Unos 700 ex soldados, veteranos de la guerra civil de El Salvador (1980-1992), desfilaron este jueves por las calles de San Salvador para exigir a la Asamblea Legislativa la aprobación de una ley que les otorgue una pensión, indemnizaciones y otros beneficios sociales.
“Nuestro compromiso es lograr que la Asamblea acceda a aprobar una ley en donde quede establecido nuestro derecho a una pensión digna, a una adecuada atención de salud y que se nos conceda créditos para trabajar la tierra”, afirmó a la prensa Julio Vásquez, representante de los veteranos de guerra.
Los ex militares, muchos de ellos vistiendo trajes de camuflaje verde olivo y tapándose el rostro con pañuelos, marcharon desde distintos puntos de la capital hasta la Asamblea. Un fuerte cordón de agentes antimotines de la Policía les impidió llegar a la sede parlamentaria, donde pretendían reunirse con el presidente de ese órgano, Sigfrido Reyes.
Otro representante del grupo, Mateo Rendón, explicó que los veteranos exigen al presidente Mauricio Funes el pago de una indemnización de 10,000 dólares “por los servicios de seguridad” que prestaron durante el pasado conflicto bélico.
“Antes nos tomaban en cuenta cuando éramos útiles, hoy que ya no le servimos al gobierno, nos tratan como nada. No vamos a descansar hasta que se nos pague lo que por derecho nos ganamos”, sostuvo Rendón.
La protesta de los ex soldados concluyó luego de que un diputado, el coronel retirado Sigifredo Ochoa, les recibió una carta dirigida a la Asamblea en la que plantean sus demandas.
Cuestionado por los periodistas sobre esta marcha, el presidente Mauricio Funes señaló que “no hay posibilidades” de hacer el pago de una indemnización a los ex combatientes del ejército pues “no hay dinero en las arcas” del Estado.
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