Barack Obama ante la disyuntiva de condenar o no el golpe de Estado en Egipto

La ley estadounidense no puede ser más clara: cualquier ayuda militar o financiera a un país cuyo gobierno fue derrocado por el Ejército debe ser cancelada. Pero, cuatro días después de la destitución de Mohamed Mursi de la presidencia de Egipto, Washington sigue sin pronunciarse.

Por Iván Couronne (AFP) / El Faro

Regístrate o ingresa en el sistema para realizar tu comentario
Lo sentimos, esta nota no tiene comentarios habilitados.
x