“Cuando le pregunté a Fernando si había gente inscrita al taller me dijo que ya había mara interesada, yo le dije ¡Uy, ¿cómo que mara?!, y él me dijo, no, tranquilo, la mara somos todos, la gente pues, y yo dije ¡Ay, mierda!”, así ensaya su performance Marvin Murillo, standarista costarricense mejor conocido como “simplemente Marvin”, quien visita el país junto a sus dos colegas comediantes profesionales.
Es una visita con propósitos múltiples. Además de la presentación de su show, los artistas Murillo, Alex Sánchez y Pablo Montoya, elenco del programa “Le llamamos comedia”, pretenden formar artistas salvadoreños que derriben la “cuarta pared” del escenario.
Se puede decir que Costa Rica, ha sido la cuna de la proliferación de el Stand up comedy (o comedia en vivo con un comediante en un escenario desarrollando un monólogo), que ha sido más notable que los demás países del centro. Ahora El Salvador recibe la visita de tres comediantes para bombearle sangre a la vena cómica del teatro.
Los tres comediantes a simple vista irradian complicidad y picardía en sus miradas. Lucen enérgicos, a pesar de la larga jornada de trabajo, pero tratan de sacar una sonrisa a la menor oportunidad. Total, así funciona el modus operandi de su día a día. Dicen estar honrados de venir por primera vez a El Salvador a impartir un taller de comedia cuya convocatoria ha derivado en 22 almas dispuestas a alistarse a la irreverencia y la risa.
El taller se desarrolla en un canal de dos vías. Entre recomendaciones y risas de los pupilos, los maestros adaptan su presentación para el público salvadoreño. Presentaciones de las que no se queda fuera la coyuntura política: sale a bailar el presidente “mago” que desaparece dinero, por ejemplo. Utilizan también situaciones de la vida sentimental, tipificaciones de los jóvenes universitarios y temas tabús como lo que piensan las mujeres de los hombres y los hombres de las mujeres, entre otros.
“Le llamamos comedia” es el primer programa de Stand up comedy en toda centroamérica y es transmitido por la cadena televisiva Canal 9 de Costa Rica, descendiente de Canal 12 de El Salvador. El programa reúne alrededor de 35 comediantes que noche a noche se presentan en un bar –transmitido en vivo y en directo– a satirizar los hechos políticos, sociales y cotidianos del costarricense promedio. Marvin Murillo, Alex Sánchez y Pablo Montoya, parte del elenco del programa, han decidido salir del suburbio tico para regar la semilla de la comedia a su vecino El Salvador.
El taller impartido está dividido en tres módulos desglosados en “Descubriendo mi yo comediante”, “Construyendo un monólogo” y “Arriba del escenario”, impartidos en tres jornadas intensas de 2:00 a 5:00 p.m. trabajará el desarrollo de las fuentes de comedia, las bases del Stand-up comedy, la construcción del chiste, ejercicios para despertar al escritor dormido, lo que no es Stand up comedy, técnicas para la construcción de un monólogo, mapa conceptual, herramientas para escribir, el estilo propio y el manejo del público. Técnicas como que los monólogos y críticas deben ser adaptados al vocablo popular para que funcionen. “No funciona si se dice un término o se bromea con una palabra que no es comprensible o no tiene el mismo significado aquí que allá”, afirman los tres comediantes.
Más allá de lo técnico, lo importante también es que se diga con irreverencia y sinceridad. No hay un margen de temas a abordar en el Stand up comedy. No existen los límites para la crítica. Los temas políticos, de relaciones humanas y actualmente las redes sociales se prestan a ser el plato fuerte del menú a deleitar en cada show, afirman los artistas.
A pesar de que el público da más apertura a la indiscreción de ciertos temas, y los comediantes han sabido reconocer esa evolución, las presentaciones del Stand up comedy son clasificadas para público mayor de 15 años, de 18 años, etcétera. “No es porque no se quiera incluir a este público, es porque el Stand up comedy se basa en experiencias vividas y es muy probable que las cosas que contemos no las haya vivido aún un adolescente o preadolescente”, asegura Sánchez. “Ya hemos dado shows en colegios, algunos religiosos, y nos dicen, nada de malas palabras, ofensas, etc. De algunos ya nos han echado”, agrega Marvin Murillo.
Los tres artistas coinciden en que en El Salvador hay mucha gente dispuesta a hacer comedia, o por lo menos ese es el sentimiento que perciben con los talleristas asistentes, los cuales deberán propagar los conocimientos adquiridos en dichas sesiones. El boom expansivo del Stand up comedy está tocando tierras cuscatlecas para no parar. A pesar de que los asocios son pocos y bilaterales únicamente con Costa Rica, países como México y Argentina han conectado su talento a centroamérica. Ahora, El Salvador se suma con una semilla plantada en este taller para germinar en un evento más ambicioso, del que grupo Caverna es el impulsor: Un festival de Stand up comedy a nivel centroaméricano.
El “Stand up comedy” tuvo sus inicios en el siglo XIX y logró su expansión en un momento no muy favorable económicamente. Fue en la gran depresión de 1929 que desde Estados Unidos se popularizó este género debido a la falta de empleos. Deriva de ahí su nombre, las presentaciones debía hacerse de pie. No había locaciones para sentarse y “contar chistes” tranquilamente.
En Centroamérica existen mentes muy perspicaces, que en medio de la vertiginosa violencia que carcome día a día, una economía desfavorable y dentro de una sociedad rota o mal cosida (todo muy característico de regiones tercermundistas), aún buscan hacer reír a la gente con las situaciones más comunes, con las mismas tragedias rutinarias que se sufren. Y es que la misma necesidad de reírse un rato ante tanta mala noticia es lo que nutre a tipos de comedias como el “Stand up comedy”.
“Es un sueño a largo plazo, que se espera realizar de 2015-2016, reunir a más comediantes internacionales y que El Salvador no se quede atrás porque ya habrá gente preparada para eso”, dice Fernando Rodríguez, creador de Grupo Caverna. Este grupo además de ser una empresa de desarrollo de proyectos de publicidad y mercadeo, espera ser una fiel promotora del arte, cultura y deporte dentro del país. Esto queda demostrado en que sus campañas publicitarias incorporan el talento artístico nacional y poseen una banca de artistas dispuestos a trabajar en conjunto con las campañas. El nombre surgió porque hace dos años, en el nacimiento de la empresa, sus primeros pininos fueron impulsados por la obra de teatro “El Cavernícola”. “No nos van a llenar el bolsillo de plata, pero sí el corazón de arte”, afirma Rodríguez.
Han tenido varias funciones públicas en bares y teatros. Este viernes 24 y sábado 25 estarán en el Teatro Luis Poma en funciones de 8:00 pm y domimgo 26 a las 5:00 pm, con entradas de $10 y $7. para estudiantes.
