El Ágora /

Leopoldo Brizuela, el escritor que nunca había visto un volcán

Vanessa Núñez Handal nos presenta al argentino Leopoldo Brizuela, ganador del Premio Alfaguara de Novela 2012, narrando sus encuentros y pláticas durante las jornadas de presentación de su novela en Guatemala y El Salvador. Un acercamiento en confianza a un escritor que indaga la memoria de una de las dictaduras más cruentas de la historia reciente de América Latina.

Lunes, 6 de agosto de 2012
Vanessa Núñez Handal *

El escritor argentino Leopoldo Brizuela durante su visita a Montevideo, en junio de 2012. Brizuela ganó el prestigioso premio Alfaguara de novela 2012 por
El escritor argentino Leopoldo Brizuela durante su visita a Montevideo, en junio de 2012. Brizuela ganó el prestigioso premio Alfaguara de novela 2012 por 'La misma noche'. / AFP PHOTO Panta ASTIAZARAN.

De complexión delgada y pequeño, vestido con una camiseta celeste de algodón y con una mirada distraída, quizá por el cansancio que produce una gira como la que ha debido emprender desde hace unos tres meses, Leopoldo Brizuela observa el valle que se extiende al norte del volcán de San Salvador.

Yo recién había llegado a la ciudad un par de horas antes. Encontré a Leopoldo dando una entrevista en el lobby del Hotel Sheraton. Nos saludamos con un guiño. Dos días antes habíamos cenado juntos y con otros amigos en la ciudad de Guatemala.

Al terminar su entrevista le propuse ir al Museo de Arte (MARTE), que se ubica a menos de dos cuadras del hotel, para ser más específicos justo atrás del “chulón” –Monumento a la Revolución– al que contemplamos en todo su esplendor.

— Nunca he visto un volcán– me dijo en respuesta a mi propuesta– Cuando fui a la Antigua Guatemala estaba tan nublado que no me fue posible observar el volcán cercano– terminó de explicar.

Y yo pienso: una pena, pues el Volcán de Agua frente a la Antigua es sin duda un buen referente de su especie.

Unos minutos después partimos rumbo al volcán de San Salvador, hacia el 'picacho' en compañía de Gabriela y Elizabeth, nuestras guías y anfitrionas del grupo Santillana. Yo, con casi diez años de vivir fuera, no tengo la ruta al volcán incorporada en mis recuerdos.

— Siempre es agradable estar en contacto con la naturaleza– me dice Leopoldo al sentarse junto a mí bajo los árboles que cobijan varias bancas de madera. Imagino que muchas plantas que nos rodean serán exóticas para él. La naturaleza lo asombra.

También lo asombró el olor de los granos de café tostado que le hice oler. Mira con encanto el bosque de cafetos que cubren el “picacho” y el valle que la bruma desdibuja. Ofrezco tomarle una foto.

— Es interesante cómo, pese a andar de país en país, uno siempre absorbe algo de cada uno –nos dice mientras con un nacho recoge frijoles volteados espolvoreados con queso rallado.

***

Leopoldo Brizuela es periodista, cantante, traductor y escritor, ha ganado este año uno de los premios literarios más importantes de Iberoamérica: el Alfaguara de Novela.

Ese premio fue creado en 1965 junto con la editorial Alfaguara que lo entrega. Esta editorial fue fundada por el escritor Camilo José Cela. Suspendido el premio durante veinticinco años, al cabo de lo cuales Alfaguara fue comprada por el Grupo Santillana y volvió a convocarse el premio en 1998. Dotado de US$175.000 y una escultura de Martín Chirino, el premio es importante para cualquier autor.

Por su lado, el premio ha mostrado siempre una fuerte vocación latinoamericana.

Tener un Alfafuara no sólo otorga difusión a la obra, también le permite al ganador contar con recursos económicos durante un tiempo, a fin de poder dedicarse exclusivamente a la literatura. La novela ganadora de este año, “Una misma noche”, será vendida en 19 países de habla hispana y Estados Unidos, llegará a un mercado de 400 millones de personas. Para las traducciones al inglés, alemán, portugués, francés, italiano y otros idiomas sólo es cosa de esperar. El sueño de cualquier escritor, pienso.

***

Leopoldo cuenta que su vida ha cambiado desde el anuncio del premio en Madrid. Me cuenta que ha tenido poco tiempo para escribir desde entonces pero que la experiencia ha sido enriquecedora.

— Entre presentación y presentación he podido pasar 10 días en mi casa, pero tampoco es que en esos 10 días haya podido dedicarme a escribir. Yo necesito un poco más de tiempo para relajarme, no puedo crear nada con tanta limitación de tiempo.

El premio le fue entregado en Madrid, ciudad que fue sólo su primera escala. Su agenda de viajes incluye Argentina, Paraguay, Chile, Uruguay, México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Colombia, entre otros muchos países.

El premio Alfaguara de Novela se falla en la sede del Grupo Santillana en Madrid, entre los meses de febrero y marzo, y se entrega un mes más tarde. En una entrevista en la televisión, Leopoldo contó que ya había perdido la esperanza de ganar el premio luego de saber que el jurado ya había emitido su fallo y que él no había recibido la llamada esperada. Esa noche se fue deprimido a la cama. Antes había charlado con su amigo Andrés Neuman, también argentino y ganador del premio en el 2009.

— A la mañana siguiente, sin embargo, recibí una llamada de Rosa Montero, en la que me decía que había ganado ¡Sentí una gran alegría!

Leopoldo tuvo que suspender sus talleres de escritura para iniciar la gira de promoción de la novela. Así llegó a Centroamérica.

Le pregunté la influencia de Jorge Luis Borges sobre su obra.

— Justo fue la clase de Borges la que ya no alcancé a dar –empezó diciendo, para luego ampliar que su novela contiene muchas referencias borgianas, porque Borges sonaba mucho en tiempos de la dictadura militar: daba su apoyo abiertamente al régimen.

Yo pienso que sobre la dictadura trata su novela. Él no está tan de acuerdo conmigo. Afirma que la novela no intenta abordar la dictadura militar, sino a la memoria, a la forma en que las personas lidian con sus recuerdos y construyen, una y otra vez, los hechos vividos.

***

La trama de “Una misma noche” está muy bien construida y desenvuelta al mejor estilo del suspense, atrapa desde las primeras páginas. La novela es un thriller policíaco que va develando, lentamente en un inicio y luego de forma vertiginosa, el misterio del secuestro de una joven mujer ocurrido durante los años setenta. Leo, llamado igual que el escritor de la obra, intenta explicarse qué ocurrió aquella noche, hace ya más de tres décadas y media. Una misma noche que todos los vecinos han decidido borrar de su memoria para evitar confrontarse con verdades incómodas. La vocación literaria de Leo, sin embargo, lo hace volver una y otra vez a estos hechos, esbozando hipótesis distintas en cada ocasión, pero que arrojan luz, más que sobre los hechos, sobre sí mismo y sobre su familia.

Cabe recordar que Argentina estuvo sometida a un régimen militar durante más de doce años, durante los cuales miles de personas fueron asesinadas y otras tantas registradas como “desaparecidas”.

— ¿Es importante rescatar la memoria histórica? – pregunté a Leopoldo en dos ocasiones frente a distintos públicos, ya que la novela fue presentada por la editorial, tanto en la Feria del Libro de Guatemala, como en San Salvador y en ambas ocasiones tuve el gusto de acompañarlo. Su respuesta fue un rotundo sí.

Tanto en Guatemala como en El Salvador ocurrieron hechos similares a los que el ganador del premio Alfaguara narra en su novela. Y aunque quizá la diferencia haya sido de épocas, los motivos, las estrategias, las justificaciones y la forma de reaccionar de la sociedad fueron bastante similares.

Lo que me parece interesante de preguntarnos aquí es por qué en Argentina es posible publicar un libro, comercializarlo, venderlo, acceder a mercados importantes y ganar premios, y no solo eso, si no también por qué en Argentina la literatura se sigue ocupando de un tema sobre el cual ya se ha dicho tanto, y que en Centroamérica sería considerado polémico e inconveniente para la reconciliación.

“¿Por qué no?”, responde Leopoldo Brizuela a esta pregunta. “¿Por qué no si se han escrito y se siguen escribiendo tantas novelas sobre el amor, por ejemplo? Que a alguien le moleste que se siga escribiendo sobre la dictadura dice más de quien lo afirma, que de quien escribe la obra. ¿Por qué le molesta tanto a una persona que aparezca una nueva novela con ese tema? Cada cual sabrá los motivos que tiene para no desear que se siga hablando de la dictadura. Además, uno escribe de lo que uno quiere. En el caso de mi novela, a los lectores les ha llamado más la atención el tema de la dictadura, por ejemplo. Y son ellos los que definen de qué va la novela. Pero no era ésa la intención cuando la comencé a escribir.”

“Una misma noche” compitió con 785 novelas de 19 países hispanohablantes, de los cuales 307 fueron enviados desde España. Según la editorial, ha sido la convocatoria de mayor participación en la historia del premio.

De la novela, Rosa Montero, presidenta del jurado compuesto por Montxo Armendáriz, Lluís Morral, Jürgen Dormagen, Antonio Orejudo y Pilar Reyes (con voz y sin voto), ha dicho: 'el jurado quiere destacar el estilo admirablemente contenido del autor, quien, con economía expresiva, consigue crear un texto perturbador e hipnótico. Tomando como punto de partida la historia reciente de Argentina. Esta novela indaga sobre la esencia del mal y la corresponsabilidad de cada uno en la violencia y la injusticia'.

***

Leopoldo Brizuela publicó su primera novela, “Tejiendo agua”, en 1985, luego de ganar el premio de la Fundación Amalia Lacroze de Fortabat. Ha sido traductor de algunas de las obras de Henry James, Flannery O'Connor, Eudora Welty, entre otros. Ha coordinado talleres de escritura, uno en la cárcel de mujeres de Olmos y otro en la Asociación de Madres de Plaza de Mayo. En el año 2000 publicó Historia de un deseo: el erotismo homosexual en 28 relatos argentinos contemporáneos, que es una antología de relatos gays. Y en 1992 y 1993, respectivamente, publicó otras dos antologías: “Cómo se escribe una novela” (con Edgardo Russola) y “Cómo se escribe un cuento”.

— ¿Has visto el libro que Andres Neuman sacó, con relación a los viajes que le tocó hacer durante la gira de promoción en el 2009? –pregunté a Leopoldo durante nuestra última comida. Me refería a “Cómo viajar sin ver”, una especie de ensayo también publicado por Alfaguara.

— Sí. Andrés quedó extenuado después de eso –me responde.

Al despedirnos le deseo mucha suerte en su gira. Su avión sale temprano por la mañana. En Honduras le espera otra ronda de prensa y una nueva presentación. Al abrazarlo le deseo que el cansancio no lo venza y que quién sabe, quizá al volver a casa lleve ya en mente una nueva novela. Él sonríe.


* Vanessa Núñez Handal es novelista y académica salvadoreña radicada en Guatemala. Ha publicado 'Los locos mueren de viejos' y 'Dios tenía miedo', con F&G Editores. 

logo-undefined
CAMINEMOS JUNTOS, OTROS 25 AÑOS
Si te parece valioso el trabajo de El Faro, apóyanos para seguir. Únete a nuestra comunidad de lectores y lectoras que con su membresía mensual, trimestral o anual garantizan nuestra sostenibilidad y hacen posible que nuestro equipo de periodistas continúen haciendo periodismo transparente, confiable y ético.
Apóyanos desde $3.75/mes. Cancela cuando quieras.

Edificio Centro Colón, 5to Piso, Oficina 5-7, San José, Costa Rica.
El Faro es apoyado por:
logo_footer
logo_footer
logo_footer
logo_footer
logo_footer
FUNDACIÓN PERIÓDICA (San José, Costa Rica). Todos los Derechos Reservados. Copyright© 1998 - 2023. Fundado el 25 de abril de 1998.