Internacionales / Política

De cómo Barack Obama y Raúl Castro finalmente conversaron

El histórico diálogo entre el presidente Barack Obama y su par cubano Raúl Castro es uno de los grandes hitos de este principio de siglo y pronto podría dejar atrás uno de los capítulos más traumáticos de la Guerra Fría en América Latina.


Sábado, 11 de abril de 2015
María Lorente (AFP) / El Faro

Raúl Castro y Barack Obama, presidentes de Cuba y Estados Unidos, conversan durante el histórico encuentro en Ciudad de Panamá, en el marco de la VII Cumbre de las Américas. Foto Mandel Ngan (AFP).
Raúl Castro y Barack Obama, presidentes de Cuba y Estados Unidos, conversan durante el histórico encuentro en Ciudad de Panamá, en el marco de la VII Cumbre de las Américas. Foto Mandel Ngan (AFP).

Ciudad de Panamá, PANAMÁ. “La historia entre los Estados Unidos y Cuba es complicada (...). Después de 50 años de políticas que fracasaron era hora de intentar algo nuevo”, dijo el presidente estadounidense Barack Obama al reunirse este sábado con Castro, al margen de la VII Cumbre de las Américas en Panamá.

El viernes, cuando se inauguró el foro hemisférico, se saludaron distendidos y sonrientes e intercambiaron algunas palabras.

Aunque Obama y Castro se habían visto las caras durante el funeral de Nelson Mandela en Sudáfrica en 2013, no habían mantenido, como no lo ha hecho ningún líder de los dos países en más de medio siglo, un encuentro de unos pocos minutos.

Todo comenzó el 17 de diciembre cuando Obama y Raúl Castro anunciaron al mundo que iniciaban el restablecimiento de relaciones diplomáticas luego de más de 50 años de agravios y enfrentamientos.

Obama anunció entonces el final de una política que durante décadas “había fracasado”. Acto seguido fue liberado el ciudadano estadounidense Alan Gross, que llevaba cinco años preso en una cárcel en la isla, y tres cubanos detenidos en Estados Unidos por espionaje regresaron a La Habana.

Ni Cuba ni Estados Unidos son los mismos

“Si Estados Unidos no existiera, la Revolución cubana probablemente lo habría inventado”, dijo Jean-Paul Sartre en 1961, dos años después del inicio del mandato de Fidel Castro. Pero la Cuba que negocia ahora ya no es la misma de cinco décadas atrás. Tampoco es la Cuba de hace siete años, cuando Raúl asumió el poder que durante casi cincuenta años ocupó su hermano.

Una nueva era se inició en la isla en 2008, cuando Fidel Castro renunció oficialmente por su estado de salud. A partir de ese entonces Raúl Castro –considerado más pragmático– se embarcó en una transformación económica, política y social. Y comenzaron a distenderse las relaciones con Washington.

El diálogo entre funcionarios estadounidenses y Cuba comenzó en junio de 2013, facilitado por Canadá e impulsado por el Vaticano.

Luego del anuncio de Obama, el Vaticano afirmó que el papa Francisco, primer pontífice latinoamericano, había enviado cartas a Obama y Castro instándolos a resolver cuestiones humanitarias. También reveló que en octubre pasado recibió a delegaciones de ambos países.

Un largo camino

No obstante, tal como lo ha reiterado Obama, aún habrá que recorrer un largo camino para que estos países puedan decir que han restablecido plenamente sus relaciones.

Cuba exige la derogación definitiva del embargo comercial que le impuso Estados Unidos en 1962 y desde ese entonces ahoga su economía.

Pero sólo el Congreso estadounidense podrá derogar el decreto, reforzado por la ley Helms-Burton de 1996.

El presidente del Partido Demócrata sí ha pedido al Congreso, dominado por los republicanos, que inicie un debate “serio y honesto” sobre el embargo. La isla caribeña también exige ser eliminada de la lista de países patrocinadores del terrorismo, en la que fue incluida en 1982.

Estados Unidos ya anunció que “pronto” tomará una decisión.

Cuba tampoco ha dado aún todos los cambios que pide Washington en materia de derechos humanos. Y el régimen castrista y de partido único –el Comunista– continúa gobernando la isla. Queda además la apertura de embajadas en Washington y La Habana.

Desde diciembre, el contacto entre Washington y La Habana ha sido constante. Hubo tres sesiones de negociación –dos en La Habana y una en Washington– y varios señales de avances.

Cuba y Washington iniciaron a fines de marzo las conversaciones sobre derechos humanos. Una empresa estadounidense puso en marcha la primera conexión telefónica directa con la isla en más de medio siglo. También salieron desde Nueva Orleans y Nueva York los primeros vuelos a La Habana sin escalas desde 1958.

La capital cubana cuenta ya con su primer espacio de wi-fi, una iniciativa privada financiada por el artista Kcho. El aumento del flujo de visitantes norteamericanos a la isla y el incremento permitido de las remesas ya ha cambiado la vida de muchos cubanos.

“Con el tiempo podremos decir que hemos dado vuelta la página y establecer una nueva relación entre nuestros dos países”, auguró Obama al lado de Castro.

© Agence France-Presse

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