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Un ‘tren fantasma’ sembró la muerte en Lac-Mégantic

Los incendios desencadenados por la gigantesca explosión de un tren que transportaba petróleo la noche del viernes al sábado en una pequeña localidad canadiense han sido controlados, anunciaron el domingo las autoridades, que mantienen hasta el momento el balance de cinco muertos y 40 desaparecidos.

Lunes, 8 de julio de 2013
Clément Sabourin (AFP) / El Faro

Lac-Mégantic, CANADÁ. Algunos lo vieron avanzar sin conductor con un resplandor sospechoso en una de sus locomotoras. Lanzado a toda velocidad en medio de la noche, el ‘tren fantasma’ descarriló y explotó con su carga de petróleo el sábado en la localidad canadiense de Lac-Mégantic, dejando al menos cinco muertos y 40 desaparecidos.

El convoy de 72 vagones y cinco locomotoras, cargado de petróleo, partió de Montreal, 250 kilómetros al oeste, rumbo al puerto de Saint-John, en la costa atlántica de Nueva Brunswick.

Pero su último destino fue la calle principal de Lac-Mégantic, una pequeña localidad de 6,000 habitantes ubicada al pie de las montañas Appalaches, arrasando dos kilómetros cuadrados.

En esta región de bosques cerca de la frontera con Estados Unidos, el cielo es tan claro que los astrónomos acuden a un observatorio vecino. Su historia está estrechamente vinculada al tren, que trajo a centenares de colonos a fines del siglo XIX. Tan es así, que el lema de la ciudad es De las vías a la Vía Láctea, dijo a la AFP Remi Tremblay, director de L'Echo de Frontenac, el periódico local: “Este lema estaba en las banderas que adornan la calle principal... pero probablemente se derritieron”.

Después de algún tiempo, el tráfico ferroviario aumentó notoriamente, indicó. “Había cada vez más trenes de carga, lo que era motivo de preocupación”, dijo el periodista, quien tuvo que abandonar su casa al igual que otros 2,000 habitantes.

El jefe de bomberos de la ciudad, Denis Lauzon, afirma que se buscaba que los transportistas ferroviarios informaran por adelantado los horarios de los trenes de carga, así como el tipo de producto a transportar, “pero todavía no habíamos presentado una solicitud formal”.

“Un muro de fuego”

Los habitantes, en estado de shock, llegaban al vallado policial en busca de información, en busca de tranquilidad y se alimentaban los rumores sobre el ‘tren fantasma’.

“No tenía conductor”, dijo un joven a sus amigos, reunido en una pequeña tienda de comestibles llamada providencialmente Punto de ayuda, su reparador.

De regreso de una velada de Bingo en Nantes, a unos 13 kilómetros, Antoinette Parée, de 78 años, evocó haber visto “una luz, una especie de fuego” en un tren que avanzaba a través de la noche. Al llegar a su casa, fue a su habitación, cuya ventana da a las vías. Escuchó “un fuerte bang que iluminó toda la casa, y huyó sin su dentadura y en pijamas”.

Aún se desconoce la causa del accidente, pero la compañía estadounidense The Montreal Maine & Atlantic, propietaria del tren, dijo a la agencia AFP que antes de la catástrofe, el convoy de vagones cisterna había estado inmovilizado en el pueblo vecino de Nantes para cambiar tripulantes.

Por razones desconocidas, “comenzó a avanzar por la pendiente hacia Lac-Mégantic” pese a que se activó el sistema de frenos, dijo el portavoz de la compañía, Christophe Journet. Por tanto, “no había conductor a bordo del tren” cuando se descarriló.

En la otra orilla del lago, junto a una gran cruz iluminada que domina las colinas de los alrededores, los habitantes se reunían para observar, desolados, cómo se consumía su pueblo.

A través de unos binoculares, Linda Rodríguez, apuntaba hacia el incendio: “Aquella es la farmacia, nuestra casa está a 50 metros del otro lado de la calle”.

Mariette Savoie dijo haber visto “un muro de fuego” levantarse en la noche. “Arriba de todas las tiendas de la calle principal, había apartamentos. Todos los que estaban allí no pudieron salir”, dijo Savoie, quien temía que el balance de víctimas sea elevado.

© Agence France-Presse

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