Nacionales / Transparencia

Nieta del presidente fue nombrada subdirectora del Injuve a pesar de no cumplir los requisitos

El Instituto Nacional de la Juventud tiene siete subdirecciones. Cinco de ellas han sido ocupadas por personas nombradas durante el gobierno de Sánchez Cerén, de las cuales solo una cumplía con el requisito de tener título universitario. Las otras cuatro, incluida la nieta del presidente, no. El Injuve alega que se trata de 'especialistas', no de subdirectores, pero documentos oficiales y funcionarios de la institución muestran lo contrario.


Lunes, 5 de enero de 2015
Valeria Guzmán

Sofía Sánchez (de vestido negro a la derecha) mientras el presidente Sánchez Cerén se toma una foto de familia después de la entrega de credenciales en marzo del 2014. Foto Mauro Arias
Sofía Sánchez (de vestido negro a la derecha) mientras el presidente Sánchez Cerén se toma una foto de familia después de la entrega de credenciales en marzo del 2014. Foto Mauro Arias

Una joven disfrazada de vendedora informal entra al auditórium del Museo Nacional de Antropología David J. Guzmán. En el escenario le cuenta a otro joven que su hija fue al Juventour, una actividad organizada por el Instituto Nacional de la Juventud (Injuve), y que “rapidito” encontró trabajo. '¡Extra, extra!', grita, como quien anuncia noticias importantes. '¡Juventour ubica a los jóvenes en su primer empleo!', pregona.

Entre el público de este 1 de diciembre, seis de los siete subdirectores del Injuve están sentados en primera fila. La séptima persona, la que hace falta, empezó a trabajar con ese cargo en junio, cuando inició el gobierno de Salvador Sánchez Cerén: Sofía Margarita Guardado Sánchez es nieta del presidente y, tal como cuatro de los cinco nuevos subdirectores del Injuve que arrancaron con esta administración, no cumplía los requisitos para el cargo que describe la normativa interna del Instituto.

El Injuve se rige internamente por un “Manual de organización y funciones”, del cual la oficina de información del Instituto envió una copia a El Faro el pasado 15 de octubre. Según este manual, las  plazas de subdirectores deben ser llenadas por personas que cuenten con un título universitario. Sofía, que cursa tercer año de la carrera de Relaciones Internacionales en una universidad privada de San Salvador, no lo tiene.

El 29 de septiembre de 2014, un memorándum interno dirigido a 20 empleados del Injuve que tenía por asunto “Asignación de Personal Proyecto FOCAP”, se enviaba con copia a los siete subdirectores, entre ellos a la “Licda. Sofía Sánchez-Subdirectora de Promoción del Empleo Juvenil”.

Después de los primeros cuestionamientos de El Faro al Injuve sobre estos cargos, la institución comenzó a usar otros términos para referirse al cargo de la nieta del presidente y los otros subdirectores que no cumplen los requisitos del manual de organización y funciones. El 31 de octubre, el oficial de información del Injuve respondía a una solicitud de información de El Faro en la que este requería los currículos vitaes de los funcionarios del Instituto. En su respuesta, el oficial mencionaba que el cargo de la nieta del presidente era 'especialista'.

El 1 de diciembre, cuando a la directora del Instituto, Yeymi Muñoz,  se le cuestiona la colocación de estos cuattro jóvenes como subdirectores aunque no cumplan con el requisito del título universitario, que según su propio manual es “indispensable”, ella asegura que no se trata de subdirectores ni de especialistas, sino de 'coordinadores'. Ese cargo no existe ni en el manual ni en el organigrama de la institución.

¿Por qué el Injuve nombra a la nieta del presidente y a tres personas más 'subdirectores', cuando no cumplen los requisitos para ejercer dicho cargo? Según la Ley de Acceso a la Información Pública, la página de Gobierno Abierto de la institución debería tener publicados los perfiles de los funcionarios. Pero en la web del Injuve no hay ninguna información que dé cuenta de la formación académica y experiencia laboral de Sofía Sánchez y de los otros cuatro subdirectores nombrados por esta administración.

En junio de 2014, el presidente Sánchez Cerén nombró a Yeymi Muñoz, ex diputada suplente del FMLN, como directora del Instituto. Desde su llegada, solo dos subdirecciones quedaron en manos de personas que ya laboraban en el Injuve. Las cinco restantes han sido asumidas por personas que llegaron a sus nuevas oficinas solo días después de que el presidente en su discurso de toma de posesión exhortara a  los salvadoreños a convertirse en una “ciudadanía activa, que haga contraloría social, que exija principios éticos a sus funcionarios”.

En la información que el Injuve brindó el 31 de octubre sobre los especialistas del Instituto, se incluye información sobre otros empleados que cuentan con más méritos académicos y con más experiencia en las áreas que ahora están bajo el mando de los nuevos subdirectores.

Las subdirecciones se crearon desde el nacimiento del instituto, pero solo quedaron plasmadas en el manual de funciones en febrero de 2013, cuando Miguel Pereira, entonces director del Injuve -ahora es candidato a alcalde de San Miguel por el FMLN- aprobó dicho documento. Este establece que hay una junta directiva, una dirección y, dependientes de esta, siete subdirecciones. Según ese manual, estas siete subdirecciones coordinarán territorialmente las actividades a su cargo y velarán porque se cumplan y efectúen las estrategias en pro de la juventud salvadoreña. Estas personas deben ser graduadas universitarias y tener al menos tres años de experiencia en el área. De los cinco jóvenes que entraron a asumir las subdirecciones en junio, solo el subdirector de Participación Juvenil, John Antony Cruz, cumple los requisitos: es abogado.

Si cuatro de los cinco nuevos subdirectores no cumplen los requisitos para dirigir las subdirecciones, ¿qué provocó que se les buscara a ellos y no a profesionales graduados y con experiencia en el área, para ocupar esos puestos? A inicios de noviembre de 2014 solicité una entrevista en las oficinas del Injuve, dejé todos mis datos y casi un mes después, el 1 de diciembre, la directora del instituto, Yeymi Muñoz, respondió por medio de una carta que accedería a una entrevista hasta el 12 de diciembre.  

Antes había buscado vía telefónica a Marcos Rodríguez, el secretario de Participación Ciudadana, Transparencia y Anticorrupción, para pedirle opinión sobre las contrataciones de los subdirectores en el Instituto. Rodríguez fue el primer subsecretario de Transparencia de un gobierno salvadoreño aunque en su momento dejó claro que él no se consideró un fiscal o la conciencia del Poder Ejecutivo. Cuando el 26 de noviembre le conté lo que había encontrado, desde el otro lado de la línea se mostró sorprendido. 

-¿Y la nieta del presidente tampoco cumple los requisitos?

-No.

-Déjeme pedirle información al Injuve.

 El jueves 27 de noviembre, un día después de la llamada, me crucé con Marcos Rodríguez en el Campus Party,  un encuentro de promoción de la tecnología que el presidente Sánchez Cerén inauguró.

-Soy Valeria Guzmán, ayer le llamé -me presenté.

-¿De El Faro?

-Sí. Le comentaba sobre el Injuve.

-Estoy leyendo los documentos. Ya me los dieron ayer. Llámame el lunes en la mañana.

-¿Ahora puede decirme algo?

-No… ¿cómo te voy a dar entrevista sin haber leído eso bien?

Una hora previa al encuentro con Marcos Rodríguez en el Campus Party, me acerqué a Carolina Rodríguez, empleada de la oficina de prensa de la Presidencia de la República. Le pregunté si se podría hacer preguntas al presidente con motivo de la inauguración y ella contestó que no, que el presidente no podría responder ninguna de mis  preguntas. Sánchez Cerén no dio declaraciones a la prensa. Entró rodeado de funcionarios de su gabinete, de sus guardaespaldas con guayaberas blancas y se limitó a dar un discurso. Al finalizar la inauguración fue rodeado de cámaras y salió sonriente sin decir nada más.

***

El Injuve tiene sus orígenes en 1996, cuando el presidente Armando Calderón Sol creó el Consejo Nacional para la Seguridad Pública (CNSP) con el fin de diseñar estrategias para la prevención de la violencia de jóvenes en riesgo y asesorar al presidente en el mismo tema.

Dos gobiernos más tarde, el presidente Antonio Saca creó la Secretaría de la Juventud. El sucesor de Saca, Mauricio Funes, en 2011 cambió el CNSP a Consejo Nacional de Juventud (Conjuve) y en noviembre de 2011 la Asamblea Legislativa aprobó la Ley General de la Juventud y se estableció la creación de un Instituto que velara por el cumplimiento de los siete principales ejes de acción de la ley: derecho a la educación; inclusión social, medioambiental y cultural; salud integral; participación juvenil; recreación y tiempo libre; prevención social; y empleo juvenil. Por cada uno de estos ejes responde una subdirección. A mediados de 2012, el Conjuve se transformó en el Instituto para cumplir la Ley General de Juventud.

***

Sofía Sánchez es hija de Claudia Sánchez Villalta, hija del presidente Sánchez Cerén. La madre de Sofía también trabaja en el Ejecutivo: es directora de Cooperación Descentralizada del Viceministerio de Cooperación para el Desarrollo, del Ministerio de Relaciones Exteriores. El hermano de Claudia y tío de Sofía, Salvador Sánchez Villalta, también trabaja en el gobierno: es el gerente de Inclusión Social del Fondo Nacional para la Vivienda Popular (Fonavipo).

Sofía Margarita Sánchez tiene 22 años y este es su segundo puesto en el gobierno. Durante la administración Funes (2009-2014) trabajó en la Comisión Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (Conamype) como colaboradora de Desarrollo de Capital Humano. Recibía un salario de 667 dólares. Cuando su abuelo se convirtió en presidente, cambió de cargo. A finales de septiembre, llamé por primera vez al instituto y pregunté por los nombres de los nuevos subdirectores. La recepcionista me dictó los nombres de los nuevos subdirectores y mencionó en tercer lugar a Sofía Sánchez.

Antes de Sofía Sánchez, el cargo de subdirector de empleo juvenil lo desempeñaba Rolando Majano. Estaba contratado como especialista desde la creación del Injuve y esperaba su nombramiento oficial como subdirector. Con un máster en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, España y, según su currículum vitae con vasta experiencia laboral con comunidades en el área de inserción laboral, fue desplazado de su cargo por Sofía Sánchez, estudiante de Relaciones Internacionales. En la experiencia laboral de Sofía destaca la coordinación del movimiento “Por El Salvador que queremos” que formaba parte de la campaña electoral de Sánchez Cerén.

Sofía Sánchez se graduó en 2010 del Complejo Educativo Walter Soundy, de Santa Tecla. Sus exprofesores de bachillerato la describen como una joven dulce y sociable, que el mayor problema que tuvieron fue algún asunto de adolescentes: noviazgo, cabello pintado, etcétera. Fue una buena estudiante, no sobresaliente, pero buena alumna.

***

La mañana del 6 de noviembre sostuve una entrevista con Miguel Ángel Espinoza, el oficial de información pública del Injuve, y con Edwin García, el jefe de la Unidad Jurídica. Cuando pregunté a Espinoza por qué hace falta información oficiosa en el portal del Instituto, respondió que él había sido nombrado hacía poco tiempo, que el Instituto no contaba con oficial de información pública, pues la cuenta la manejaba Casa Presidencial. Que en septiembre un ciudadano interpuso una demanda a la Junta Directiva del Injuve en el Instituto de Acceso a la Información y así surgió la evidente necesidad de crear la plaza.

El jefe de la Unidad Jurídica ha llegado con copias de la Ley General de Juventud y de la Ley de Acceso a la Información entre sus manos.

-¿No le parece que los nuevos contratados deberían ser jóvenes graduados?

-Pues a mí me parece que se le debería dar la oportunidad a todo joven que tenga cualidades para trabajar -responde el jefe de la Unidad Jurídica.

-Pero los currículums son un poco deficientes...

Entonces interrumpe el Oficial de Información:

-¡Pero John Antony es licenciado!

El Jefe de la Unidad Jurídica retoma la conversación y añade:

-Sí, ahí entra en el debate, estamos hablando de crearle oportunidades a los jóvenes, a todo tipo de jóvenes.

-Pero curiosamente son jóvenes cercanísimos a la Juventud del FMLN -contesto.

-Lo cual no sé si es un criterio para excluir a un joven.

-Los nuevos subdirectores no cuentan con la experiencia que requiere el manual de la organización, según los puestos de las subdirecciones.

-Eeh... bueno.

-Por ejemplo, Bertha Chávez es egresada, no titulada; Sofía Sánchez estudia tercer año de Relaciones Internacionales; Alba Santana con estudios no terminados en arquitectura; Zoila Lovos, segundo año de Mercadeo Internacional.

-Lo cual no quiere decir que no cumplan con algunos requisitos.

-El manual menciona que es indispensable que sean graduados universitarios.

-Bueno, lo que sucede... bueno, ese manual ahorita está en reforma (…) vamos a partir de esa base que no tenemos reglamento interno y que el manual de funciones existente son normas dispersas.

Para intentar comprender por qué a Sofía Sánchez aparentemente se le contrata bajo un cargo de especialista, pero ejerce funciones y tiene el poder de un rango más alto pregunto:

-Pero... ¿no hay subdirector de empleo juvenil?

-Ahí se está haciendo el cambio -responde el Oficial de Información.

-Pero si usted llama al Instituto, a Sofía Sánchez la reconocen como subdirectora.

-Precisamente esos son de los cambios que se están haciendo -reafirma el jefe de la Unidad Jurídica del instituto. Lo complementa el oficial de información.

-El cambio que se está haciendo, o sea, se contrató como especialista pero se está haciendo el cambio nominal de la plaza a subdirectora.

Al parecer, desde la creación del Injuve los cargos de subdirección se ejercieron aunque no hubiera nombramientos oficiales. Esto cambió en junio de este año, cuando fueron nombradas con tal cargo Bertha Chávez y Zoila Lovos.

Bajo esta lógica, solo hay dos subdirectoras con nombramiento oficial ante el Ministerio de Hacienda, aunque las oficinas de las subdirecciones estén siendo utilizadas y sus ocupantes tengan el poder territorial que les otorga el cargo. El mismo jefe de la Unidad Jurídica asiente cuando le pregunto por los cinco subdirectores nombrados en la presente administración:

-¿Pero ellos sí están ejerciendo funciones de subdirectores?

-No legítimas.

El 26 de noviembre, luego de solicitar entrevista con Sofía Sánchez por medio del jefe de comunicaciones del Injuve sin obtener espacio en su agenda y luego de marcar en repetidas ocasiones el número directo de su oficina, logré hablar con ella por teléfono. La conversación duró muy poco.

-¿Hablo con la subdirectora de Empleo Juvenil, Sofía Sánchez?

-Sí.

-Buenas tardes, soy periodista y quisiera hacerle unas preguntas.

-Ahora estoy ocupada, deme sus datos y yo le devuelvo la llamada.

***

¿Y quiénes son los otros cuatro subdirectores del Instituto nombrados por la administración Sánchez Cerén? Al buscar sus perfiles en Facebook algunos aparecen vestidos con camisetas del “Che” Guevara o del FMLN. En sus fotos públicas se les ve repartiendo volantes en las calles en tiempos de campaña electoral u ondeando banderas y, algunos, posando con el secretario general del FMLN, Medardo González, y con el secretario de la Juventud del mismo partido, Margarito Nolasco.

El oficial de información asegura que tanto Alba Santana, la subdirectora de Inclusión Social, Medio Ambiente y Cultura, que es la secretaria adjunta de la Juventud del FMLN, como John Antony Cruz, subdirector de Participación Juvenil, trabajan ad honorem como subdirectores del Injuve. John Antony Cruz es abogado y es el único que podía haber sido contratado, si nos atenemos a lo que dicta el manual interno que rige a la institución. Él es el único graduado universitario de los cinco nuevos subdirectores.

Según información brindada por el oficial de información, Zoila Lovos sí está contratada oficialmente como subdirectora de Prevención Social, al igual que Bertha Sánchez, subdirectora de Salud Integral. Lovos tiene estudios de segundo año de mercadeo internacional. Sánchez es egresada de contaduría pública de la Universidad de El Salvador y en su experiencia laboral se detalla que fue “anfitriona en la Defensoría del Consumidor” y antes, “vendedora de almacenes Simán en San Miguel.”

 ***

Es el 1 de diciembre y a las 4:15 entro al auditórium del Museo Nacional de Antropología, mucho antes de que la vendedora de periódicos anunciara las bondades del Instituto Nacional de la Juventud. Alba Santana, la subdirectora de Inclusión Social, Medio Ambiente y Cultura, está parada frente al público. Me ve caminar en dirección suya y se acerca a sus compañeros de trabajo. Me presenté ante ella como periodista cuatro días antes en una visita al Injuve para conocer sus instalaciones y sostener una entrevista con el jefe de comunicaciones. Hablan entre sí, se muestran los celulares. Me acerco y me ignoran, girando sus cuellos y sus miradas en dirección contraria a la de mi cara.  

Convocada para las 4:30 p.m., el montaje de la obra arranca hasta después de las 5:15 p.m. Cinco minutos después de haber llegado al auditorio me presento ante John Antony Cruz, quien espera paciente. Me le acerco y le pregunto si puede atenderme durante cinco minutos. “Mire, ahorita... ahorita no”, me responde. Luego, sigue sentado platicando con sus compañeros de primera fila por otros 40 minutos hasta que comienzan las palabras de apertura.

Yeymi Muñoz, la directora del Instituto, entra al auditórium minutos después. Nunca nos hemos visto en persona. No me conoce. Se toma fotografías con el elenco de la obra de teatro mientras me acerco a Bertha Chávez, la subdirectora de Salud Integral.

-¿Usted es subdirectora de Salud Integral?

-Sí.

-Estoy haciendo un reportaje y he querido contactar a los subdirectores, pero parece que andan muy ocupados.

-Sí, bastante ocupados, pero ahí está la directora, cualquier cosa con ella.

Contacto a la directora y caminamos hacia afuera del auditórium, al lado de la puerta. El equipo de comunicaciones del Instituto saca dos cámaras para registrar la conversación.

-Cuando usted llegó al Instituto había otras personas encargadas de las subdirecciones. ¿Usted eligió al equipo?

-Sí. El equipo es elegido, no hay un procedimiento.

-El manual interno de la institución dice que para ocupar una subdirección es indispensable ser graduado universitario. No sé si eso entra en contradicción con…

-Los subdirectores aún no han sido nombrados.

-Hay dos subdirectoras oficiales, Zoila Lovos y Bertha Chávez.

-Son coordinadores sectoriales.

La respuesta de Muñoz contrasta con lo que dicen los currículum vitae que proporcionó el Injuve a El Faro, donde se menciona a dos de las cinco pesonas como subdirectores. El memorándum de septiembre también cita a los cinco como subdirectores y lo mismos dicen notas de prensa en la página e internet del Instituto.

-Cinco subdirectores pertenecen a la Juventud del FMLN… ¿es esta una política del partido? ¿Tiene voz el partido sobre quién se coloca en el Injuve?

-No hay un perfil de si es o no, o si pertenece o no a la juventud del partido. Creo que es un derecho consignado en la Constitución, es un derecho la participación política que está dentro de la ley general de la juventud; y si lo son o no lo son eso es parte de la vida privada de cada uno -responde la directora del Injuve-. Lo que yo he hecho es articular un equipo que tenga la capacidad de trabajar con jóvenes.

-¿Que ellos sean cercanos al FMLN influirá en la dirección del Injuve?

-La dirección del Injuve la asumo yo. Y si ellos tienen una vida partidaria son libres de hacerlo, como lo son libres todos los jóvenes del país.

-Sofía Sánchez, nieta del presidente Sánchez Cerén, es estudiante de tercer año de Relaciones Internacionales, tampoco está graduada y tampoco cuenta con experiencia laboral en el área que dirige. ¿Cómo se explica su contratación?

-En el caso de Sofía Sánchez ella trabajó antes en Conamype y tiene experiencia en el tema de empleo juvenil. No es un delito ser familiar de un funcionario para poder trabajar. De hecho, ella ya trabajaba en las instituciones de gobierno antes de que (Salvador Sánchez Cerén) se constituyera en presidente de la República.

La entrevista termina y los empleados del Injuve guardan sus cámaras. Del auditorio ya sale el maestro de ceremonias que, antes de iniciar la obra de teatro había dicho que “nos acompañan los subdirectores que están en pro del trabajo integral”.

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