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El crisis mundial por el virus del Ébola logra tender puentes entre La Habana y Washington

Agradecimientos, voluntad de cooperación, señales de apertura… Estados Unidos y Cuba han multiplicado las frases amables en torno a la lucha contra el virus del Ébola, rompiendo con la tradición de relaciones conflictivas y recriminaciones mutuas.


Lunes, 20 de octubre de 2014
Alexandre Grosbois (AFP) / El Faro

Barack Obama y Raúl Castro se saludaron en diciembre pasado durante los funerales de Nelson Mandela, en Sudáfrica. Foto archivo El Faro.
Barack Obama y Raúl Castro se saludaron en diciembre pasado durante los funerales de Nelson Mandela, en Sudáfrica. Foto archivo El Faro.

La Habana, CUBA. Para los expertos, las recientes declaraciones de distensión entre La Habana y Washington en el marco de la crisis mundial por el ébola constituyen señales de esperanza, aunque todavía es muy temprano para presagiar un acercamiento inminente entre ambos países.

A pesar de sus dificultades económicas y su falta de recursos, Cuba se puso a la vanguardia de la lucha contra el virus del ébola al enviar el 1 de octubre a 165 profesionales de la salud a África, a los que se sumarán otros en los próximos días.

Este esfuerzo le ha valido a La Habana un inusual agradecimiento de un responsable estadounidense de primer nivel: el secretario de Estado, John Kerry. “Cuba, un país de apenas 11 millones de habitantes, ha enviado 165 profesionales de salud y prevé enviar cerca de 300 más”, destacó el viernes el secretario de Estado.

Al día siguiente, el expresidente cubano Fidel Castro, eterno detractor de su odiado vecino, declaró que “gustosamente cooperaremos con el personal norteamericano” en la lucha contra el ébola, en un artículo titulado ‘La hora del deber’.

Estas declaraciones fueron formuladas en un contexto de diálogo oficialmente roto desde hace tiempo entre dos países que carecen de relaciones diplomáticas desde 1961.

En rigor, algunos signos de distensión vienen ocurriendo en los últimos años. El presidente Raúl Castro, que sucedió a su hermano en 2006, puso freno a las diatribas antinorteamericanas, mientras que su homólogo Barack Obama suavizó las normas que se aplican a los viajeros que visitan la isla comunista.

Pero Washington mantiene una línea dura hacia La Habana. El embargo estadounidense vigente desde 1962 contra Cuba es vigorosamente denunciado por la isla comunista y las tensiones diplomáticas son frecuentes, principalmente en torno a la suerte de tres agente cubanos y del estadounidense Alan Gross, todos ellos en prisión por espionaje en suelo “enemigo”.

Wayne Smith, exjefe de la Sección de Intereses que sirve de embajada estadounidense en Cuba, estima que estos signos de apertura “podrían ser muy importantes” para el mejoramiento de las relaciones entre los dos países, aunque se limitan por ahora al tema de la epidemia.

“Yo creo que podría ser muy útil para los dos países cooperar en sus esfuerzos (contra el ébola), que constituyen un ejemplo alentador de lo que es necesario en términos de cooperación internacional”, explicó el diplomático a la AFP.

“Romper el hielo...”

Este lunes Raúl Castro repitió que “Cuba está dispuesta a trabajar codo a codo con todos los países, incluyendo Estados Unidos”, al hablar en una cumbre latinoamericana sobre el ébola en La Habana.

“Debe evitarse cualquier politización de este grave problema que nos desvíe del objetivo fundamental, que es la ayuda y el enfrentamiento a esta epidemia en Africa y en la prevención en otras regiones”, justificó.

En pos de la movilización mundial contra el ébola, que ha dejado más de 4,500 muertos según la OMS, los dos gobiernos parecen tener voluntad de dejar de lado sus rencillas.

La lucha contra el ébola constituye “un momento formidable para romper el hielo y entrar en un proceso de colaboración que podría dar frutos muchos más amplios”, declaró a la AFP el académico cubano Esteban Morales, experto en las relaciones con Estados Unidos.

Morales califica las declaraciones de Kerry como una “señal amistosa” explotable a nivel diplomático. “No se debe desaprovechar para buscar el acercamiento”.

El analista cubano Arturo López-Levy, de la Universidad de Denver en Estados Unidos, también ve en estos intercambios el embrión de una potencial normalización: “Ninguno de estos estadistas ha dicho que el ébola anula las diferencias entre los dos estados, pero todos subrayan la oportunidad de cooperación y la buena voluntad para ejecutarla”.

“Como hecho aislado esto no podría redefinir las congeladas relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, pero podría contribuir a una lenta y larga distensión”, dijo a la AFP el analista Marc Hanson, del centro de estudios Washington Office on Latina America (WOLA).

En otra señal de una corriente favorable a un eventual proceso de normalización, varios sondeos recientes mostraron que una mayoría de estadounidenses se declaran listos para un cambio de la política hacia Cuba, y la prensa norteamericana ha abordado el tema.

El influyente diario The New York Times elogió este lunes la contribución cubana contra el ébola y aprovechó para advertir a la administración Obama que “normalizar la relación con Cuba conlleva muchos más beneficios que riesgos”. Un anterior editorial del cotidiano estadounidense sobre el tema, titulado ‘Tiempo de terminar con el embargo a Cuba’, fue considerado “muy astuto” por Fidel Castro.

© Agence France-Presse

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