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Hay que decirlo: estamos en una nueva 'época dorada' del teatro salvadoreño

El público ha descubierto que el teatro proporciona no solamente una sana diversión, sino también un terreno de discusión, un respiradero en una sociedad tan hastiada de tanta mentira. ¡Qué lástima que el gobierno todavía no se una a esta gesta!

Jueves, 5 de diciembre de 2013
Roberto Salomón *

Hay que decirlo: En El Salvador existe un movimiento teatral de importancia y de mucha energía. Un movimiento teatral no nace así, de la noche a la mañana. El trabajo artístico arduo de visionarios ha ido labrando la tierra y preparado el terreno desde hace décadas. Y hoy está floreciendo un movimiento teatral que sobrepasa en calidad y en cantidad la oferta artística en Centro América.

En nuestro país, siempre se habla de otras épocas como “épocas doradas”. Es cierto, las ha habido. La gran época de Bellas Artes en los años 50, la época de oro del Teatro Universitario de la Universidad de El Salvador (UES) en los 60, la época particularmente privilegiada del Bachillerato en Artes en los 70.

Los actores César Pineda y Rodrigo Calderón en una escena de
Los actores César Pineda y Rodrigo Calderón en una escena de 'Anafilaxis', del grupo Escena X Teatro, escrita por Jorgelina Cerritos y dirigida por Eunice Payés. Estrenada en el Teatro Nacional de San Salvador el 11 de julio de 2013.

Terminada la guerra, comenzaron los nuevos intentos. Fue el Festival Centroamericano de Teatro “Creatividad sin Fronteras” y los grupos de teatro universitarios de la UES, de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) y de la Universidad José Matías Delgado (UJMD) que mantuvieron la llama sagrada del teatro encendida en nuestro medio.

Desde 2003, el Teatro Luis Poma propone una oferta inédita: temporadas de teatro continuas que han ido creciendo con el público y que hoy, después de diez años, ofrece una cartelera que dura todo el año. Otros espacios teatrales se abren con nuevas propuestas.

2013 ha sido un año en el que un sin fin de asociaciones e instituciones culturales están celebrando sus diez años de existencia. Esta no es ninguna casualidad. Hace poco más de 20 años que terminó la guerra y los 10 años siguientes sirvieron para que fuerzas artísticas se reorganizaran. Se plantaron las semillas y allí están los frutos. 2013 ha sido el año en que la Ópera de El Salvador (OPES) encontró su camino con un montaje estupendo de “Carmen”, de Georges Bizet. ¿Cómo pasar por alto el hecho que por primera vez todos los cantantes involucrados en una enorme producción estuvieran no solo entonados y juntos, sino también excelentes en su prestación, tanto vocal como actoral. Lo mismo se puede decir del show musical navideño “Scrooge”: Cantantes y bailarines de primera, luces espectaculares. En 2013 también se consolida el trabajo de Asociación Escénica que intenta que sus miembros puedan vivir del teatro. En 2013, Moby Dick Teatro y La Bocha Teatro terminan su trilogía, el primero sobre la guerra y la posguerra, el segundo sobre la pareja. En 2013, una ganadora del Premio Ovación se convierte en verdadera directora de teatro, otra galardonada gana un premio de dramaturgia infantil. En 2013, varios grupos y el Teatro Luis Poma pueden ofrecer obras en repertorio. Buen año, 2013.

José Antonio Ramírez  en el papel protagónico del La Nonna, dirigida por Tatiana de la Ossa, estrenada el  12 de septiembre de 2013 en el Teatro Luis Poma. / Foto de René Figueroa cortesía del Teatro Luis Poma.
José Antonio Ramírez  en el papel protagónico del La Nonna, dirigida por Tatiana de la Ossa, estrenada el  12 de septiembre de 2013 en el Teatro Luis Poma. / Foto de René Figueroa cortesía del Teatro Luis Poma.

Tradicionalmente, el arte escénico ha estado compartamentalizado en nuestro medio, los artistas visuales por un lado, los músicos por otro, los escénicos aun por otro. Últimamente esto ha cambiado. Hoy hay puentes entre las artes. Algunos grupos independientes integran música en vivo en todos sus espectáculos; Escena X Teatro y Acento Escénica trabajan con artistas visuales reconocidos; bailarines, coreógrafos y artistas visuales se están probando como directores. Esto demuestra una gran vitalidad.

Los grupos han crecido, se han multiplicado. Los actores y los directores perfeccionan su arte. Dramaturgos, escenógrafos, decoradores y diseñadores encuentran su lugar. Creo firmemente que estamos en una nueva 'época dorada' del teatro salvadoreño. ¡Qué lástima que el gobierno no se una a esta gesta! ¿Seguiremos condenados a vivir sin políticas culturales dignas de ese nombre?

Tito Murcia en O-Yarkandal, dirigido por Catalina Del Cid, como resultado del Premio Ovación 2012. Estrenada el 9 de noviembre de 2013 en el Teatro Luis Poma. / Foto de René Figueroa cortesía del Teatro Luis Poma.
Tito Murcia en O-Yarkandal, dirigido por Catalina Del Cid, como resultado del Premio Ovación 2012. Estrenada el 9 de noviembre de 2013 en el Teatro Luis Poma. / Foto de René Figueroa cortesía del Teatro Luis Poma.
 


 

* Roberto Salomón (San Salvador, 1945) es director, actor y maestro de teatro. Desde 2003 es el director artístico del Teatro Luis Poma.

 

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