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La nueva verdad de Arena sobre el fraude electoral

El partido de derechas ha subido y bajado sobre un tobogán de denuncias que, según sus líderes, sustentan un fraude en la elección presidencial del domingo 9 de marzo. Al final todos caen en una sola argumentación común: el TSE fue parcial. Este miércoles, el Tribunal continuaba con el escrutinio final y el candidato presidencial arenero dijo que el fraude radicó en 20 mil votos dobles que emitieron los vigilantes de mesa del FMLN.

Miércoles, 12 de marzo de 2014
Daniel Valencia Caravantes

Y al tercer día después de la segunda vuelta, el fraude estaba en otros lados. Este miércoles al mediodía, los candidatos a presidente y vicepresidentel del partido Arena declararon en conferencia de prensa que acudirán a la Fiscalía a denunciar un fraude masivo contra el proceso electoral que ya no consiste en el robo de votos supuestamente cometido en actas electorales trucadas ni en la transmisión de los resultados electorales tras el cierre de las urnas, como sostuvieron en un inicio dirigentes del partido entre la noche del domingo 9 de marzo y la mañana del lunes 10.

Ahora el fraude está en otros dos lugares. Norman Quijano y René Portillo Cuadra, los aspirantes a presidente y vicepresidente de la República, aseguran que el FMLN obtuvo “20 mil votos dobles” gracias a que vigilantes del partido en los centros de votación ejercieron el sufragio en dos lugares distintos: tanto donde estaban laborando como escrutadores del proceso, como en sus lugares de residencia. Además, denuncian más de 19 mil votos que según ellos las juntas receptoras de votos clasificaron arbitrariamente como sufragios nulos.

Entre el martes 11 y este miércoles 12, la denuncia de la existencia de supuestos votos dobles de delegados del partido FMLN aumentó de “algunos” -según un recurso de nulidad de las elecciones que el partido presentó ante el Tribunal Supremo Electoral- a “estimamos 20 mil”, según la denuncia hecha pública en conferencia.

“Tenemos indicios de que el FMLN hizo fraude con doble votación de sus vigilantes y sus miembros de juntas receptoras de votos. Presentaremos nombres y apellidos y números de documento de identidad de estas personas a la Fiscalía”, dijo Quijano, quien pidió a la prensa nacional e internacional dar a conocer a la comunidad internacional “el atropello a la voluntad popular” que se está cometiendo en El Salvador. Quijano fue acompañado en la conferencia por su compañero de fórmula, René Portillo Cuadra.

La denuncia la hicieron en medio del escrutinio final, iniciado el martes, y cuando las protestas de seguidores de Arena continúan en los alrededores del hotel Crowne Plaza, en San Salvador, sede del conteo definitivo. Asimismo, cuando los militares aparecieron diciendo que rechazaban lo que consideraron un llamado ilegítimo a la Fuerza Armada por parte del candidato arenero.

Con su denuncia de este miércoles, Arena contradice a la primera versión del posible fraude que plantearon sus dirigentes la noche del domingo. Se contradice también con lo denunciado un día después, el lunes 10, y con lo denunciado el martes 11. A la fecha el partido tiene cuatro versiones sobre un solo supuesto fraude, y para ninguna de las versiones ha ofrecido pruebas contundentes. Cuando a los dirigentes se les pide esas pruebas, siempre terminan respondiendo que las pruebas están en las urnas, que por eso las urnas deben abrirse y contarse “voto por voto”.

Este miércoles, Norman Quijano puso un matiz para resguardarse las pruebas que tienen sobre los supuestos 20 mil votos dobles de delegados del FMLN. “Ustedes comprenderán el riesgo para ellos si se los damos a conocer a ustedes”, dijo. En todo caso, según la ley, quien denuncia fraude está obligado a presentar pruebas ante el TSE.

El subibaja de un fraude

El domingo por la noche, dirigentes del partido tricolor sugirieron que el Tribunal Supremo Electoral había detenido a propósito el conteo preliminar, cuando el escrutinio les daba la ventaja por menos de un punto, para permitir la alteración de actas y permitir que luego fuera el FMLN el que apareciera con una mínima ventaja, que se mantuvo hasta el cierre del conteo preliminar. A las 10:53 de la noche, con el 99.90 % de las actas escrutadas, el FMLN estaba obteniendo 1,492,805 votos, para un 50.11 % de la votación, y Arena 1,486,448 votos, para un 49.89 % de los sufragios.

En esa primera versión del supuesto fraude, el partido tricolor sugirió que el conteo preliminar se detuvo para sustraer actas en las que ellos salían favorecidos, intercambiándolas por otras que reflejaban un resultado diferente al de las actas originales de votación. Más tarde, esa misma noche, además de esas actas presuntamente trucadas, dirigentes del partido sugerían además que las 14 actas “no procesables” por el sistema de conteo preliminar obedecía a que en ellas se encontraban los votos que le darían el triunfo al partido en el gobierno, que busca llevar a la silla presidencial a un excomandante guerrillero, Salvador Sánchez Cerén.

Arena, que a las 7 de la noche se declaró vencedora 50.32 % contra 49.68 % del FMLN, llamó a la defensa del voto a sus correligionarios, y el candidato Norman Quijano pidió al ejército que vigilara e impidiera un fraude. “Se me malentendió”, dice ahora Quijano. “En ningún momento pedí al ejército un intervencionismo o golpe de estado o nada por el estilo. Simplemente hice un llamado para que continuara con su labor de vigilancia en medio del proceso electoral”, dijo este miércoles.

El lunes 10, El Salvador amaneció con el principal partido de oposición asegurando que hubo actas cambiadas, alteradas, trucadas. El Tribunal Supremo Electoral, a media mañana, explicó que si el conteo preliminar se había detenido fue porque dada la tendencia reflejada, era necesario deliberar el contenido de las 14 actas no procesables y otras 7 actas en las que se confirmó irregularidades que afectaban tanto a Arena como al FMLN. Entre esas irregularidades se encontraban números 1 que eran digitados como números 7 o números 9 que eran digitados como números 4.

El TSE pidió calma a los partidos, e instó a que se subsanaran esas anomalías en el escrutinio final, en el que según la ley Arena tiene la posibilidad de exigir la revisión acta por acta. En Arena, sin embargo, la idea de fraude subió de nivel. Liderados por el diputado Roberto d’Aubuisson y la diputada Ana Vilma de Escobar, un grupo de simpatizantes acudió el mismo lunes a la Fiscalía General de la República para exigir al fiscal que evitara un “fraude electoral”. Desde las 2:30 p.m., la denuncia de fraude incorporó un nuevo elemento: el partido pedía el conteo “voto por voto” para asegurar la transparencia del resultado electoral.

El martes 10, por la mañana, alrededor de 6 mil manifestantes se congregaron en las inmediaciones del hotel Crowne Plaza, sede del escrutinio final, repitiendo la consigna del presidente del partido, Jorge Velado: “¡Voto por voto!”, gritaban. Esa mañana, Arena mantenía como versión principal del supuesto fraude la existencia de actas alteradas. Velado incluso dio números. A diferencia del TSE, que aseguró haber detectado 7 actas anómalas, más 14 no procesables por otras fallas (falta de firmas de los representantes, entre otros), Velado dijo que las actas eran más de cinco decenas. “Son 56 actas alteradas en la que se nos quitan 332 votos. Si solo esas actas están así, ¿cómo no estará el resto”, dijo.

Bajo la tesis de Velado (si 56 actas han sido alteradas, el resto también) El Faro ocupa sus cifras para hacer un ejercicio matemático. Si en 56 actas Arena dice que le robaron 332 votos, en las restantes 10,113 actas habrían perdido unos hipotéticos 61 mil votos (332 votos por cada 56 actas).

Velado, sin embargo, dijo esa mañana a El Faro que el triunfo de Arena, según sus datos, era de menos de un punto. Ya no los 50.32 % del domingo, sino 50.12 % a favor de Arena contra 49.88 % del FMLN.

En la tarde del martes, Norman Quijano y René Portillo Cuadra dijeron una cosa distinta a la de Velado. En una conferencia de prensa, la fórmula del partido dijo: “Es un hecho público y notorio que cientos de actas tienen anomalías”, dijo Portillo Cuadra. Quijano lo secundó.

Esa misma tarde, Velado presentó un recurso de nulidad de las elecciones alegando un fraude en dos procesos completamente diferentes a la denuncia de actas irregulares. En ese documento, firmado por Jorge Velado, el partido ya no habla de actas amañadas sino que argumenta otros hechos, que pueden ser verificados por seis testigos, y que señalan el amaño de tres votos, y la anulación de otros tres votos más. Seis votos en total.

“En la elección presidencial realizada el 9 de marzo del corriente año, algunos miembros de las juntas receptoras de votos, utilizando medios fraudulentos, ejercieron su derecho al sufragio más de una vez: la primera en la junta receptora de votos en la cual estaban acreditados como miembros, y la segunda en la junta receptora de votos que corresponde a su propio domicilio según el padrón electoral”, dice la demanda presentada ante el TSE.

Como segunda prueba, Velado escribió que el domingo 9 se impidió el voto a “miles de personas” en las juntas receptoras de votos.

“Resulta que, de manera sistemática, se impidió el ejercicio del voto a ciudadanos en que aparecía en su documento único de identidad un cambio de dirección de domicilio”, reza la página 5 del documento. Arena argumenta que esa causa (cambio de dirección) no está prevista dentro de las causales válidas de impedimento del ejercicio del sufragio, y que por tanto las juntas receptoras de votos cometieron un fraude electoral. Es decir, las juntas en las que también participaron delegados de Arena fueron partícipes de un fraude electoral que afectó a “miles” de ciudadanos.

Y ahora, al tercer día después de celebrada la elección presidencial, Quijano y Portillo Cuadra dan una nueva verdad sobre el supuesto fraude.

“Tenemos suficientes pruebas para que la Fiscalía inicie proceso de investigación. Si estamos presentando estos indicios, esperaríamos que se abran juntas receptoras de votos. Me refiero a paquetes electorales para corroborar lo que estamos presentando como indicios”, dijo Quijano.

Según la fórmula de Arena, un escenario que prevén ocurra al denunciar a la Fiscalía es que el fiscal Luis Martínez pida la apertura de los paquetes electorales para que se cotejen los datos del Registro Nacional de las Personas Naturales (el documento de identidad), con las actas de votación de la residencia de los delegados del FMLN acusados de haber votado doble, y las actas de votación de los centros de votación en los que estas personas prestaron sus servicios el día de la votación.

Quijano y Cuadra ahora también arremetieron contra la juntas receptoras de votos, de las que irónicamente Arena también fue parte. Si el martes las acusaron de haber impedido la votación de “miles” de salvadoreños de manera arbitraria, ahora también las acusan de haber anulado de manera arbitraria miles de votos más que supuestamente favorecían a su partido.

“Hemos presentado más de 19 mil votos nulos y estimamos 20 mil votos dobles. Es la estimación que tenemos de acuerdo a fuentes bien informadas”, dijo. El escrutinio preliminar determinó una ventaja del FMLN sobre Arena de más de 6 mil votos, y el Código Electoral establece que solo si los votos impugnados superan la brecha entre un partido y otro es procedente revisar voto por voto.

Quijano y Portillo Cuadra insistieron en que agotarán todos los recursos legales a su alcance para pedir la revisión de estas elecciones, y mencionaron, al igual que hiciera Jorge Velado, a la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia.

Al preguntarle a Quijano qué hará si el Tribunal Supremo Electoral cierra el escrutinio final y oficializa el triunfo del partido oficial, el Fmln, Quijano respondió apelando de nuevo a un acto ilegal, rechazado el martes por el TSE.

“Si de la apertura de las cajas para ver voto por voto el producto de estas elecciones favorece a nuestros adversarios, nuestra fórmula los va a felicitar y vamos a invitar a los salvadoreños a que nos unamos para que creemos condiciones de gobernabilidad. Yo les daría la mano si me ganan por 1 voto”, dijo.

El Faro preguntó a René Portillo Cuadra sobre las variaciones entre el domingo y este miércoles en la versión del fraude electoral. Se le preguntó a él porque en él delegó Quijano explicar el contenido legal que sustenta sus denuncias y acusaciones. Cuadra, después de una pregunta y dos repreguntas –porque no quería contestar a este medio-, dijo: '¡Porque son ciertas!'

La nueva versión de Arena se produjo horas después de que los militares se pronunciaran en rechazo al discurso que Quijano dio la noche del domingo, cuando hizo por primera vez su denuncia de amenaza de fraude. Esa noche, el candidato de Arena dijo que la Fuerza Armada estaba observando 'este fraude que se está fraguando'.

El ministro de la Defensa convocó a la prensa para esta mañana y junto al alto mando militar hizo una declaración en la que dijo rechazar lo que consideró un llamado a interferir en el proceso electoral. 'Rechazamos el llamado a intervenir' que hizo Quijano, dijo el general David Munguía Payés. Subrayó que la Fuerza Armada es obediente, apolítica y no deliberativa, y que lo único que podía prometer era que los militares son garantes de la democracia, tal como establece la Constitución.

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