Bogotá, COLOMBIA. A sus 61 años, el expresidente colombiano Álvaro Uribe se convirtió este domingo en el primer expresidente en llegar al Senado colombiano con una alta votación que le permitió a su partido conquistar al menos 20 de las 102 curules.
El exmandatario (2002-2010) fue elegido por el Centro Democrático, el partido de derecha que fundó en 2013 tras distanciarse del presidente Juan Manuel Santos, su exministro de Defensa, a quien acusó de traición por abrir negociaciones con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en busca de un acuerdo para poner fin al conflicto armado de cinco décadas, el más prolongado del continente.
“Hoy ha nacido el Centro Democrático por un país seguro sin vacilaciones frente al terrorismo (...), sin impunidad para que pueda haber perdó”, proclamó Uribe este domingo tras su elección.
Durante su mandato, Uribe propinó los mayores golpes militares a las FARC y se ha levantado como el principal opositor a los diálogos que llevan a cabo el gobierno y esa organización desde noviembre de 2012 en La Habana.
Santos “entrega al país a FARC con acuerdos políticos”, afirmó el exmandatario con insistencia, para ilustrar su desacuerdo con un proceso de paz que, según él, dejará sin castigo los crímenes de los guerrilleros en medio siglo de confrontación armada.
Uribe, que dejó el poder con niveles récord de popularidad, alzó en esta campaña las banderas contra la supuesta impunidad en el diálogo con los rebeldes, y se convirtió en un acérrimo crítico del gobierno venezolano, que actúa junto a Chile como acompañante del diálogo con la agrupación insurgente.
“Hoy votamos contra el castro-chavismo que algunos quieren traer, que el gobierno propicia”, dijo el exmandatario este domingo.
El nuevo jefe de la oposición
Hijo de un hacendado a quien las FARC asesinaron en 1983, Uribe llegó al poder en 2002 con la promesa de combatir a esa guerrilla que tilda de terrorista. El día de su posesión ante el Congreso, el grupo rebelde lanzó varios obuses contra la sede del parlamento, aunque apenas uno de ellos afectó la fachada del céntrico edificio. El ataque dejó 19 muertos, la mayoría habitantes de la calle que vivían en un sector próximo.
Ya en el poder, el expresidente de origen liberal libró una batalla sin cuartel contra esa guerrilla y logró debilitarla militarmente, al tiempo que negoció un polémico proceso de desarme y desmovilización de grupos paramilitares de ultraderecha, implicados en miles de asesinatos y desplazamiento de civiles en su cruel lucha contra las guerrillas.
Abogado de profesión, y con estudios en la universidad estadounidense de Harvard, Uribe se desempeñó como alcalde, senador y gobernador en Antioquia, su provincia natal ubicado al noroeste del país. Durante su paso por la gobernación, alentó las organizaciones civiles de autodefensa lo que le valió las críticas de varios sectores que lo acusan de haber promovido el paramilitarismo, lo que él niega.
Considerado un trabajador infatigable, de memoria prodigiosa y aficionado a los caballos, Uribe estuvo en la mira de las FARC. En su biografía No hay causa perdida, asegura haber sobrevivido a 15 atentados durante su carrera política.
Uribe llegó a la presidencia tras el fracaso del proceso de paz con las FARC en 2002, y su gestión es reconocida por los logros en seguridad y la estrecha alianza que selló con Estados Unidos para combatir a la guerrilla.
Con el resultado de este domingo, logró armar un importante bloque de oposición de cara a las posibles reformas que deberá tramitar al Congreso relacionadas con el proceso de paz, aunque en teoría no tendrá la suficiente fuerza para bloquear al gobierno.
“Es un peso importante, pero no de bloqueo para la mayoría de las iniciativas”, dijo a la AFP la experta en sistemas políticos de la Universidad Javierana Patricia Muñoz.
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