Ciudad de México, MÉXICO. Un total de 43 estudiantes están desaparecidos desde que fueron atacados por policías de la ciudad de Iguala (Guerrero) la noche del 26 de septiembre y entregados después a sicarios de un grupo narcotraficante.
De acuerdo con los nuevos testimonios de detenidos, más de 40 jóvenes fueron trasladados esa noche en vehículos a un basurero de la vecina localidad de Cocula, adonde unos quince de ellos ya llegaron muertos por asfixia.
“Los detenidos señalan que en ese lugar privaron de la vida a los sobrevivientes y después los arrojaron a la parte baja del basurero y quemaron los cuerpos”, dijo el fiscal general, Jesús Murillo Karam, en una conferencia de prensa.
Según el fiscal, los detenidos dijeron que los restos calcinados fueron colocados en bolsas de basura que vaciaron en un río cercano. Murillo Karam dijo que una de las bolsas fue encontrada completa y cerrada y que en su interior fueron hallados restos humanos que podrían no llegar a ser nunca identificados.
Por “el alto nivel de degradación por el fuego hace muy difícil la extracción de ADN que permita la identificación. Sin embargo, no ahorraremos esfuerzos hasta agotar todas las posibilidades científicas”, dijo el fiscal.
Murillo Karam aseguró que hasta que no tengan pruebas científicas de la muerte de los estudiantes los seguirán considerando como desaparecidos.
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