Ciudad de Guatemala, GUATEMALA. El supuesto narcotraficante Waldemar Lorenzana, capturado en septiembre de 2013, fue entregado a delegados estadounidenses en el aeropuerto de la Fuerza Aérea guatemalteca, en el sur de la capital, explicó a periodistas Rudy Esquivel, vocero del Sistema Penitenciario, la institución a cargo de las cárceles en el país.
“Él (Lorenzana) es reclamado por una corte del Distrito de Columbia en Washington”, señaló Esquivel, poco antes de que un avión privado con el presunto capo de la droga a bordo partiera rumbo a Estados Unidos.
Lorenzana Cordón es hijo del narcotraficante guatemalteco Waldemar Lorenzana Lima (a) El Patriarca, considerado el nexo entre las mafias colombianas y el cártel mexicano de Sinaloa.
El Patriarca, de 72 años, también vinculado con Chapo Guzmán, se declaró culpable ante una corte en Washington en agosto pasado –cinco meses después de su extradición– del tráfico de 450 toneladas de cocaína a Estados Unidos entre 1996 y 2009.
“Los Lorenzana juegan un papel clave en facilitar el tráfico de cocaína entre Colombia y México. Mediante sus contactos con fuentes proveedoras colombianas, ellos utilizan a su país de origen como el punto de partida para los embarques de cocaína”, ha dicho la Embajada de Estados Unidos en Guatemala.
“Una vez que la cocaína llega a Guatemala, los Lorenzana trabajan conjuntamente con el cártel de Sinaloa para traficar esto hacia México, y eventualmente, hacia los Estados Unidos”, según la sede diplomática.
Guatemala sufre la penetración de poderosos cárteles mexicanos, entre ellos el de Sinaloa y el de Los Zetas, que trafican droga con la ayuda de capos locales que operan en la frontera común.
Las autoridades estiman que cerca de 50% de las casi 6,000 muertes violentas anuales en Guatemala están asociadas a la actividad del narcotráfico y a la lucha entre pandillas o maras.
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