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Honduras: espejo de Centroamérica

¿Qué lecciones tuvo el golpe de estado en Honduras para el resto de Centroamérica? La latinoamericanista salvadoreña Carmen Elena Villacorta resume un nuevo libro con importantes reflexiones sobre el tema: Honduras 2013: golpe de Estado, elecciones y tensiones del orden político, editado por Esteban De Gori.


Martes, 22 de julio de 2014
Por Carmen Elena Villacorta *

Libro
Libro 'Honduras 2013: golpe de Estado, elecciones y tensiones del orden político', descárgalo gratis haciendo clic en la imagen.
Lo novedoso del análisis de la colección de ensayos en el libro Honduras 2013: golpe de Estado, elecciones y tensiones del orden político, editado por Esteban De Gori,  es que inserta a Honduras en el ámbito centroamericano, afirmando que el acontecer en uno de los países de la región repercute en los demás.

El libro está compuesto por 16 ensayos breves y consta de 153 páginas. El primer artículo es del periodista brasileño-salvadoreño, Magíster en Estudios Internacionales y doctorando en Ciencia Política Aleksander Aguilar. Ofrece una radiografía de la realidad hondureña a raíz de la crisis iniciada por el golpe de Estado de junio de 2009 y expone la controversia respecto de la intervención brasileña en el conflicto. El autor presenta a Honduras como uno de los países más pobres y violentos de América Latina. Tras explicar que fue el retorno clandestino del presidente hondureño depuesto, Manuel Zelaya a Honduras, en septiembre de 2009, el hecho que otorgó protagonismo a Brasil en la crisis del país centroamericano, Aguilar cuestiona a los críticos del apoyo ofrecido por el presidente Lula Da Silva a Zelaya. Ubica a dichos críticos como herederos de la Doctrina Monroe y de la Doctrina de Seguridad Nacional, las cuales asumen a Centroamérica como zona geoestratégica en función de los intereses de Estados Unidos.

En el segundo ensayo, la Dra. Natalia Ajenjo, politóloga española, da cuenta de la crisis actual del tradicional Partido Liberal de Honduras (PLH), el cual obtuvo el peor resultado electoral de su larga historia en noviembre de 2013. Tales comicios no solo no le permitieron acceder al Ejecutivo, sino que lo dejaron en un tercer lugar en el Congreso Nacional en donde su presencia solía ser dominante, y al frente de apenas un cuarto de las municipalidades del país. Uno de los más relevantes resultados de las elecciones de noviembre de 2013 habría sido la fractura del bipartidismo que caracterizó a Honduras a lo largo de todo el siglo XX.

El Dr. Marvin Barahona, historiador hondureño, ausculta el estado de ánimo de la coyuntura postelectoral, proponiendo un interesante juego entre el análisis estructural y el primer mes de gobierno del presidente Juan Orlando Hernández, candidato del Partido Nacional que se hizo del Ejecutivo con un poco más del 30% de los votos válidos. Barahona explica el pesimismo y la incertidumbre que permean a Honduras y vaticina el retorno a la tradición autoritaria, militarista y de democracia restringida, prevaleciente en la Honduras de la década de 1980. Desde el punto de vista económico, el electo Hernández representa a la derecha neoliberal que en sus gobiernos anteriores impulsó medidas de ajuste estructural y “políticas de schok”.

El investigador y analista político hondureño Álvaro Cálix ofrece una ágil “auto entrevista”, en la que da cuenta del contexto en el cual se llevaron a cabo las elecciones de noviembre de 2013. Según Cálix, las élites hondureñas aprovecharon el control absoluto del Estado que se agenciaron tras el golpe, para “acentuar el despojo patrimonial del país, ya sea mediante concesiones leoninas de obras públicas, sabotaje a las empresas estatales, debilitamiento de derechos y beneficios de los trabajadores, y la entrega al capital privado nacional e internacional de nuestros recursos naturales”.

En su mapeo de las fuerzas políticas que actualmente protagonizan la lucha por la hegemonía en Honduras, Elvira Cuadra —socióloga nicaragüense y Directora del Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (IEPP)— presenta al nuevo Partido Libertad y Refundación (Libre) como el actor político emanado del Frente Nacional de Resistencia Popular que articuló a los movimientos sociales opuestos al golpe de Estado de 2009. Dicho movimiento está integrado por una amplia diversidad de actores: movimientos de mujeres, organizaciones campesinas, de la diversidad sexual, indígenas, étnicas, comunitarias y de trabajadores, entre otros. Cada uno de estos grupos posee una visión propia sobre la situación del país y sus posibles soluciones. No obstante, han logrado aglutinarse en una plataforma mínima y traducir su posición antigolpista en votos a favor del Partido Libre.

Investigador y centroamericanista argentino, el Dr. Esteban De Gori, ubica la coyuntura hondureña en las coordenadas geopolíticas de la América Latina contemporánea. Señala lo inesperado del acontecer en Honduras: nadie imaginó que el empresario y presidente Manuel Zelaya terminaría decantándose por una política “posneoliberal”, cercana a los gobiernos progresistas de Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador y Venezuela; tampoco era previsible que las fuerzas conservadoras del país reaccionarían con un golpe de Estado; finalmente, el surgimiento del Partido Libre como el actor político que encarna a la nueva izquierda, la apertura de un nuevo lugar en el espectro ideológico hondureño y la fractura del bipartidismo, también fueron novedad.

El séptimo artículo, a cargo de la directora de cine hondureña y exiliada en Argentina a raíz del golpe de Estado de 2009, Katia Lara, es expresión de la voz militante, apasionada, rebelde y femenina de la denominada Resistencia en Honduras. Con la vivacidad y energía de quien narra las urgencias del instante, Lara describe su experiencia en las elecciones del 24 de noviembre de 2013, para cuya cobertura documental regresó a su país. Denuncia la compra de votos, las prebendas entregadas por el Partido Nacional a quienes lo hubiesen favorecido en las urnas, el voto de personas fallecidas, el doble voto, la desaparición de las listas de votantes en ciertas mesas, entre otras irregularidades.

También el reconocido periodista argentino Ariel Magirena denuncia la compra de voluntades y el amedrentamiento de los que se valió el establishment, haciendo uso discrecional de los recursos del Estado. Habla del ofrecimiento público de “tarjetas de beneficio” para votantes del oficialismo, por parte de Juan Orlando Hernández. Según Magirena, el Tribunal Supremo Electoral publicitó el triunfo de las zonas en donde el PN resultaba ganador, mientras que en donde el triunfo era para el Libre ordenó auditorías que dejaron fuera del escrutinio casi medio millón de votos. A su criterio, los observadores internacionales carecieron de poder de constatación y se limitaron a hacer críticas y sugerencias, que no es lo mismo que denuncias y repudio.

La Dra. Patricia Otero, politóloga española, ofrece un análisis del sistema de partidos en Honduras y su recomposición a raíz de la crisis inaugurada por el golpe. De acuerdo con Otero, la estabilidad que hasta el 2009 había exhibido el sistema político hondureño, caracterizado por la alternancia entre el PN y el PL, y la hegemonía de ambos partidos sobre el control del Estado y sus recursos, descansaba sobre dos pilares: el faccionalismo y el clientelismo. Otero señala que las diferencias programáticas entre los dos principales partidos fueron desapareciendo hasta ubicarlos a ambos en una posición de centro-derecha que evitó la polarización y los virajes bruscos en los recambios gubernamentales. Denominador común entre nacionalistas y liberales es, también, haber mostrado magros resultados en cuanto a la aguda problemática socioeconómica de Honduras, al tiempo que incrementaba la corrupción.
 En consonancia con otras voces recogidas en el libro, la estudiante de sociología de la Universidad de Buenos Aires (UBA) Mariela Pinza, alude a los límites que el reformismo impulsado por Manuel Zelaya encontró entre las élites políticas y militares y empresariales. El aumento del salario mínimo aprobado por Zelaya se hizo en oposición a las cámaras empresariales que rechazaron la medida. Pinza reflexiona en torno de la relación entre institucionalidad y democracia. ¿Cuánta ‘democraticidad’ están dispuestos a tolerar los sectores conservadores de Honduras? ¿Se puede hacer uso de las instituciones para atentar contra la democracia?, serían dos modos de sintetizar las inquietudes de la autora.

A criterio de la Dra. Kristina Pirker, latinoamericanista austríaca, Xiomara Castro encarna la difícil posición de cualquier mujer centroamericana en busca de una carrera política. Con frecuencia, son los lazos familiares los que permiten a las mujeres superar obstáculos interpuestos por sociedades tradicionalistas, conservadoras y sexistas. Pirker hace hincapié en dos rasgos del nuevo movimiento popular en Honduras: su heterogeneidad y su politicidad. La capacidad articuladora, contestataria y contra hegemónica del Frente Nacional de Resistencia Popular desató en la derecha reacciones que combinan las tradicionales posiciones anticomunistas con prácticas homofóbicas o racistas.

Silvina Romano, investigadora y centroamericanista argentina, asegura que el discurso estadounidense “antidrogas” pretende justificar la injerencia norteamericana en los ámbitos estratégicos de la realidad hondureña. Afirma que el Acuerdo para la Seguridad Centroamericana (CARSI, por sus siglas en inglés), impulsado por Washington, encubre su intención de atentar contra las garantías constitucionales y criminalizar la protesta social bajo el manto de consignas por la “paz” y la “seguridad” de la región. La continuidad de las actividades del Comando Sur, so pretexto de la lucha antinarcóticos, es una de las manifestaciones de la alianza entre el Departamento de Estado y la derecha hondureña para atentar contra la democratización. No es un secreto que el gobierno de Estados Unidos legitimó el golpe de Estado y fue protagónico en la planificación de las dos elecciones llevadas a cabo después de 2009, encontrando en la OEA una actitud funcional a sus intereses.

El Dr. en Economía, docente en diferentes universidades de Iberoamérica y Director Ejecutivo del Centro Estratégico Latinoamericano Geopolítico (CELAG), Alfredo Serrano Mancilla, ofrece una irónica y punzante sátira del 24 de noviembre de 2013 en Honduras. La secuencia de imágenes, enumeradas como “tomas” de un film, describe elocuentes episodios del performance electoral que el autor considera una farsa.

Aportes del sociólogo y analista político hondureño Eugenio Sosa a éste volumen son: la claridad de su análisis sobre la reconfiguración del sistema de partidos que tuvo lugar tras el golpe de Estado y la cantidad de datos e información útil con la que contribuye a dibujar con detalle el actual escenario político-electoral de Honduras.

Por su parte, Carmen Elena Villacorta, latinoamericanista salvadoreña, explora una línea de análisis que se propone evidenciar los vasos comunicantes entre las fuerzas políticas de Centroamérica, observando las reacciones de la derecha de El Salvador ante el golpe de Estado en Honduras.

“Honduras cuenta con 8 millones de habitantes y un PBI que no llega a los veinte mil millones de dólares, tiene un PBI per cápita de dos mil trescientos dólares y un GINI de 0,57. Un país pobre, desigual, con estructuras institucionales debilitadas pero que, debido a su ubicación geográfica, se constituye en una pieza clave del proyecto imperial como cabeza de playa para controlar y desestabilizar la región”. Así abre la Dra. Sonia Winer, latinoamericanista argentina, su intervención, cuyo objetivo es explicar las condiciones de posibilidad de la injerencia estadounidense en Honduras.


* La salvadoreña Carmen Elena Villacorta es candidata a Doctora en Estudios Latinoamericanos por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), integrante del Grupo de Estudios sobre Centroamérica del IEALC-UBA, en Argentina, donde ahora reside.

Honduras 2013: golpe de Estado, elecciones y tensiones del orden político, editado por Esteban De Gori (Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe (IEALC) / Instituto de Investigaciones Gino Germani, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires (UBA), Sans Soleil Ediciones Argentina, Buenos Aires, 2014). Libro de descarga gratis en este enlace.

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