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Barack Obama ante el desafío de formar una coalición para destruir el Estado Islámico

El presidente Barack Obama propone una coalición internacional para destruir al Estado Islámico, pero sus posibles aliados, escarmentados por los fracasos de Estados Unidos en Irak y enzarzados en sus propios conflictos regionales, podrían ser difíciles de convencer.


Jueves, 4 de septiembre de 2014
Stephen Collinson (AFP) / El Faro

Barack Obama, presidente de Estados Unidos. Foto archivo El Faro.
Barack Obama, presidente de Estados Unidos. Foto archivo El Faro.

Washington, ESTADOS UNIDOS. “Debemos asegurarnos de organizar al mundo árabe, a Medio Oriente, al mundo musulmán junto a la comunidad internacional para aislar este cáncer”, dijo el miércoles en Estonia el presidente estadounidense, Barack Obama.

La expansión del grupo yihadista Estado Islámico en Siria e Irak alarma a la región y altera los cálculos políticos. Por lo pronto, Irán retiró en medio del caos poselectoral en Irak su apoyo al primer ministro Nuri al-Maliki, a cuyo sectarismo se atribuye el ascenso del Estado Islámico en el país.

En una infrecuente reunión celebrada en Yedá, Arabia Saudita, la semana pasada, convergieron dos altos diplomáticos saudíes e iraníes –enemigos declarados– en una súbita muestra de la gravedad de la crisis.

En la búsqueda de su propia estrategia, Washington no vacila en jugar con la ansiedad de las potencias regionales. Es muy claro que a los vecinos de Irak y Siria, incluidos los países sunitas, les interesa que no haya organizaciones extremistas violentas actuando en las cercanías, dijo el portavoz de la Casa Blanca Josh Earnest.

Obama impulsará su coalición en la cumbre de la OTAN en Gales el jueves y viernes, y envió a Medio Oriente al secretario de Defensa, Chuck Hagel, al secretario de Estado, John Kerry, y a la coordinadora de contra-terrorismo de la Casa Blanca, Lisa Monaco.

Será un desafío muy grande, teniendo en cuenta la complejidad de los intereses en la región, advirtió Nora Bensahel, analista del Center for a New American Security.

Palabra de moda

Coalición es la palabra de moda, luego de que la ejecución de dos periodistas estadounidenses, hiciera tomar conciencia a Washington de que efectivamente enfrenta una nueva guerra en Medio Oriente.

Pero las perspectivas de que Irán y Arabia Saudita, que apoyan a través de organizaciones afines una guerra entre el islám sunita y el chiita, al menos se pongan de acuerdo en no obstruir los esfuerzos del otro contra el Estado Islámico, son por lo menos dudosas.

Otra de las paradojas la constituye el hecho de que Washington apoye a un gobierno dirigido por chiitas en Bagdad, que también es apoyado por Irán, contra los yihadistas sunitas del Estado Islámico.

Ello a pesar de que Washington está enfrentado por otra parte al gobierno del líder sirio Bashar al Asad, que está respaldado por Irán y por Rusia, embarcado en una nueva guerra fría con Estados Unidos. Asad, considerado criminal de guerra por Washington, se verá no obstante beneficiado por el debilitamiento del Estado Islámico en su país.

Estados Unidos ha estado atacando objetivos del Estado Islámico en Irak durante las últimas semanas, permitiendo el avance de fuerzas kurdas y gubernamentales, pero en Siria no tiene aliados que le permitan mantener posiciones luego de esos ataques, lo que incrementa las críticas a la incapacidad de Obama de armar a los rebeldes moderados en este país.

Dudas europeas

Toda coalición liderada por Estados Unidos requerirá una mayor determinación por parte de sus socios europeos. En Gran Bretaña, por ejemplo, no está claro si el primer ministro, David Cameron, adherirá a los bombardeos estadounidenses, un año después de que el parlamento se revelara contra los ataques aéreos en Siria por el uso de armas químicas. Francia sugirió el miércoles que sería necesario realizar operaciones militares en Siria.

Forjar una coalición tan complicada requiere una determinación y una flexibilidad diplomática que la administración estadounidense, preocupada por poner fin a sus compromisos bélicos y concentrarse en Asia, raramente ha demostrado.

La energía de Obama y su capital político parecen deteriorarse con el paso de las horas, cuando sus críticos se mofan de su reconocimiento de que todavía no tiene una estrategia para enfrentar al Estado Islámico en Siria.

Pero Matthew Olsen, director del Centro Nacional de Contra-Terrorismo, dijo el miércoles que Líbano, Turquía, Jordania y Arabia Saudita ya están trabajando tanto abierta como menos abiertamente con Washington para enfrentar al EI.

Existen todas las razones para creer, que en base a lo que ha sucedido hasta ahora, se van a coaligar, adelantó.

© Agence France-Presse

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