La Haya, HOLANDA. La nueva demarcación fronteriza entre Chile y Perú emanada del fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) dado a conocer este lunes mantiene, en menor parte, la posición chilena y accede, en mayor medida, al pedido peruano, lo que ha permitido a Lima celebrar un triunfo sin estridencias.
“La Corte intentó darle un poquito a cada uno, aunque creo que la decisión representa una victoria para Perú”, dijo a la agenciia AFP Juan Carlos Sainz Borgo, experto venezolano en derecho internacional de la Universidad para La Paz de Naciones Unidas, en Costa Rica. “Pero la forma en que se expresa la sentencia y como respetaron algunos argumentos chilenos es como para no permitir que Perú se levante como pleno ganador”, matizó.
La Corte aceptó continuar con la actual frontera, pero sólo hasta la milla 80 en el mar y a partir de allí ceder a Perú una amplia franja en el océano hasta la milla 200, que antes estaba bajo dominio de Chile.
Daniel Parodi, analista e historiador de la Universidad Católica en Lima, destacó que con la decisión Perú obtuvo “más de 49,000 kilómetros cuadrados” (dos veces y medio el tamaño de El Salvador) del total de 66,000 que esperaba incorporar en el océano Pacífico, aunque observó que los principales recursos pesqueros quedaron del lado chileno.
“La gran biomasa de peces está cerca a la costa” en el sector, frente a Arica, que no se vio recortado por la nueva línea demarcatoria.
Mientras los peruanos festejan en el centro histórico de Lima, en Chile los pescadores artesanales hicieron sentir, sin embargo, su molestia por la pérdida de mar donde ejercen sus actividad.
“Para Chile es doloroso que las 200 millas (en la frontera anterior) quedaran reducidas a 80, pero la pérdida es mínima en comparación a lo que pedía Perú” opinó a la agencia AFP Mario Artaza, exembajador y director general de política exterior durante el gobierno chileno de Ricardo Lagos (2000-2006), y ahora profesor del Instituto de Estudios avanzados de la Universidad de Santiago de Chile.
“La Corte reconoció muchos de los puntos de vista chilenos y ahora, en vista de que Perú también logra una victoria, esto debería poner un punto final a los conflictos fronterizos” entre dos vecinos que hoy necesitan concentrarse en el futuro que les abre la Alianza del Pacífico, dijo.
La Alianza del Pacífico, la prometedora sociedad comercial que une desde 2012 a Perú con Chile, Colombia y México, es una apuesta común en Lima y Santiago para impulsar un desarrollo motorizado por el comercio con los mercados asiáticos.
La Alianza concentra hoy el 50% del comercio de América Latina con el mundo y atrajo casi 70,000 millones de dólares en Inversión Extranjera Directa en 2012.
Reivindicación histórica
Muchos peruanos esperaban que la decisión en La Haya tuviera el sabor de una reivindicación histórica luego de que el orgullo del país se viera mancillado ante Chile en la Guerra del Pacífico (1879-1883), cuando Lima estuvo invadida por más de tres años por tropas chilenas y Perú perdió para siempre las provincias sureñas de Arica y Tarapacá.
En este sentido el fallo funcionó como el último capítulo de aquel enfrentamiento bélico en tierra y mar.
“Esta decisión debe marcar un punto de inflexión. Perú tuvo una derrota en la guerra con Chile que significó una frustración y un trauma nacional”, opinó el analista peruano Luis Benavente, de la consultora Vox Populi y la Universidad de Lima.
“Este fallo de alguna manera es una compensación, Perú ha logrado algo favorable, que alimenta la autoestima nacional. En nuestra historia siempre hemos perdido territorios: con Chile, Brasil y Colombia. Es la primera vez que Perú gana espacios territoriales”, indicó Benavente para explicar por qué en las calles limeñas se recibió con alivio el esperado anuncio.
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