“Por pintar la cúpula del Teatro Nacional cobramos como obreros”

Su reputación lo precede. Él mismo se ha llamado un francotirador. En siete décadas de carrera artística el sello característico de Carlos Cañas ha sido la franqueza con la que ha criticado a nivel intelectual y artístico las posturas políticas y las corrientes estéticas adoptadas por los demás pintores. Su espíritu de revolución permanente lo instó a romper con las formas tradicionales de la pintura y a reclamar mayor autenticidad en lo que se producía.

Por María Luz Nóchez / Foto José Carlos Reyes

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