Nacionales / Impunidad y memoria histórica

Se vende casa de monseñor Romero a precio de beato: “más de $500 mil”

La cooperativa de cafetaleros de Ciudad Barrios, dueña del inmueble en el que alguna vez estuvo la casa de monseñor Romero, pide más de medio millón de dólares a la Iglesia Católica por la propiedad. La parroquia del municipio, sin ese dinero disponible, anuncia el cese de las negociaciones debido al elevado precio.


Domingo, 29 de marzo de 2015
Valeria Guzmán, Fátima Peña, Efren Lemus / Fotos: Tonny Rivera y AFP

Placa conmemorativa en una de las paredes de la casa en venta por la Cooperativa de Cafetaleros de Ciudad Barrios.
Placa conmemorativa en una de las paredes de la casa en venta por la Cooperativa de Cafetaleros de Ciudad Barrios.

La Iglesia Católica quiere adquirir la propiedad donde estuvo edificada la casa de monseñor Óscar Arnulfo Romero, en Ciudad Barrios, San Miguel (oriente del país), pero está por desistir debido al “elevado” precio del inmueble. Hoy que se conoce de la beatificación de Romero, los  dueños del terreno piden más de medio millón de dólares por una edificación levantada sobre 336 metros cuadrados, tres plantas hechas con paredes de concreto, 18 ventanales en la fachada y una puerta metálica.

La dueña de la propiedad es, desde 1976, la Cooperativa de Cafetaleros de Ciudad Barrios de R.L. Los cooperativistas compraron la propiedad a la familia Romero un año antes de que el sacerdote fuera ordenado Arzobispo de San Salvador y cuatro años antes de su asesinato, perpetrado el 24 de marzo de 1980.

Monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez (1917-1980), reconocido mundialmente por su defensa de los derechos humanos de los más pobres en un El Salvador al borde de la guerra civil, es originario de Ciudad Barrios, un poblado cafetalero y entre montañas en el nororiente del país. De familia humilde, Romero vivió entre paredes de bahareque en un terreno en el que ahora reina una casa grande y de esquina. A los 13 años, Romero viajó desde Ciudad Barrios a la ciudad de San Miguel para ingresar a un seminario católico en el que inició el sacerdocio que lo llevó a convertirse, en 1977, en arzobispo de San Salvador.

Según el Registro de Propiedad, Raíz e Hipotecas, la Cooperativa pagó 15 mil colones (poco más de 1 mil 700 dólares, al cambio actual) por un terreno urbano de 336 metros cuadrados ubicado en el centro de Ciudad Barrios. 39 años después de aquella compraventa, y muchas remodelaciones hechas a la propiedad, la Cooperativa quiere venderla en más de 500 mil dólares. La principal interesada en la Iglesia Católica es la Parroquia San Pedro Apóstol, de Ciudad Barrios, que ha recibido el apoyo del obispo de Santiago de María, Rodrigo Cabrera.

Hace dos semanas, en la asamblea general de los socios de la cooperativa, Marlon Gómez, el párroco de la localidad, leyó a los asambleístas una carta enviada por monseñor Cabrera, quien funge como encargado de la curia en el oriente del país. En la carta, Cabrera solicitaba a la cooperativa que la casa fuera donada a la Iglesia o vendida a un precio justo.

Luego de escuchar la petición de los religiosos, algunos cooperativistas sugirieron que la casa fuera donada “para recibir más bendiciones”. De fondo estaba el anuncio hecho público por el Vaticano el 3 de febrero de 2015, cuando el Papa Francisco hizo pública la aprobación de la beatificación de monseñor Romero. A mediados de marzo, el arzobispo italiano Vincenzo Paglia, postulador de la causa de Romero ante el Vaticano, dijo en San Salvador que la ceremonia de beatificación se realizará el 23 de mayo próximo. Para el Vaticano, Romero es 'el primero de los nuevos mártires contemporáneos', dijo Paglia. 

En aquella reunión de inicios de marzo, y pese al entusiasmo de algunos socios, el presidente de la cooperativa, Próspero Trejo, expuso que necesitaban vender la propiedad debido a las pérdidas que sufrieron en la cosecha de 2014. Trejo encontró apoyo en algunos líderes, incluido el alcalde del municipio, Will Gómez (del partido FMLN), quien también es socio de la cooperativa. “Es que mire, la cooperativa está en bancarrota. Por eso necesitan vender la casa”, dijo Gómez a El Faro.

Después de escuchar los argumentos de Próspero Trejo, el acuerdo al que la asamblea llegó es a fijar un precio para la venta. Según el presidente de la cooperativa, el valor de la propiedad sobrepasa los 500 mil dólares. “El acuerdo de la asamblea general no es la voz de unas cuatro personas. Los que opinaban que la casa se donara eran infiltrados, ni siquiera eran socios”, dice Trejo.

En la ciudad, la noticia de las negociaciones entre la cooperativa y la Parroquia dieron de qué hablar, sobre todo en las últimas dos semanas. Desde el anonimato, una lectora escribió a El Faro una carta con tono de alerta: “La casa en donde vivió y creció monseñor Romero la Iglesia la está queriendo comprar y se las quieren vender a una cantidad exorbitante. La casa, en estos momentos, es propiedad de la Cooperativa de Cafetaleros de Ciudad Barrios. Una de las cooperativas cafetaleras más importantes de la zona oriental. El punto aquí es que la entidad está pidiendo $1 millón, cantidad que no vale la propiedad. Pues no se ha sabido de ninguna propiedad tan costosa en mi pueblo”, escribió la lectora.

Otros vecinos sugieren que el precio de venta y alquiler de las casas incluso ha bajado debido a los niveles de inseguridad. La ciudad, de poco más de 25 mil habitantes, coexiste desde hace varios años junto a más de 2 mil 500 reos, pandilleros todos, pertenecientes a la Mara Salvatrucha-13, una de las organizaciones criminales más peligrosas del planeta, según el FBI.

Próspero Trejo se sorprende al otro lado del teléfono cuando El Faro le pregunta si es cierto que la cooperativa está pidiendo 1 millón de dólares por el inmueble.

—No, un millón no. Nosotros estamos abiertos a llegar a un arreglo con la Iglesia -responde Trejo.

—¿500 mil?

—Quizás un poquito más, porque de acuerdo con el valor comercial de la zona vale más, vale más...

La parroquia sabe que la cifra de venta supera el medio millón de dólares. Gabriel Argueta, vicario de la Parroquia, dijo que aunque la cooperativa no les ha informado sobre una cifra en concreto, socios de la cooperativa les han dicho de manera extraoficial que les pedirán como “precio justo” medio millón de dólares, porque el valor actual de la casa 'ronda los 800 mil dólares'.

Entre la cooperativa y Romero hay larga historia. En su página web, la cooperativa narra que le compraron a monseñor Romero un terreno que en principio estaba siendo reservado para una casa de retiros, 'pero cuando se le planteó el proyecto estaba enfocado el desarrollo económico y social de la zona', Romero se los vendió confiando en que el beneficio de café que proyectaba la cooperativa traería fuentes de empleo. 39 años después, cuando se le pregunta a Próspero Trejo por qué la Cooperativa no apoyó la petición original de la Iglesia (donar o vender a un precio justo), él responde: 'Definitivamente esa casa no se regala'.

Una casa de recuerdo

La casa en la que creció Monseñor Óscar Arnulfo Romero en realidad ya no existe. Hace más de 30 años, la casa del arzobispo mártir era una construcción de bahareque y ahora en su lugar hay una casa grande que sirvió de oficina de la Cooperativa de Cafetaleros y, también, como sucursal de un banco.

El terreno donde creció monseñor Romero se encuentra ubicado en el centro de Ciudad Barrios. Según su hermano, Gaspar Romero, era una casa sin lujos. “La casa está en una pendiente, en la parte de arriba estaba la sala principal y el dormitorio, al ir bajando había un cuarto al que llamábamos mediagua y donde dormíamos los hermanos mayores. En la parte de abajo había una caballeriza donde teníamos a los bueyes y a los caballos para que durmieran bajo techo. Había un jardín y teníamos limoneros y flores y ahí andábamos corriendo y jugando”, dice.

Según Gaspar, su hermano vivió en esa casa hasta los 13 años, edad en la cual ingresó al Seminario Menor de San Miguel, dirigido por sacerdotes claretianos, para iniciar su carrera sacerdotal. En la casa de los Romero vivieron 10 personas (dos padres y ocho hermanos). La casa fue alquilada a mediados de los años setenta hasta que fue vendida en 1976. Mucho antes de que la figura del arzobispo Romero, voz de los sin voz, cobrara fuerza, la cooperativa botó la casa hecha con bahareque y en su lugar construyó un edificio de tres pisos donde funcionó la sede de la cooperativa. Luego, debido a problemas de parqueo y de espacio, se trasladaron y le alquilaron la primera planta al Banco Hipotecario, mientras los otros dos pisos superiores permanecieron desocupados.

Próspero Trejo, el presidente de la cooperativa, dice que le gustaría que la propiedad quede en manos de la parroquia, pero que podría haber excepciones. Por ejemplo, que terceros ofrezcan el 'precio adecuado' y prometan donarla a la Iglesia Católica. “Cuanto antes la vendamos, mejor”, dice.

El precio de los inmuebles en Ciudad Barrios puede llegar a ser alto, pero la excasa de monseñor Romero los supera. El Faro consultó al menos tres localidades en venta cercanas al centro de la ciudad y encontró precios que rondan entre los 125 mil y los 250 mil dólares para casas de dos o hasta tres pisos. El valor que la cooperativa le pone a la casa incluso duplica a propiedades con similar extensión de construcción pero ubicadas en las zonas más lujosas del Área Metropolitana de San Salvador. En Cumbres de Cuscatlán, por ejemplo, actualmente se vende una propiedad de 300 metros cuadrados de construcción por 259 mil dólares; en la colonia Escalón hay una propiedad de 400 metros cuadrados y siete habitaciones en venta por 350 mil dólares; y en la colonia Campestre hay una propiedad en venta de 378 metros cuadrados construidos ofrecida en 190 mil dólares.

Will Gómez, el alcalde de Ciudad Barrios y socio de la cooperativa, asegura que la plusvalía en el municipio “es más que la de San Salvador”. Según Gómez, esto se debe al clima y al entorno cafetalero que rodea el municipio. Además de la poca oferta de terrenos. “Aquí es normal el precio, porque esa infraestructura es grande”, dijo a El Faro.

Pero Gaspar Romero señala que el precio es exagerado. “Yo no creo que sea justo ese precio. Nos parece muy elevado. No digo que así sea, pero quizás están aprovechándose del regalo que Dios no ha dado cuando anunciaron la beatificación de monseñor Romero”, dice.

Al preguntarle al presidente de la cooperativa si entre las razones que elevan el precio de la propiedad se encuentra la importancia que tiene monseñor Romero para el país y la noticia de su beatificación responde con un escueto 'probablemente'.

Ante la incertidumbre que genera el precio y la incapacidad de la parroquia local para pagar medio millón de dólares, en Ciudad Barrios ya se escuchan rumores de posibles escenarios completamente alejados a las intenciones de la Iglesia Católica: rescatar el inmueble y convertirlo en una especie de museo que recoja la vida y obra del primer beato salvadoreño. Por ejemplo, en el pueblo corre el rumor de que una familia proveniente de Estados Unidos quiere comprarla y poner una sorbetería o que en esa esquina se construirá un nuevo supermercado de la cadena Súper Selectos. La versión más nostálgica, que ocurriría si la Iglesia le llega al precio a la cooperativa, plantea que el actual edificio se derribará para levantar luego una réplica de la casa del mártir salvadoreño. Al menos con eso sueñan algunos miembros de la Fundación Romero, organización fundada por quien fuera el vicario de Romero, monseñor Ricardo Urioste. Él, sin embargo, aterriza en la realidad: “Hace ratos que quieren venderla, pero no sé quién se las va a comprar. ¿Tú nos ayudarás? Porque nosotros no tenemos dinero', dice.

Monseñor Gregorio Rosa Chávez, obispo auxiliar de San Salvador, dijo a El Faro que el Arzobispado, en la capital, tiene conocimiento de la “buena disposición” de la cooperativa para vender la casa, pero que el tema es reciente para darlo por zanjado. Según Rosa Chávez, la Iglesia Católica no ha buscado apoyo del gobierno ni de ninguna otra institución para las negociaciones de compra y venta de la propiedad. Sin embargo, en Ciudad Barrios, el vicario de la parroquia local, el sacerdote Gabriel Argueta, dice que “de momento, nos hemos retirado. Se ha caído la negociación”.

Fachada de la propiedad en venta por la Cooperativa de Cafetaleros de Ciudad Barrios. Foto Cortesía de Tonny Rivera. 
Fachada de la propiedad en venta por la Cooperativa de Cafetaleros de Ciudad Barrios. Foto Cortesía de Tonny Rivera. 

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