'Buenos días, me llamo María Teresa López, tengo 70 años... buenos días, me llamo María Teresa López, tengo 70 años... buenos días, me llamo María Teresa López, tengo 70 años...' y la voz de mujer se apagó gradualmente. 'Quizás está llamando de un teléfono público', sugirió el hombre a quien estaba dirigida la pregunta, el presidente Mauricio Funes.
Con esa falla, que parecía poner en duda el promocionado como 'programa en vivo' para 'interactuar' con el gobernante salvadoreño, Funes inició el sábado su programa semanal “Conversando con el Presidente”.
La transmisión, en la frecuencia de Radio Nacional y encadenada en vivo o transmitida en diferido por cinco emisoras del grupo radial Samix -propiedad del expresidente Antonio Saca- y por una veintena de estaciones de Arpas, empezó a las 11:03 de la mañana. El programa fue promovido por Casa Presidencial como un espacio en el presidente Funes podría comunicarse con la población y responder a sus inquietudes. Según el sitio oficial, también se convertiría en una fuente de información valiosa para la prensa. 'Es el espacio para estar realmente informado sobre lo que pasa en El Salvador', anunció la cuña de introducción.
El anfitrión del programa comenzó la presentación, diciendo que en la próxima hora habría dos protagonistas: 'Usted, y el presidente Funes'. El presidente saludó al anfitrión del programa, Daniel Hernández. 'Buenos días, David', se le oyó decir a Funes, errando en el nombre de pila de su interlocutor. Los 62 minutos de programa, con tres pausas, admitieron cuatro preguntas del público, y prácticamente ninguna de Hernández, quien se limitó a introducir unos tres temas y luego Funes hacía largas exposiciones con apenas unas tímidas interrupciones inútiles de Hernández: 'Presidente...', 'presidente', y el presidente seguía hablando.
En total fueron unas 30 estaciones de radio las que transmitieron el programa. Aparte de las cinco del grupo Samix, 22 de la Asociación de Radios Participativas de El Salvador (Arpas) y unas pocas más, como la Ranchera, del Grupo Radial Super Stereo.
El primer tema del discurso del presidente fue sobre la disminución de los homicidios y la tregua entre la Mara Salvatrucha y el Barrio 18. El gobernante habló prácticamente sin interrupción durante más de 20 minutos. “Todas las actuaciones que ha tenido el gobierno como facilitador de esta tregua han estado amparadas en la ley… este mismo pacto ha permitido bajar los homicidios de 14 diarios a un promedio de 4”, dijo el gobernante, modificando la cifra oficial de la PNC, que muestra que en realidad los homicidios han bajado a un promedio de 5.6 diarios, no 4.
La participación casi de monólogo no pasó inadvertida para los usuarios de las redes sociales, donde la audiencia comentó con vastedad la ausencia de una voz diferente a la del presidente… El Faro preguntó a sus lectores a través de Facebook qué opinaban del programa. La mayoría de los 42 comentarios se concentraron en la ausencia de interacción del mandatario con la audiencia y con el mismo anfitrión, tomando en cuenta el nombre del espacio.
'¿Conversando? Yo diría escuchando... nada más', comentó Gabriel García, en Facebook.
Alrededor de la media hora se produjo la primera pausa. Luego Funes hizo una larga exposición sobre su postura con respecto a la Corte Suprema de Justicia y el desacato de la Asamblea Legislativa a las sentencias de la Sala de lo Constitucional. Pasaron 10 minutos y entonces Daniel Hernández anunció: 'Presidente, es momento de escuchar ya las preguntas que han llegado', dijo el anfitrión, sugiriendo que las interrogantes ya estaban pregrabadas. Era el minuto 40. 'Pero primero vamos a otra pausa', anunció.
Al regreso, era el minuto 44. 'Presidente, yo vivo en una casa pequeña… solo tengo una refrigeradora pequeña, un televisor. ¿Es cierto que a partir de lunes habrá un aumento en el recibo de la luz?', inquirió una voz de mujer. Y Funes parecía tener todo lo necesario para responder de inmediato y con enorme cantidad de datos, como si hubiera presentido lo que iban a preguntarle.
Dijo que, efectivamente, habrá un aumento, pero matizó que solo será de 0.69%, y se limitará a aquellos hogares o empresas que consumen más de 200 kilowatts/hora al mes. Explicó que nueve de cada 10 usuarios no tendrán un cambio en su factura. Esto le tomó aproximadamente un minuto y medio, y luego se dedicó a exponer otros cuatro minutos sobre el subsidio al gas propano.
La siguiente pregunta fue de un hombre que preguntó qué hacer en caso de sufrir la infección del virus H1N1. El reloj avanzaba, quedaban menos de 10 minutos, y Funes broméo: 'Vamos a tener que ampliaar el programa, jaja', dijo, en alusión a que supuestamente había una lluvia de llamadas telefónicas en espera. Y en las redes sociales, los oyentes también bromeaban. 'Presidente, me han salido unas ronchas en el lomo. ¿Qué me puedo untar?', preguntó un tuitero, con ironía. Otro dijo que había amanecido de goma y quería saber qué podía tomar.
El mecanismo para preguntar al presidente parecía sencillo: marcar el 135 y esperar. El Faro intentó llamar en varias ocasiones infructuosamente. 'El número que marcó no existe', respondía una grabación insistentemente. Este periódico hizo varios intentos desde varias líneas, pero todo fue inútil. Llamó a la Radio Nacional para preguntar qué sucedía. 'Siga intentando, es por la saturación', aseguró una empleada de la radio que respondió el teléfono.
Por la tarde del sábado, un comunicado de prensa de Casa Presidencial, explicó que solo una de las cuatro grandes operadoras del país había podido conectarse con la línea del presidente. “El número 135 para formular preguntas al Presidente solo estuvo habilitado para los abonados de la empresa Claro. Esperamos que para el siguiente programa las personas que tienen servicio de Telefónica, Tigo y Digicel puedan acceder también a la línea que ha sido habilitada para hacer preguntas al Presidente”, explicó a través de un comunicado el secretario de comunicaciones de la Presidencia, David Rivas.
La tercera pregunta llegó al minuto 51. Era María Teresa López, de 70 años, quien repitió tres veces el buenos días y su nombre y su edad, hasta que progresivamente se desvaneció. El loop en que había caído la grabación fue evidente, pero Funes insistió en que las llamadas ocurrían en tiempo real, las transmitían en el momento en que la audiencia estaba conectándose al 135.
'Quizá está llamando de un teléfono público', sugirió el presidente. Quizás. 8 minutos más tarde, a las 12 del mediodía, la Radio Nacional transmitió otra llamada. 'Buenos días, me llamo María Teresa López, tengo 70 años...', y esta vez, la anciana se abstuvo de repetir su saludo, su nombre y su edad. Llamó para agradecer por la gestión presidencial que ha beneficiado a su familia. Y Funes pudo tener una última oportunidad para hablar bien de su gobierno y de lo que se ha preocupada por beneficiar a la población.
El presidente no dejó que acabaran los 62 minutos de programa sin jactarse de su nuevo espacio: 'Los presidentes anteriores quizá hubieran pedido que se grabaran las preguntas para después editarlas. Pero yo estoy en vivo', dijo.
Unas horas más tarde, Casa Presidencial envió a los medios de comunicación, fotos del presidente con Daniel Hernández en la residencia presidencial, donde se originó la señal y desde donde Funes conversará con los salvadoreños semanalmente.
