Basta ya de irrespetar los resultados electorales, pues es negar la sabiduría que tuvo el pueblo expresada en los mismos; es no reconocer el mensaje que los votantes enviamos de la necesidad de diálogo y concertación. Es desperdiciar el buen trabajo que hizo Arena en la segunda vuelta, trabajo que se refleja en los votos que obtuvo y que se podría ocupar para fortalecerse como una buena oposición.
Basta ya de pedir la intervención de las Fuerzas Armadas pues ellos ya nos han enseñado que aprendieron del pasado, que su lugar no es en el campo político, que si quieren participar en política lo harán como ciudadanos, no como institución. Basta de provocar hacia la violencia y arriesgar vidas con esas marchas, esos exabruptos y discursos incendiarios, ello nos recuerda de los años antes del conflicto armado, etapa de nuestra historia que no queremos repetir.
Basta ya de jugar a la democracia solo cuando les conviene, cuando los resultados les son favorables, ello es dejar pasar una oportunidad histórica para el diálogo, para construir país. El pueblo fue sabio en la forma en que votó, el pueblo cree en la democracia, cuyo primer paso fue acudir masivamente a las urnas, pero esa democracia debe continuar en el proceso de aceptar resultados, de cerrar el proceso electoral de acuerdo a la ley, en la transición entre gobiernos y, especialmente, en el gobernar.
Basta ya de irrespetar la institucionalidad del país al no reconocer al TSE y las leyes electorales, al provocar a las Fuerzas Armadas a irrespetar su papel institucional, a no reconocer y seguir las recomendaciones de los organismos internacionales como las NNUU y la OEA. Nosotros aprendimos sobre la sabiduría de las recomendaciones de esas instituciones en los Acuerdos de Paz entre otros. Los salvadoreños valoramos la institucionalidad del país, que aunque todavía en evolución, nos garantiza la paz y el proceso democrático y es base para el buen gobernar.
Basta ya de polarizar al país, el resultado de la segunda vuelta pide lo contrario, exige el diálogo y la concertación para buscar acuerdos básicos para el gobernar. El FMLN los está haciendo quedar mal pues son ellos los que están llamando al diálogo para un acuerdo de nación.
Basta ya de pedir recuento voto por voto y organizar marchas provocadoras e irrespetuosas del orden institucional pues esto no es Venezuela. Basta de tomar plazas y desestabilizar pues este no es el México de Lopez Obrador, y como el FMLN ha insistido, aquí queremos construir algo diferente, este es El Salvador.
Basta ya de guardar silencio y tergiversar la verdad por parte de varias instituciones, asociaciones y medios de comunicación. Esos que antes eran los grandes defensores de la democracia, del orden institucional, de la libertad de expresión, ahora callan ante una situación tan crítica o, peor aún, mienten ya sea por omisión o por no decir la verdad.
Basta ya de escribir libertad con sangre. Los resultados del proceso electoral dejan en claro que los salvadoreños queremos libertad en democracia, respetando la Constitución, y el orden institucional. No queremos más violencia ni más sangre.
