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Es curioso, quizás raro, cuando a una banda le da igual el mercadeo de su música y no le importa el 'mainstream', le importa la música, su música. Acá en El Salvador eso es un modo de vida, pero igual, sigue resultando sorpresivo que una banda, que por alineación y tipo de música, pudiera querer tomar el camino fácil y subirse a la ola de Mumford and Sons, por ejemplo.
Cartas a Felice no es normal. Y esto no es una crítica, sino una observación. Tienen la fórmula ganadora con el plus de poseer una buena voz femenina, y aún así se alejan del pop/folk, y me atrevería a decir que se alejan un poco de las radios convencionales de El Salvador. En otro país no me extrañaría escucharlos en la rotación diaria; acá, solo les queda apostar por 'la canción escondida', como la describe el líder de la banda, José González, que es 'Barato'. 'Barato' es un cover del grupo tropical noventero La Raza Band.
El EP 'Parque infantil' cuenta con cuatro canciones, más esa 'escondida', que llevan al escucha en un viaje relajado, muy relajado a veces.
'Aurora' es el primer track, y es el primer suicidio pop comercial. Siete minutos de una canción que podría ser descrita como post/rock por los pocos -por no decir nulos- cambios que tiene. Es una canción de introducción al sueño, donde la voz te va guiando por árboles, nubes, huecos, luz... y te lleva a 'Ruina', el segundo corte del EP. Ahora son los 40, con un blues amable, con un toque bastante tenebroso gracias a la voz de González. En esta canción, como casi en todo el EP, nunca sabés si hay un coro, pues hay estrofas que parecen coro, pero no hay un coro per se. Suicidio pop comercial dos.
'Volcán' es el primer minidescanso, el primer track donde aparece la privilegiada voz de Gaby Rivera. Quizás una pista de transición, esta canción posee un aire a 'Ruina' y a 'Kitch en C'. Esta última, por mucho, la canción más comercial del EP, donde explotan más la fórmula antes comentada y que la mayoría podría asumir que es la que Cartas a Felice seguiría.
Aunque para mí este es un claro suicidio comercial, concluyo que este es uno de esos discos que podrían demostrarle al mundo que en El Salvador también se hacen cosas diferentes. No solo 'Barato'.