El presidente de la República, Mauricio Funes, “aprovechará la oportunidad para informar a su Santidad sobre el proceso de pacificación que tiene lugar en El Salvador, donde la espiral de violencia, principalmente los homicidios, se redujo”, señala el comunicado oficial de Casa Presidencial.
En su viaje a Ciudad del Vaticano, el mandatario salvadoreño se ha hecho acompañar por el obispo castrense Fabio Colindres, quien junto al ex jefe guerrillero Raúl Mijango, ha impulsado la tregua que desde marzo de 2012 mantienen las dos pandillas más grandes que operan en el país (la Mara Salvatrucha-13 y el Barrio 18), a las que se han sumado otras pandillas menores y grupos de reos no pandilleros.
Funes ha dicho en repetidas ocasiones que su Gobierno no ha negociado la tregua con las pandillas y que lo único que ha hecho es actuar como “facilitador” del proceso. Sin embargo, investigaciones periodísticas han demostrado un activo papel de su Gobierno tanto en la gestión como en la administración y en el sostenimiento de los acuerdos alcanzados por el Ministerio de Seguridad Pública y las pandillas.
La negociación con las pandillas ha reducido el número de homicidios de un promedio diario de catorce diarios (en los meses precios a la entrada en vigor de la tregua) a seis, pero algunos sectores consideran que eso no es suficiente, pues las pandillas aún mantienen una actividad delictiva que afecta a la población.
Recientemente, la Conferencia Episcopal de El Salvador (CEDES) censuró los actos de “terrorismo” que realizan las pandillas pese a la tregua.
En tanto, una encuesta de la privada Universidad Tecnológica, dada a conocer el miércoles, revela que un 68% de los salvadoreños piensa que la tregua no ha favorecido en nada a la población, contra un 24% que opina lo contrario.
Según estimaciones oficiales, unos 10,000 pandilleros se encuentran recluidos en las cárceles del país por diferentes delitos, y otros 50,000 están libres.
Monseñor Romero
Además de hablar sobre el proceso de pacificación, el presidente salvadoreño también solicitará al Papa que interponga “sus buenos oficios” para “una pronta” beatificación del arzobispo salvadoreño Óscar Arnulfo Romero, cuyo proceso fue desbloqueado por el papa Francisco a mediados de abril pasado.
Romero, muy popular en América Latina y conocido como ‘la voz de los sin voz’ por su compromiso con los más desfavorecidos, fue asesinado el 24 de marzo de 1980 de un disparo en el corazón por un comando de ultraderecha a las órdenes del mayor Roberto D’Aubuisson, el magnicidio que distintos historiadores consideran el inicio de la guerra civil en El Salvador.
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