Quito, ECUADOR. El excandidato presidencial Mauricio Rodas, quien según encuestas a boca de urna habría sido elegido alcalde de Quito, bastión oficialista, cobró revancha de la derrota que le propinó un año atrás el mandatario ecuatoriano Rafael Correa y ahora emerge como figura de la oposición.
A sus 39 años, este abogado de centroderecha que se define como un dirigente progresista asestó un duro golpe al partido de Correa al vencer al alcalde Augusto Barrera, uno de los hombres más cercanos al gobernante y quien buscaba la reelección.
Antes de conocerse los resultados oficiales, tanto Correa como Barrera reconocieron la caída en Quito. Según tres encuestadoras, la oposición también captó la alcaldía de la andina Cuenca (sur) y mantiene la del puerto de Guayaquil (suroeste), las principales ciudades ecuatorianas.
Rodas, que en su primera incursión electoral captó 3,9% de los votos en las presidenciales de 2013, podrá presentarse en adelante como el político que venció la maquinaria gubernamental y le hizo conocer la derrota a Correa, el popular presidente que acumulaba un récord de siete triunfos electorales desde su llegada al poder en 2007. 'Ganando en Quito, lo que seguramente va a ocurrir es que ya no existirá una única visión sobre cómo se debe manejar las políticas públicas', afirmó días atrás a la AFP.
Su triunfo adquiere más relevancia después de que Correa se involucrara de lleno en la campaña en Quito para evitar el revés del oficialismo, convirtiendo los comicios locales en una anticipada prueba de confianza en su gobierno a tres años de las presidenciales, en las que el jefe de Estado está inhabilitado por ley para buscar un nuevo período.
Figura desconocida
El popular presidente vinculó a Rodas con un plan de la derecha nacional e internacional para captar la alcaldía de Quito, y desde ahí boicotear la 'Revolución Ciudadana', como denomina a su proyecto socialista, al que califica como uno de los más exitosos del planeta. 'No tiene ningún sustento esa sospecha, soy un demócrata y lo único que quiero es servir a los quiteños y mejorar su calidad de vida. No me voy a distraer de ese objetivo, y voy a la alcaldía con la disposición de coordinar el trabajo con el presidente Correa', sostuvo Rodas.
Padre de tres hijos y miembro de una banda de rock en su juventud, el político era hasta hace poco una figura prácticamente desconocida, pero en 2013 sorprendió con su pequeño movimiento Suma al ubicarse en el cuarto puesto de las presidenciales, muy por detrás de Correa, pero delante del magnate Alvaro Noboa, cinco veces candidato presidencial.
La victoria en Quito, la capital ecuatoriana con 2,2 millones de habitantes y feudo correísta por excelencia, lo catapulta como una figura insospechada de la dispersa oposición de cara a las elecciones de 2017.
Rodas, que ganó al actual alcalde con el lema 'sí podemos vivir mejor' y la promesa de combatir la inseguridad, mejorar el congestionado tráfico y reducir multas e impuestos, rehuye en principio la condición de líder opositor y descarta interrumpir su mandato de cinco años al frente de la capital para buscar la presidencia. 'He señalado con toda claridad que cumpliré hasta el último día el mandato como alcalde', sostuvo.
Durante su campaña, el dirigente de Suma evitó polemizar con Correa y se concentró en labrar una imagen de político prudente pese a la campaña sucia que denunció durante la contienda.
