El Salvador las llama "las muchachas" y las trata a menudo como hace cuatro siglos a las africanas traídas a América para trabajar de esclavas: con desprecio. Visten uniforme, tienen horario, tareas y salario de explotación, sufren humillación, acoso, violaciones. Así trabajan la mayoría de ellas en el siglo XXI. Rompen el silencio sumiso para contarnos sus historias.
Las esclavas del servicio doméstico
El Salvador las llama "las muchachas" y las trata a menudo como hace cuatro siglos a las africanas traídas a América para trabajar de esclavas: con desprecio. Visten uniforme, tienen horario, tareas y salario de explotación, sufren humillación, acoso, violaciones. Así trabajan la mayoría de ellas en el siglo XXI. Rompen el silencio sumiso para contarnos sus historias.
Por Marcela Zamora