El Ágora / Cultura y sociedad

Latinoamérica pierde a Eduardo Galeano

Este periodista y escritor uruguayo que acompañó durante décadas las luchas latinoamericanas, estuvo en 2005 en El Salvador. 'Los dueños del planeta se han llevado en línea recta la naturaleza al manicomio', dijo en su discurso al recibir el doctorado honoris causa de la Universidad de El Salvador, días después de la erupción del volcán Ilamatepec y en pleno temporal. Galeano murió de cáncer a los 74 años de edad.


Lunes, 13 de abril de 2015
Mauricio Rabuffetti (AFP) / El Faro

Montevideo, URUGUAY. El escritor uruguayo Eduardo Galeano, autor de 'Las venas abiertas de América Latina', un referente de la literatura comprometida con la izquierda y voz de los marginados de la región, falleció este lunes a los 74 años en Montevideo.

Eduardo Germán María Hughes Galeano murió a causa de un cáncer de pulmón, informaron a la AFP fuentes del sanatorio en el que se encontraba internado en la capital uruguaya.

Galeano estuvo ingresado durante varios días en el hospital Casmu, de Montevido, y murió en la mañana de este lunes, según los informantes.

Su editorial en España, Siglo XXI editores, se refirió al fallecimiento de este hombre que, en 2005, llegó a El Salvador a pronunciarse contra los asesinos del poeta Roque Dalton y contra el atropello a la naturaleza. 'Eduardo Galeano nació en Montevideo el 3 de septiembre de 1940 y ha muerto en la misma ciudad el día 13 de abril de 2015', señaló la casa editorial con sede en Madrid. 'El tiempo comprendido entre ambas fechas se puede llenar con exilios, libros, nombres de amigos y de enemigos, numerosos premios, doctorados Honoris Causa, campañas de descrédito, en suma, la habitual construcción, a partir de un cúmulo de datos varios, del perfil con el que enciclopedias y estudios de todo tipo guardarán su figura para la posteridad', resumieron sus editores.

Un escritor mundial 

Galeano fue referencia de la intelectualidad de izquierda latinoamericana de los años 1970, en buena medida gracias a 'Las venas abiertas de América Latina', un título que fue traducido a más de 20 idiomas en el que cuenta la amargura del continente.

En 2005, cuando la Universidad de El Salvador le entregó un doctorado honoris causa, la entonces rectora, María Isabel Rodríguez, dijo que hacía la entrega a 'uno de los máximos exponentes de la literatura universal'.

Ya mayor, sabiendo la enfermedad que lo aquejaba, Galeano no dejó de escribir, pero sobre todo, no dejó de expresar aquello que sentía como un deber: la crítica social.

En una de sus últimas y más celebradas apariciones públicas, Galeano reclamó su 'derecho al delirio' y lanzó un mensaje de deseo a la humanidad, a la que deja un legado de decenas de obras que abordan temas tan variados como la política, la historia o el fútbol.

'Qué tal si deliramos por un ratito (...) para adivinar otro mundo posible. El aire estaría limpio de todo veneno que no venga de los miedos humanos y de las humanas pasiones, la gente no será manejada por el automóvil ni programada por el ordenador ni comprada por el supermercado ni mirada por el televisor', dijo Galeano, acompañado por un piano en estudio de televisión español.

El escritor, cuya educación formal no superó el primer año de secundaria, afirmaba haber aprendido el arte de narrar en los viejos cafés de Montevideo, de los cuales era afecto y consuetudinario visitante.

Galeano inició su carrera periodística a los 14 años, cuando publicó su primera caricatura en el semanario El Sol, del Partido Socialista, bajo la firma de 'Gius', onomatopeya irónica de su primer apellido de origen galés.

Entre 1961 y 1964 fue editor de la prestigiosa revista Marcha, que dirigía Carlos Quijano y que era reducto de intelectuales latinoamericanos, en la que también escribió Mario Benedetti. Luego fue director del diario independiente de izquierda Epoca (1964-1966).

Sus primeros escritos fueron periodísticos. Con la llegada de la dictadura en 1973 a Uruguay, que duraría 12 años, Galeano, vinculado a corrientes marxistas, se exilió en Argentina, donde fundó y dirigió la revista literaria Crisis.

Dos años después se trasladó a España, a Calella (al norte de Barcelona), donde escribió para publicaciones de ese país y colaboró con medios de Alemania y México.

Con la restauración de la democracia, en 1985, Galeano regresó a Uruguay, donde residió desde entonces y mantuvo una prolífica producción.

Obtuvo el premio Casa de las Américas en dos ocasiones (en 1975 y en 1978) y su trilogía 'Memoria del Fuego' recibió en 1989 el American Book Award, distinción que otorga la Universidad de Washington.

Aquella vez en que estuvo de visita en El Salvador, Galeano llegó recién había hecho erupción el volcán de Santa Ana y en plena emergencia por la tormenta Stan, que causó grandes estragos. Con su crítica omnipresente, dijo en su discurso de aceptación del doctorado: 'Las catástrofes están castigando como nunca al planeta entero y se multiplican por todas partes. Y no son desastres naturales: son los dueños del planeta quienes han llevado en línea recta la naturaleza al manicomio'.

En esa ocasión también arrancó aplausos cuando hizo una breve enumeración de sus contactos clave en El Salvador: 'Conocí este país por mis amigos Claribel, Miguelito Mármol y Roque. Qué estúpidos quienes mataron a Roque', dijo.

A Galeano le sobreviven su esposa Helena Villagra y tres hijos de relaciones anteriores.

© 1994-2015 Agence France-Presse

logo-undefined
CAMINEMOS JUNTOS, OTROS 25 AÑOS
Si te parece valioso el trabajo de El Faro, apóyanos para seguir. Únete a nuestra comunidad de lectores y lectoras que con su membresía mensual, trimestral o anual garantizan nuestra sostenibilidad y hacen posible que nuestro equipo de periodistas continúen haciendo periodismo transparente, confiable y ético.
Apóyanos desde $3.75/mes. Cancela cuando quieras.

Edificio Centro Colón, 5to Piso, Oficina 5-7, San José, Costa Rica.
El Faro es apoyado por:
logo_footer
logo_footer
logo_footer
logo_footer
logo_footer
FUNDACIÓN PERIÓDICA (San José, Costa Rica). Todos los Derechos Reservados. Copyright© 1998 - 2023. Fundado el 25 de abril de 1998.