Salvador de Bahía, BRASIL. Un cabezazo estupendo para superar a Iker Casillas en la goleada 5-1 a España había servido para recordar al mundo que 'RVP' ( aka con el que se conoce a Robin van Persie) es un goleador excepcional. Al marcar un doblete en ese partido y un tercer tanto contra Australia, se colocó en el camino adecuado.
El jugador del Manchester United había “saboreado” especialmente ese momento, soñando abiertamente con ser “el máximo goleador del torneo”. Pero su suspensión contra Chile y después otro partido contra México en el que estuvo desaparecido, lo han detenido en su progresión.
Aunque no hay que olvidar que ha vivido una temporada complicada y no ha vuelto a disputar un partido completo desde marzo.
El 22 de marzo, Van Persie sufrió un esguince en la rodilla en Liga de Campeones frente al Olympiakos griego, lo que le valió seis semanas de reposo total, tras otras bajas anteriores.
En esta temporada en el Manchester United, Van Persie solo disputó 21 partidos de la Premier League, en los que, no obstante, anotó 12 goles.
Y aunque su Mundial nunca estuvo realmente en peligro, no llegó a Brasil en las mejores condiciones, habiendo jugado sólo algunos minutos de cada partido en el final de la liga inglesa. “He vuelto. Es lo principal. Me falta ritmo, pero tengo la ventaja de estar fresco”, había dicho al inicio de la concentración de la Oranje en mayo.
Van Gaal confía en él
El seleccionador Louis van Gaal es muy prudente con su goleador, al que tendrá bajo sus órdenes la próxima temporada en el United. El técnico no quiere quemar a su delantero, que retiró justo antes del final de los encuentros contra España, Australia y México.
Van Persie afirmó “entender” estas sustituciones, sobre todo porque Klaas-Jan Huntelaar, que entró en el partido contra México un cuarto de hora antes del final, fue decisivo con una asistencia y un gol. “Somos un grupo de 23 jugadores. El ambiente es excelente. No tengo nada de que quejarme”, aseguró 'RVP'.
Se nota que este prodigio holandés tiene ganas de hacer un gran Mundial, él que nunca ha brillado realmente en los grandes torneos. En su cuenta mundialista, un gol en la Copa del Mundo de 2006, frente a Costa de Marfil y un gol contra Camerún en el Mundial de 2010, un torneo en el que los Oranje lograron llegar a la final y, por tanto, jugaron siete partidos.
“A menudo me he presionado demasiado a mí mismo”, reconocía Van Persie que, en su descargo, ha sido a menudo sometido a una dura competencia por el puesto de delantero centro desde sus principios con la selección con jugadores como Ruud van Nistelrooy, Dirk Kuiyt o Huntelaar, su principal rival de estos últimos años.
Tras haber arrebatado el brazalete de capitán a Wesley Sneijder el año pasado, el delantero formado en el Feyenoord está “más tranquilo”, dice.
Tiene hambre de reconocimiento, y este regalo de Van Gaal podría demostrar que no tiene ya nada más que probar. Si no es haciendo ahora un gran Mundial. “Juego sin presión. El equipo es mejor que lo que auguraban algunos observadores. La final es posible”, dijo antes del duelo contra Costa Rica.
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