y 2015. Las únicas que quedaban fuera de esto eran las academias de formación artística con miras a la profesionalización que presentan los resultados de fin de año, entre ellas la Escuela Nacional de Danza 'Morena Celarié' y la escuela de teatro del Centro Nacional de Artes. La medida también está explicitada en la nueva Normativa para el uso de los teatros nacionales que dejó antes de renunciar Tatiana de la Ossa, la predecesora de Crespín.
Aunque El Faro no tuvo acceso al registro escrito en donde se aprueba que las fechas sean otorgadas al colegio La Floresta, sí confirmó que a principios de marzo se cancelaron las fechas del 12 y 13 de junio que originalmente estaban programadas para la presentación de fin de ciclo de los estudiantes de la Escuela de Danza Vivra Dance, y que el motivo por el que no podían darle las fechas, según lo prometido, era porque se iba a realizar 'un evento institucional”.
Al recibir la notificación de que sus fechas estaban canceladas, María Alicia de Escobar, directora de Vivra Dance, se sintió conmocionada y molesta porque la noticia alteraba la programación de las presentaciones, en primer lugar, y por la incertidumbre de no saber si tendría un lugar dónde presentarse: 'Es una desorganización. Yo creo que el personal del teatro tiene toda la buena intención de que las cosas funcionen, pero de repente no sé quién es la autoridad que llegó a cambiarlo todo'.
El acto de graduación de una institución privada nada tiene que ver con la Secultura ni con el gobierno. Hasta el cierre de esta nota, Augusto Crespín no había respondido a las peticiones de entrevista que le hizo El Faro para cuestionarle si no ve problema en que se disponga el uso de los teatros nacionales según gestiones de personas en el entorno de la Presidencia o, como en este caso, con vínculos con políticos relevantes, como el expresidente Mauricio Funes.
El 26 de marzo, El Faro reveló que la Secultura recibió una orden de la Presidencia de la República para que abriera espacio en la cartelera del Teatro Presidente, a la presentación de un colegio privado en el que estudia una de las nietas del presidente Salvador Sánchez Cerén. Esa moción ante Ramón Rivas la firmaba el asistente personal de Sánchez Cerén, quien además es yerno del gobernante y padre de la nieta. La orden a Rivas supuso cancelar actividades previamente programadas en el teatro.
En una entrevista con este periódico publicada el 11 de febrero, Crespín había adelantado que quería dar un giro en el uso de los espacios públicos bajo su administración: 'Lo que sucede es que en los teatros, como cualquier teatro que sea del gobierno, hay que darle prioridad a todos los eventos del gobierno, del Ejecutivo, porque nos pertenecen a todos, y el que está de turno puede hacer uso de esos recursos”, dijo.
Funes se desliga de su responsabilidad aclarando que él solo estaba haciendo un favor al colegio, que la solicitud no iba firmada por él y que él no es amigo de Rivas. Añade que la conversación a la que hace referencia en su correo fue fortuita gracias a que coincidieron en un almuerzo con el presidente hondureño Juan Orlando Hernández “y eso fue todo. Una simple solicitud ante que yo lo veo a él y le digo “mire, fíjese que me extraña porque todos los años lo han hecho ahí. Hoy se las negaron y entiendo que así se mantiene. Él me dijo “me extraña eso””.
El Faro le hizo notar que precisamente ese es el problema, que se adjudican fechas a quien tiene la facilidad de hablar directamente con el funcionario, una prerrogativa que no tiene la población en general.
—Precisamente por eso es que el colegio me pide el favor a mí. Me dicen: “si usted lo conoce, ayúdenos”. Obviamente no le va a llamar la directora porque les va a decir él que no. Tan es así que no se los dieron. No veo cuál es la situación.
—Usted dice que la solicitud no está firmada por usted, pero de nuevo, no cualquiera tiene el acceso directo al funcionario. ¿No le parece que eso es abuso de poder?
—Yo lo mando, y eso qué tiene. Yo no soy funcionario público, no soy funcionario del gobierno. Eso no es cierto. No le veo la trascendencia. Abuso de poder, ¿por qué va a ser abuso de poder? Ramón no es mi amigo. Es más, yo me refiero respetuosamente a él como secretario, él no es mi amigo. Yo lo abordé ahí y le dije que me extrañaba porque desde que tengo memoria han hecho ahí sus graduaciones. Y entonces me dijo “déjeme ver qué puedo hacer”. No veo cuál es la situación que dice usted. ¿O dice ahí que yo lo estoy pidiendo? Sinceramente esa fue la situación, que me extrañaba que lo denegaran para un acto de graduación. Le aclaro que no es que yo le hablé y le dije “Mirá, Ramón, fijate que…” Ni le digo Ramón, le digo secretario. No es mi amigo.
—¿Fue una coincidencia?
—Pues sí, fíjese que sí, fue algo que salió en la plática, porque casualmente él me tocó a la par.
El presidente Juan Orlando Hernández llegó a El Salvador el 10 de febrero de este año, cinco días después de que Funes reenviara la solicitud del colegio La Floresta a Ramón Rivas.
En comunicación vía telefónica con el director del Teatro Presidente, Alejandro Alfaro, este confirmó que los días 12 y 13 de junio están reservados para el Colegio Lamatepec, y que cedieron el 10, 11 y 14 de junio a Vivra Dance para sus presentaciones. Lamatepec y La Floresta forman parte de una misma corporación, la Asociación Promotora de Centros Educativos (APCE) y está confirmado que el 12 de junio es el acto de graduación de La Floresta.
El Faro se comunicó vía telefónica con la institución para intentar confirmar de qué tipo de evento se trataba. A las preguntas respondió una mujer que se rehusó a identificarse y solo dijo que no estaba autorizada para dar esa información del colegio a un medio de comunicación.
Este periódico intentó obtener, al menos, una postura institucional de parte de la Secretaría de Cultura por medio de su gerente de comunicaciones. Vía mensaje de texto, Jesús Villalta dijo el jueves 9 de abril 'verificaré el caso que usted expone', pero no respondió ninguna de las llamadas que se hicieron a su celular ni a la oficina. El Faro también se comunicó cn la Dirección de Artes, donde se respondió que Crespín estaba en el interior del país haciendo trabajo institucional. Respondió una llamada a su teléfono celular, pero a medida que se le explicó este caso, dijo que respondería más tarde, que había gente esperándolo para una reunión. Desde el jueves 9 de abril El Faro ha intentado obtener una respuesta de parte de Rivas, Crespín y Villalta, pero al cierre de esta nota no la habían dado.
