Siempre estuvo en un segundo plano, a la estela de su hermano Fidel, pero en 2008 le llegó su momento y asumió la presidencia. Desde esa fecha Cuba ha tenido el período más intenso de reformas políticas –aunque muchos aún las consideran insuficientes–, como el fomento de la pequeña iniciativa privada o el fin de las restricciones para viajar al extranjero, unido a gestos como la excarcelación de disidentes.
El Castro reformista
Siempre estuvo en un segundo plano, a la estela de su hermano Fidel, pero en 2008 le llegó su momento y asumió la presidencia. Desde esa fecha Cuba ha tenido el período más intenso de reformas políticas –aunque muchos aún las consideran insuficientes–, como el fomento de la pequeña iniciativa privada o el fin de las restricciones para viajar al extranjero, unido a gestos como la excarcelación de disidentes.
Por Carlos Batista (AFP) / El Faro