Marco Rodríguez. Foto Archivo El Faro
El viernes, El Faro lo había contactado también vía telefónica para consultarle sobre la posibilidad de su renuncia y dijo que tenía una propuesta de trabajo con Sánchez Cerén y Ortiz, pero que él no había decidido nada. 'Su propuesta es que yo me sume para trabajar en el área de contenidos programáticos', confió.
Rodríguez tomó el puesto de subsecretario de Transparencia en agosto de 2009. En aquella ocasión dijo que había reflexionado durante dos semanas la propuesta del gobierno de Funes para sumarse a su equipo, y que lo había convencido el compromiso de la administración de apoyar la todavía en formación Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública.
Hace poco más de un mes, entrevistado por El Faro, dijo que el gobierno no había avanzado tanto como él hubiera deseado en las áreas de acceso a la información pública, transparencia y rendición de cuentas. Este miércoles dijo que se había convencido de que podía dejar el puesto porque ya se avanzó lo suficiente. 'Considero que se han dado pasos importantes en la transparencia en este gobierno... ahora lo que se necesita es que el próximo gobierno dé otro jalón en esto'.
Rodríguez fue un abanderado del discurso de transparencia y rendición de cuentas desde el inicio de su trabajo en el gobierno. Asimismo, fue la voz cantante del Ejecutivo en el área de acceso a la información pública. Sus posiciones en defensa de la Presidencia y su silencio público cuando la Asamblea Legislativa intentó quitarle poder al Instituto de Acceso a la Información en febrero pasado, le granjearon críticas continuas desde organismos cívicos que consideran que la administración ha marchado con excesiva opacidad.
El subsecretario de Transparencia llegó en algunas ocasiones a posicionarse en contra de disposiciones del Ejecutivo. Como cuando en 2010 El Faro reveló que el gobierno de Funes había optado por dar a una sola empresa de publicidad, propiedad de un amigo suyo, todos los contratos publicitarios de las oficinas del Ejecutivo. En esa ocasión El Faro también reveló que Luis Verdi, un exasesor de la presidencia argentina, había sido contratado como asesor de imagen del gobierno. Dado que la Presidencia se negó a responder a este periódico la solicitud de información relativa a los gastos publicitarios y la que se refiere a la contratación de Verdi, Rodríguez dijo en una entrevista con este medio que lo correcto era que la información se entregara. Esto nunca ocurrió.
Bajo la administración de Rodríguez la subsecretaría de Transparencia creó el portal en internet Transparencia Activa, y las oficinas del Ejecutivo iniciaron un proceso de 'rendición de cuentas' que consiste en un acto público en el que los funcionarios dan un informe sobre las actuaciones de las dependencias estatales.
Quizás uno de los períodos de mayor tensión que vivió el subsecretario de Transparencia fue cuando el presidente de la República se convirtió en incumplidor de la Ley de Acceso a la Información Pública al emitir un reglamento que imponía restricciones más allá de las contempladas en la ley, y al negarse a nombrar al Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP). Asimismo, violó la normativa al no incluir en la propuesta de Ley de Presupuesto de 2012 una partida para el funcionamiento del IAIP.
A lo sumo, lo que llegó a plantear Rodríguez en sus comparencias públicas, fue que, como era esperable, la normativa iba a ser una ley 'muy peleada'. Sobre el incumplimiento -que duró 15 meses- del gobernante Mauricio Funes al no escoger a los comisionados del IAIP, el subsecretario llegó a decir que lo deseable era que estuviera nombrado.
Desde noviembre de 2011 hasta este año, organizaciones cívicas como la Iniciativa Social para la Democracia y el conglomerado llamado Grupo Promotor de la Ley de Acceso a la Información (del que es parte El Faro) hicieron repetidos señalamientos sobre los incumplimientos del mandatario y demandaron respuestas claras a la Subsecretaría de Transparencia.
Rodríguez dice que con su salida quien queda a cargo de la oficina es quien ha sido su jefe inmediato, el secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia, Franzi Hato Hasbún. Y al incorporarse a la consulta ciudadana de los candidatos del FMLN él cree que puede aportar para que un posible segundo gobierno efemelenista tenga en su programa un componente importante en materia de transparencia.
A inicios de marzo pasado, consultado por El Faro sobre las aparentes contradicciones entre el discurso del presidente Funes y su práctica cotidiana, Rodríguez aclaró enfático que su rol no era el de un contralor que puede salir públicamente criticando a la persona para la cual trabaja: 'No soy el ombudsman, no soy la conciencia del gobierno', dijo.
Cuando se incorporó al gobierno, Rodríguez explicó que llegaba 'prestado' por 'la sociedad civil' y que había pedido permiso sin goce de sueldo durante un año en la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde), que tenía a cargo el capítulo salvadoreño de Transparencia Internacional. Ese año tentativo en el cargo se convirtió al final en tres años y ocho meses de gestión.