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Conozca el gabinete cultural de Ramón Rivas

Ramón Rivas ha prometido una reconquista. El nuevo secretario de Cultura ha asumido y acumulado compromisos que nadie lograría cumplir solo. Por eso se ha rodeado de un grupo de siete personajes que serán su vanguardia en el frente de batalla para recuperar 'el tiempo perdido en la institucionalidad cultural'. Aquí nos acercamos a este su estado mayor.


Domingo, 13 de julio de 2014
María Luz Nóchez

Entre los nuevos hombres y mujeres en los puestos de confianza que comandarán la institucionalidad cultural en El Salvador junto a Ramón Rivas figuran tres especialistas en teatro, una musicóloga, un arquéologo, un antropólogo, una académica y una bailarina. Algunos rostros más conocidos que otros, pero con la experiencia necesaria para asumir sus nuevas funciones, a juicio del antropólogo Rivas, ex director de Patrimonio Cultural y desde junio secretario de Cultura.

Durante la gestión de Magdalena Granadino (2012-2014), la estructura organizativa pasó de cinco direcciones nacionales a 16. En una entrevista en El Faro Radio el 17 de junio, Rivas dijo que había pedido a los directores que pusieran su cargo a disposición y que sus currículum vitae serían evaluados para reubicarlos en la Secultura o considerar dejarlos en el cargo. 12 fueron reubicados, una se mantuvo en el puesto y tres decidieron dejar la institución. Al final se quedaron siete direcciones con sus respectivos liderazgos que ya esbozan sus directrices y estrategias. También se nombra una asesora del despacho del secretario.

No son compromisos fáciles de honrar y se vuelve imperante consignar estas promesas ahora para volver sobre ellas después. Conseguimos hablar con siete de ocho funcionarios del nuevo gabinete cultural, lo cual ya es un cambio notorio en la nueva gestión, pues en los últimos 27 meses ningún funcionario de Secultura estaba autorizado para hablar con El Faro, y Granadino tampoco accedió a ninguna entrevista. 

Dirección Nacional de Investigación, Cultura y Estética: Breni Cuenca

La nueva administración marca el regreso de rostros a los que no les es extraña la gestión cultural desde el gobierno, y este reencuentro con la Secultura les permitirá, en sus palabras, cumplir con las metas que se habían propuesto en su pasado en la institución. Para el caso, la académica Breni Cuenca regresa para echar a andar la anteriormente llamada “Ciudad de las artes”, propuesta durante su breve cargo de secretaria de Cultura. Ahora Cuenca es la responsable de la misión de la nueva Dirección Nacional de Investigación, Cultura y Estética, la cual responderá directamente a Rivas.

Bajo su gestión, Cuenca tiene como prioridad y a corto plazo la fundación del Instituto Superior de Formación en Artes y, para lograrlo, ya tiene a ocho profesionales trabajando en los perfiles de las escuelas que lo integrarán. Entre ellos el director titular de la Orquesta Sinfónica de El Salvador, German Cáceres; Fátima Alfaro, exdirectora de la Escuela Nacional de Danza (2011-2012); el artista plástico César Menéndez; el exdirector de la Dirección de Publicaciones e Impresos (2012-2013) Róger Lindo; el gestor cultural Noé Valladares; y los cineastas André Guttfreund y Jorge Dalton, quienes estarán a cargo del Instituto Superior de Cine y la Cineteca, respectivamente. Si la burocracia institucional es bondadosa, Cuenca esperaría que para julio de 2015 las primeras generaciones de cada escuela ya estén cursando su primer semestre. “Ahorita estamos soñando con construcción y ubicación de un campus. Estamos en una etapa muy de papel y muchas reuniones”, aseguró.

La creación de este instituto de educación superior también responde a lo planteado en el Anteproyecto de Ley de Arte y Cultura que está en discusión en la comisión de Cultura y Educación de la Asamblea Legislativa, y al eje 9 de la plataforma de gobierno del FMLN.

Breni Cuenca. Foto: José Carlos Reyes.
Breni Cuenca. Foto: José Carlos Reyes.

 


Dirección Nacional de Artes: Tatiana de la Ossa

De la gestión anterior solo sobrevive en su cargo de dirección Tatiana de la Ossa, quien admitió a El Faro vía telefónica que los cambios en la institución han empezado a notarse en la forma de trabajar, es decir, que se está llegando a consensos entre pares y no siguiendo líneas de mando verticales, como cree que sucedía en la anterior administración. Esto pasa por el anuncio de que las direcciones anunciadas absorberán funciones de las nueve que desaparecieron, con el fin de reducir el gasto en salarios y para no duplicar esfuerzos.

Esta directora de teatro y gestora cultural llegó a la DNA en abril de 2013 y desde su arribo llegó a dirimir algunos conflictos entre la administración y la Orquesta Sinfónica de El Salvador, por ejemplo, consiguiendo fondos para la reparación de instrumentos, uniformes para los músicos y mejores condiciones de transporte para dar conciertos en el interior del país.

En este segundo período al frente de esta dirección, De la Ossa tiene como meta ordenar y depurar la Colección Nacional de Pintura y Escultura, así como la creación de la Compañía Nacional de Teatro. Adicionalmente, también se le ha encargado la revisión de las bases del Premio Nacional de Cultura, el cual sufrió modificaciones a media convocatoria el año pasado, y que este año está dedicado al teatro.

Tatiana de la Osa. Foto Mauro Arias
Tatiana de la Osa. Foto Mauro Arias

 


Dirección Nacional de Formación en Artes: Marta Rosales

La musicóloga Marta Rosales llegó el miércoles 2 a tomar las riendas de la Dirección Nacional de Formación en Artes, cuyas oficinas están albergadas en el Centro Nacional de Artes (Cenar). Rosales regresa por segunda vez a la institución luego de que en febrero de 2010 fuera cesada de su cargo por un error de papeleo, y de que a finales de ese mismo año el secretario de Cultura de ese entonces, Héctor Samour, decidiera no renovar su contrato. Además de una licenciatura en música, la investigadora cuenta con una maestría de bellas artes del Conservatorio Estatal de Odessa, Ucrania, y en 2013 presentó junto a la Fundación Accesarte el estudio “Realidades y proyecciones para el acceso, promoción y difusión de la música nacional”.

Su motivación para reintegrarse a las filas de la Secultura tiene que ver, en primera instancia, con el poder de decisión que ahora ostenta desde una dirección nacional, y porque “el reto es fantástico, siempre he querido lograr el nivel de desarrollo artístico que conocí en el extranjero para mi país”. De Rosales dependerá la revitalización de las instituciones del Estado que le apuestan a la formación artística, el Cenar y la Escuela Nacional de Danza (END), que además de afrontar dificultades a nivel estructural e instrumental, no pueden acreditar a los alumnos que pasan por sus salones.

Marta Rosales. Foto Secretaría de la Cultura de la Presidencia
Marta Rosales. Foto Secretaría de la Cultura de la Presidencia

 


Dirección Nacional de espacios públicos: Fernando Umaña

Otro de los personajes que vuelve al ruedo en esta administración es el director de teatro Fernando Umaña, quien pasó de dirigir el Teatro Nacional de San Salvador (2009-2010) a la nueva Dirección de espacios públicos. Este gestor cultural se ha dedicado por más de 40 años al teatro, entre el grupo Sol de Río y el Teatro Estudio de San Salvador, y durante 15 años fue el encargado de organizar el Festival Centroamericano de Teatro “Creatividad sin fronteras”.

Esta nueva instancia pretende descentralizar el quehacer artístico, que por años se ha relegado al centro del país, y llevarlo hacia la periferia y a aquellos lugares donde las intervenciones artísticas no son comunes, como las terminales del Sitramss y sus buses, y los hospitales. Para lograrlo, Umaña se ha planteado como necesario el trabajo conjunto con otros ministerios, como el de Obras Públicas y el de Salud, y las alcaldías. Esto le permitirá a la institución repartir el costo presupuestario. La tarea, reconoce, no es fácil en un país donde se ve la inversión en el arte y la cultura como un gasto, y para lograr su cometido su gestión se basará en el cabildeo con políticos y diputados. “Nuestra gente tiene que entender que cualquier proyecto que tenga que ver con la prevención de la violencia pasa por la cultura”, aseguró.


Dirección Nacional de Casas de la Cultura Viva Comunitaria: César Pineda

Para cumplir con el rediseño de las Casas de la Cultura, Rivas ha fichado al actor y director de teatro César Pineda, quien desde 2010 ha estado destacado como maestro de actuación del diplomado de teatro que se imparte en el Cenar. Aunque es primera vez que este gestor cultural asume un puesto a este nivel jerárquico dentro de la institución cultural, desde la Asociación Escénica ha dado sus primeros pasos con la revitalización de comunidades vulnerables por medio del teatro. De hecho, este modelo implementado por ellos servirá como abono a sus planes de trabajo. El punto de referencia que pretende emular su administración, no obstante, es el impulsado por Celio Turino, en Brasil. Turino fue invitado el año pasado por la Secretaría de Cultura del FMLN para compartir su experiencia como gestor y creador de los Puntos de Cultura o Cultura Viva, una política del Ministerio de Cultura de Brasil.

Sin embargo, aclaró Pineda, no busca imponer nada y lo primero que hará será visitar las Casas de la Cultura para conocer el trabajo que se ha desarrollado en cada una. Lo que sí es seguro, dijo, es que bajo su administración pretende que los habitantes de cada municipio se tomen la casa y se conviertan en un punto de encuentro de toda la comunidad, con especial énfasis en los jóvenes y personas de la tercera edad.

En los últimos años, Pineda ha repartido su tiempo entre El Salvador y México. En 2011 cursó el Diplomado Intensivo de Actuación Dramática, en la Casa del Teatro, fundada por Luis de Tavira, en Coyoacán. Y en 2013 se convirtió en el primer salvadoreño en participar en el proyecto teatral itinerante 'El Rocinante', parte de la de Casa del Teatro y del Centro Dramático de Michoacán (CEDRAM).

 

César Pineda. Foto Secretaría de la Cultura de la Presidencia
César Pineda. Foto Secretaría de la Cultura de la Presidencia

 


Dirección de Patrimonio Cultural: Wolfgang Effenberger López

El antropólogo Wolfgang Effenberger López asumirá la Dirección de Patrimonio Cultural. Esta es una de las direcciones claves de la Secultura y la que mayor autoridad tiene entre sus pares. Fue la que dirigió Ramón Rivas desde 2010 hasta su renuncia en 2012. Entre las siete que ahora tiene Secultura es la única que cuenta con una ley y un reglamento específico para cumplir su misión. Y la única que puede autorizar licencia para construir, restaurar o demoler en una zona o un edificio considerado patrimonial. Esta área, ha dicho Rivas, será prioritaria en su mandato.

Effenberger es alemán-salvadoreño, y obtuvo su magíster en Americanística Precolombina y Estudios Latinoamericanos en la Freie Universität de Berlín, Alemania. Será el encargado de asumir la herencia de Gustavo Milán, que deja como puntos prioritarios la futura postulación de Ciudad Vieja y Suchitoto (Cuscatlán), y Los Cóbanos (Sonsonate) para un sello de bien cultural o bien mixto, respectivamente, de la humanidad. También le hereda las investigaciones en el sitio arqueológico Las Marías, adquirido por el Estado en mayo de este año, y el proceso de reconocimiento como patrimonio del archivo documental de Tutela Legal del Arzobispado.

El Faro intentó hablar con el nuevo funcionario, pero este, después de agradecer el interés, dijo que atendería una entrevista más adelante.

Dentro de la estructura de la Dirección de Patrimonio Cultural, está la dirección del Museo Nacional de Antropología, que desde el 1 de julio fue delegada al arqueólogo Herbert Erquicia. Tanto Effenberger como Erquicia han trabajado juntos en el pasado, realizando estudios sobre la herencia afrodescendiente en El Salvador para la Escuela de Antropología de la Universidad Tecnológica, la Academia Salvadoreña de la Historia y la Secretaría de Cultura.

La llegada de Erquicia parece devolverle el rumbo al Muna, el cual desde hace cinco años, desde la salida de Gregorio Bello Suazo, no había estado bajo el mando de un profesional especializado en arqueología, la materia que, se supone, este museo exhibe.

El perfil de los directores ha sido la queja de investigadores y académicos. Su principal misión, dijo el flamante director a El Faro, es que el Muna “se convierta en el referente de las identidades salvadoreñas. Para ello estamos conformando un equipo de académicos'. Erquicia es miembro de la Academia Salvadoreña de la Historia y corresponsal de las academias de Guatemala y España, y está realizando su tesis doctoral en Historia de América Latina y Mundos Indígenas en la Universidad Pablo de Olavide, en Sevilla. El Muna tampoco le es ajeno, ya que entre 1997 y 2006 se desempeñó en él como técnico del departamento de arqueología.

De su gestión dependerá también lograr el equilibrio entre lo académico y lo lúdico. Durante 2013, la gestión Granadino abrió al público el museo los domingos para presentaciones artísticas de grupos de música folclórica y popular, la Compañía Nacional de Danza, y para el desarrollo de talleres, entre ellos uno de elaboración de piñatas. Los planes de esta gestión, sugiere el nuevo director, son desligar al museo de este proyecto, pero que a la fecha sigue funcionando bajo ese régimen porque ya había compromisos adquiridos que no se pueden cancelar. Con lo que sí se comprometió es con la resurrección de la revista de antropología del museo y con revisar la museografía y corregir ciertas inexactitudes sorprendentes como que la sopa maruchán sea parte de la canasta básica del salvadoreño que exhibe el Muna.

 


Asesora del secretario: Eunice Payés

Como complemento a la nueva flota que llevará las riendas de la Secultura, Rivas ha enlistado a la bailarina y gestora cultural Eunice Payés, quien ya en el pasado se había desempeñado como coordinadora de la Muestra Nacional de grupos independientes de danza contemporánea (2003-2006), coordinadora académica de la Escuela Nacional de Danza (2010-2011) y en los últimos dos años como maestra de danza en el diplomado de teatro que imparte el Cenar.

Su nombramiento no resulta extraño, ya que en una de sus primeras entrevistas, el nuevo secretario dijo: 'Quiero dejar claro que mi brazo derecho e izquierdo en la institución es Eunice Payés. Ella es la responsable de la institución después de mí'. Esto abona a los comentarios que desde antes de que se oficializara a Ramón Rivas como titular de la institución, circulaban entre la comunidad artística, ya que muchos daban por hecho que Payés asumiría el viceministerio una vez que el Ministerio de Cultura se creara.

Sus responsabilidades en este cargo, por ahora, han significado suplir al funcionario en actividades a las que él no ha podido asistir por incompatibilidad de agenda y acompañarlo en reuniones con diplomáticos. 'Él comparte conmigo algunos compromisos en los que cree que yo tengo el conocimiento para asumirlos', dijo Payés a El Faro. Además, las funciones de Payés serán brindar asesoría en temas artísticos a Rivas, como la danza y el teatro, 'y en cualquier otro tema que él requiera'. Entre sus tareas también se incluye apoyar a César Pineda en el plan de fortalecimiento de las Casas de la Cultura Viva Comunitaria. Esta dirección respondería directamente a ella.

Sobre su ascenso al cargo de viceministra una vez que se cree el Ministerio de Cultura en enero de 2015, la bailarina y coreógrafa prefiere decir que esa es una decisión que les corresponde a Rivas y al presidente Salvador Sánchez Cerén, y que por el momento ella está enfocada en los primeros 100 días en la institución y en reunirse con todos los involucrados en las casas de la cultura para iniciar con el rediseño que se pretende implementar.

Eunice Payés. Foto Secretaría de la Cultura de la Presidencia.
Eunice Payés. Foto Secretaría de la Cultura de la Presidencia.

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